One Life es el FPS que te obliga a dejar el juego al morir

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Gracias al crowdfunding, al auge de los títulos indies y a plataformas como Steam Greenlight se hacen realidad propuestas realmente extrañas y alocadas, desde simuladores de pan hasta sucesores espirituales de juegos clásicos que no habrían obtenido financiación de otra forma. Pero lo que os presentamos hoy es algo de lo más extraño que nos hemos encontrado, y es un título que bloquea el acceso al mismo desde la cuenta de Steam que estemos usando cuando nos maten dentro del propio juego.

Sí, habéis visto bien, One Life (un título muy acertado) es un shooter en primera persona con zombis que se juega de forma masiva online y tiene una premisa, cuanto menos, extraña: muere una vez y el juego se bloqueará en tu cuenta de Steam para que no puedas volver a jugar. Permadeath llevada al límite más hardcore. Pero no todo es tan sencillo, y es que nuestra muerte dependerá del resto de jugadores (huele a toxicidad), ya que cuando caigamos derrotados a lo largo de nuestra aventura serán los supervivientes los que tendrán en sus manos nuestra continuidad, pudiendo dejarnos vivir, robándonos todo lo que tenemos o matándonos y haciéndonos abandonar el juego definitivamente.

A pesar de esto, el resto de las premisas que tiene el juego son bastante comunes para un shooter MMO, ya que podremos aliarnos con quienes queramos para sobrevivir a la invasión zombi (no pueden faltar zombis hoy en día), robar al resto de jugadores, pelearnos con ellos y viajar a través de un mundo abierto que promete ser bastante grande, siempre con total libertad de elección ante cualquier decisión que se nos plantee.

¿Qué os parece esto a vosotros, jugones? ¿Le veis futuro alguno o simplemente os parece una mera anécdota? El juego ya se encuentra en Steam Greenlight, en cuya página podéis encontrar más vídeos e información.

Redactado por:

Videojuerguista, lector y cinéfilo desde que tengo uso de razón. Hablo de videojuegos, cine, series o lo que me dejen. Incondicional del RPG clásico, lo indie y el wéstern. Me gustan los números y puedes encontrarme con una raqueta en la mano.

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