Hace aproximadamente diez años, cifra arriba, cifra abajo, la verdadera (y creo que única) gran revolución de los desarrollos independientes nos arrasó como un camión de decenas de toneladas. Nos quedamos pegados al suelo. Ideas verdaderamente innovadores, obras que aportaban mucho más que los grandes desarrollos que, posteriormente, iban a beber y mucho de estos pequeños estudios. Joyas independientes que, con el paso de los años, se han ido diluyendo.
Una de las mejores experiencias que viví con esa hornada de juegos increíbles fue, sin duda, con Firewatch. Uno de esos juegos independientes que siempre recomiendo, porque pienso que cualquier jugador debería disfrutar de él en algún momento. Ahora mismo no sorprende tantísimo como en su momento, pero sigue ofreciendo una pequeña historia brutalmente humana. Y ahora te lo puedes llevar por 4,99 euros gracias a una oferta temporal de PlayStation Store.
Desde ahora y hasta el próximo 4 de septiembre puedes llevarte Firewatch por este precio increíble (vale cada céntimo) en lugar de los 19,99 euros habituales, precio al que regresará una vez pasen estas semanas. Tienes todavía unos días para decidirte, pero si te tienta, no tardes demasiado. Ahora, si me lo permites, voy a tratar de seguir convenciéndote con una de las más gratas sorpresas que este videojuego me hizo nada más terminar.
Me temo que esta posibilidad ya no está disponible, pero en su momento, al finalizar Firewatch, podías hacerte en formato físico con todas las fotos que habías hecho hasta el momento durante la aventura, como si de un souvenir de un viaje en el mundo real se tratara. Una idea fantástica, novedosa, y a la que no me pude resistir. El viaje me había sorprendido tan gratamente que, de verdad, me hacía ilusión guardar esas fotografías como un bonito recuerdo. Todavía las conservo con cariño.
En Firewatch te pones en la piel de Henry, un vigilante de incendios forestales que trabaja en un Bosque a finales de los años 80. Decide aislarse de su vida anterior para encontrar la paz, después de que su mujer tuviera una cruel enfermedad. Toda la historia nos lleva a conversar con Delilah, su supervisora, a través de un walkie talkie... y creo que no te voy a contar mucho más, porque de verdad que creo que debes jugarlo.
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