Ya no queda nada para la salida de “Fire Emblem Warriors: Three Hopes”, un juego que estoy esperando con muchas ganas desde su anuncio a principios de año (más aún desde que he leído el análisis que ha hecho mi compañero David). Es por ello que estos días no puedo esperar a tenerlo ya en mis manos, más allá de la demo que está ya disponible.
He pensado mucho en la gran ilusión que tengo por jugar a este título, y se debe sin lugar a dudas a que Fire Emblem se ha convertido en una de mis franquicias de Nintendo favoritas, solo por detrás de Pokémon y a la par con Zelda. Así pues, me ha apetecido escribir este artículo contándoos un poco mi historia con la saga del emblema de fuego. Os la dejo aquí mismo.
Corría el año 2013 – 2014 (o por esa época, lo cierto es que no me acuerdo con claridad) y no tenía nada que jugar en mi Nintendo 3DS. Esto me llevó a buscar por la eShop algún juego nuevo, algo que me gustara y pudiera hacerme disfrutar hasta el próximo gran lanzamiento de la Gran N. Recuerdo que estuve leyendo las descripciones sobre varios juegos, hasta que llegue a uno concreto.
“¿Fire Emblem: Awakening? No sé qué es esto, pero hay una demo, así que me la voy a bajar”, pensé. Lo que pasó después es uno de los capítulos más bonitos en mi historia con los videojuegos. No es que me gustara la demo, es que me atrapó completamente. Quedé prendado de la historia de Chrom, Lissa, Frederick y ese personaje al que podía ponerle mi nombre. Como os podéis imaginar, acabé comprando el juego, y, en la actualidad, sigo pensando que es una de las mejores obras que he jugado en mi vida.
Aunque no voy a repasar todo lo que fue la partida, sí que hay un par de aspectos de ella que quiero dejar reflejados en este artículo. El primero de ellos es que me gustó mucho poder estrechar lazos con los compañeros y desbloquear conversaciones. En especial, me hizo ilusión poder llegar a casarme con un personaje (en mi caso, con Lissa) y que nuestra hija Linfan se sumara a la batalla. Flipé cuando supe que mi pequeña llegaba al juego desde el futuro. Solo me queda añadir a este párrafo que mi familia es invencible.
El último aspecto del juego en el que quería incidir toca más mi lado personal. Os pongo en contexto rápido. He tenido una infancia y adolescencia muy felices, pero siempre me ha “torturado” la idea de que debía ser de otra forma, más “normal”, por así decirlo.
En “Fire Emblem: Awakening” conocí personajes de toda clase: valientes, cobardes, optimistas, pesimistas, tímidos, siniestros... y todos eran aceptados con su forma de ser en el grupo liderado por Chrom. “¿Y si no tengo por qué ser de una forma concreta?”. Fire Emblem fue uno de los elementos que me hizo hacerme esta pregunta varios años atrás.
Como podéis suponer, tras la inmejorable experiencia con Awakening, no perdí de vista esta franquicia que antes me era desconocida. Eso hizo que disfrutara de varios juegos en los siguientes años. Los voy a repasar a continuación, aunque no me quiero enrollar tanto como con Awakening.
El primero de ellos fue “Fire Emblem Fates”, cuya principal característica era nos proponía tres caminos distintos a seguir, y, en función del escogido, descubríamos unos secretos u otros. Personalmente creo que esto es un arma de doble filo. Hace la obra más rejugable (yo me pasé las tres rutas), pero también creo que, al ver solo parte de la historia, cada uno de los caminos no es tan interesante como podría serlo una historia unificada, que es lo que nos ofrece la tercera ruta, que salió después.
El resultado fue que no me gustó tanto Fates como Awakening. Pese a ello, terminé muy contento con el juego, y guardo gran recuerdo de personajes como Kana, Felicia y todos mis hermanos y hermanas de Hoshido y Nohr.
El siguiente en llegar fue “Fire Emblem Echoes: Shadows of Valentia”. No sé si será por ser un remake de un juego antiguo, pero la verdad es que nunca llegué a sintonizar del todo con esta obra. Ni su historia ni sus personajes consiguieron ganarse un hueco en mi corazón como sí lo hicieron los de Awakening y Fates, con la excepción, aunque a menor nivel, de Alm y Celica.
