De vez en cuando en el mundo de los videojuegos se producen algunos movimientos empresariales de lo más curiosos o sorprendentes. El último de ellos está protagonizado por la mítica desarrolladora japonesa SNK, la cual vendió un gran porcentaje de sus acciones a una compañía de Arabia Saudí controlada por el mismísimo príncipe heredero de dicho país.
Según recoge el medio Nintendo Life, la Electronic Gaming Development Company (EGDC) de Arabia Saudí, la cual es propiedad de Mohammed bin Salman bin Abdulaziz Al Saud, se hizo con el 33% de las acciones de SNK. Tras esta operación el príncipe heredero del país asiático se convierte en el mayor accionista de la compañía, y no en el propietario de la desarrolladora nipona, como se había reportado en un principio.
Al parecer este movimiento empresarial entraría dentro del proyecto "Saudi Vision 2030", cuyo objetivo es diversificar la economía Arabia Saudita más allá del negocio del petróleo, a través de expansiones a otras áreas como la tecnología. Más allá de esto, el príncipe heredero de dicho país mantiene una reputación "cuestionable" tras haber sido acusado de violar los derechos humanos o de espiar el teléfono personal de Jeff Bezos, el dueño de Amazon.
En todo caso, a partir de ahora la mayor parte de las acciones de SNK pasarán a manos de esta empresa árabe. Esta desarrolladora de videojuegos japonesa es conocida por la creación de las sagas Metal Slug, Samurai Shodown o King of Fighters o de la consola Neo Geo.
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