Starfield es sin duda uno de los juegos que más espero. No recuerdo la última vez que me sentía tan ilusionado por un título. Disfruté muchísimo de Fallout 3, Fallout: New Vegas y Skyrim y, aunque jugué a Fallout 4 y 76, no me llegaron a enganchar. Esta odisea espacial supone la primera vez que Bethesda se arriesga con una nueva IP en más de 20 años.
Es por esta y otras muchas razones que ayer en la conferencia de Xbox y Bethesda uno de los juegos que más me interesaba ver era Starfield. En parte también porque desde que se anunció en el E3 de 2018 apenas habíamos visto el juego en acción. Visto el gameplay que mostró Todd Howard, es cierto que me dejó algo frío.
Evidentemente unos mejores gráficos no significan que el juego vaya a ser mejor ni peor. De hecho es importante diferenciar una experiencia cinemática como es The Last of Us con un RPG como Starfield, mucho más grande en cuanto a dimensiones se refiere. Que me venga ahora mismo a la cabeza como ejemplo, Elden Ring no tiene las mejores animaciones ni modelados de personaje y sin embargo es mi GOTY para este año.
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