No obstante, Echoes no es mi único “fracaso” con Fire Emblem. Hay otros dos títulos que tampoco consiguieron engancharme. El primero fue "Fire Emblem Heroes", y reconozco que el problema no es del juego. La cosa es que nunca me ha gustado lo de jugar en el móvil, y, aunque no me disgusta lo que ofrece, no he conseguido meterme con continuidad en la app y la he dejado abandonada.
El otro título del que no he disfrutado es del primer "Fire Emblem Warriors", porque nunca lo he jugado. “¿Pero qué dice? ¿No está esperando con muchas ganas el segundo?”, estaréis pensando... y la verdad es que tenéis razón. Sinceramente, la verdad es que no recuerdo por qué no compré este juego. Seguramente tenía otras cosas a las que jugar, y lo dejé para más adelante.
Otra razón puede ser su género. Mi primer contacto con los musou (no os voy a engañar, he tenido que mirar como se escribe) fue “Hyrule Warriors”, que no me entusiasmó demasiado. Es por ello que quizás este Fire Emblem no me llamó tanto la atención. No obstante, años después quedé enamorado de “Hyrule Warriors: La Era del Cataclismo”, lo que hace que ahora reciba este Fire Emblem de mayor agrado.
Como habéis podido comprobar en el apartado anterior, no disfruté ningún Fire Emblem tanto como el Awakening, así que estaba empezando a pensar que quizás sería algo único, que nunca encontraría otro Fire Emblem tan bueno. Me equivocaba.
En 2019 salió a la venta “Fire Emblem: Three Houses”, juego que tenía una pinta espectacular y que por supuesto me compré nada más salió. Como supongo que os pasó a muchos, quedé completamente enamorado de esta aventura, y encontré por fin ese juego a la altura de Awakening.
Pero... ¿por qué me gustó tanto esta obra? Hay una razón principal: los personajes. Me parece una auténtica locura la personalidad y la historia que tiene cada uno. Esto hace que me resulte una delicia pasear por Garreg Mach a ver qué me cuentan. El juego nos permite vivir el día a día de los alumnos y profesores. Lo que podría ser aburrido es una delicia con semejantes compañeros. Por cierto, quizás el Monasterio vaya un poco justo a nivel de gráficos, pero no es algo que me moleste demasiado.
Todos los personajes son muy diferentes, lo que provoca que haya acabado cogiéndoles cariño de manera distinta. Por ejemplo, me gustó mucho ver cómo Bernadetta iba progresando con sus miedos, o descubrir que Lorenz, que nunca me ha caído muy allá, también tiene su corazoncito.
Hay otros dos personajes a los que les he cogido especial cariño, y siempre ficho para mi clase: Lysithea y Leonie. Me encantan las historias de cada una, además de que son muy fiables en el campo de batalla. Leonie siempre aguanta lo que haga falta, y Lysithea destroza a quien sea necesario con su potente magia.
Por último, en este breve repaso a los personajes de Three Houses, quería hablar de Edelgard. Le cogí mucho cariño enseguida la la delegada de las Águilas Negras, y por eso me dolió mucho descubrir todo lo que ha sufrido. No obstante, más me dolió aún ver cómo este sufrimiento le llevaba a tomar decisiones, a mi juicio, equivocadas. Ojalá haber podido hablar con ella rompiendo la "barrera" del videojuego.
Dejando un poco de lado los personajes, otro de los elementos característicos de Three Houses es, como su propio nombre indica, elegir a cuál de las tres casas vas a dar clase, lo que marca la historia que viviremos. Como os he dicho antes, no soy muy fan de dividir una historia en varios caminos, pero con este juego lo llevo mejor.
Actualmente, he completado dos rutas. Empecé con las Aguilas Negras because of Edelgard, y luego fui con los Ciervos Dorados (que diría que es la clase que más me gusta en conjunto). Ahora podría estar siguiendo la ruta de los Leones Azules, pero la salida del nuevo "Fire Emblem Warriors" hizo que pospusiera esta nueva aventura.
Y hasta aquí llega este artículo en el que repaso un poco mi historia con Fire Emblem. Ahora, toca disfrutar de nuevas historias de los personajes a los que adoro con "Fire Emblem Warriors: Three Hopes". Ya que habéis llegado hasta aquí, ahora es el turno de escucharos yo a vosotros. Para ello, os dejo una pequeña encuesta sobre la franquicia aquí mismo. También os invito a dejar vuestras historias con Fire Emblem en los comentarios. ¡Os leo!
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