El inicio de año para Activision, en especial su filial Activision Blizzard, ha sido muy turbio. Desde su ruptura de relaciones con Bungie -y, por ende, su separación de Destiny-, la gran transnacional ha dado mucho de qué hablar, ya sea por la caída del valor de sus acciones en un 9.37% o por estar siendo investigados debido a presuntos fraudes y prácticas comerciales ilegales. Previo a ello, además, sufrió la pérdida de diversos miembros ejecutivos, incluyendo su CFO, Spencer Neumann, el cual ha sido recientemente relevado por un nuevo miembro que, acorde a Bloomberg, ha recibido 15 millones de dólares sólo por asumir el cargo.
Específicamente, acorde a lo compartido por la firma, Dennis Durkin, el ahora director financiero de la empresa, recibió dicho bono en adición a su sueldo mensual de 900.000 dólares y bonos cotizados en 1.35 millones de dólares. De manera más particular, los mencionados 15 millones se dividen en 3.75 millones por bonificación de contrato y 11.3 millones en acciones restringidas atadas a ingresos operativos y a las ganancias generadas por cada una de las acciones.
Aunque se trata de una situación no extraña dentro de la industria, pues 'incentivos' de esta índole son regulares entre las grandes compañías, la polémica nace en base a coyunturas como la disputa entre Activision y Bungie porque Destiny 2 no vendió como la distribuidora esperaba, llevándola entonces a monetizar el título mucho más allá de la voluntad de la propia desarrolladora.
Claro está, Activision Blizzard no es la única compañía que protagoniza prácticas de esta clase. Electronic Arts, por mencionar una de las más recurrentes dentro del tópico, también ha sido foco de controversias debido a situaciones de la estirpe de, por ejemplo, la supuesta y reciente cancelación de su proyecto de Star Wars, el cual fue usurpado a una Visceral Games que la propia compañía cerró en 2017.
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