La división Xbox puede definirse como una moneda: tiene una cara en la que los servicios de suscripción como Xbox Live Gold o Xbox Game Pass han garantizado para la marca numerosos beneficios; por otro lado, el hardware, que incluye a Xbox One, ha experimentado una bajada importante respecto al año pasado en el cuarto trimestre del año, cuando se cierra el año fiscal y comienza uno nuevo: en concreto, el descenso es del 33%, una cifra alarmante pero que puede remontar con la futura Xbox One S Digital All One.
La bajada de ventas, según se expone en GameSpot, vendría dada por un motivo: esta generación, que incluye a Xbox One y PlayStation 4, está llegando a su fin. No incluimos a Nintendo Switch, que se lanzó hace poco más de dos años, pero sí a las dos mencionadas; tras más de cinco años en el mercado, y con el inminente anuncio de sus sucesoras, el mercado está saturado y precisa de nuevo hardware.
Por este motivo, Microsoft lanzará el 7 de mayo Xbox One S Digital All One, una consola que vendría a sustentar el mercado del hardware para la compañía hasta el lanzamiento de una verdadera sucesora. Por su parte, PlayStation 4 se va acercando ya a las 100 millones de unidades vendidas y Nintendo Switch a las 34, cifras meritorias a pesar de la diferencia de tiempo a la venta de cada una de ellas.
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