Rollerdrome es un juego que ofrece justo lo que promete

Las pocas veces que he salido a patinar en mi vida han estado completamente alejadas de la visión idealizada que siempre he tenido sobre el arte de ir sobre ruedas: los patines que tengo son prestados de una amiga con la que perdí el contacto hace años (un abrazo desde aquí, porque aún los sigo teniendo en el armario cogiendo polvo). Y, cuando he salido, siempre he acabado de la misma manera: con raspones en el codo y vídeos en los que se me ve levantándome después de caerme de boca en un intento de no partirme la columna vertebral por forzar la espalda para no perder el equilibrio.

No obstante en los videojuegos la cosa es completamente diferente: las lesiones se las lleva el avatar que controlamos con el mando y los que presenciamos el ridículo que supone caerse somos nosotros. Pero es que os diré algo más: lo que me gusta de los videojuegos no es tanto que nos ponga en la piel de alguien que sabe hacer algo mucho mejor que nosotros, sino que nos permite hacerlo en condiciones de completa fantasía. Como, por ejemplo, tener la posibilidad de patinar por un half-pipe y hacemos un nose grind en una barandilla mientras le reventamos la cabeza a alguien con una escopeta, tal y como ocurre en Rollerdrome.

Esa es precisamente la esencia del nuevo juego de los creadores de Olli Olli pero, ¿es esto suficiente como para satisfacer las fantasías de los que queremos que los videojuegos sean un festival de epilepsia repleto de estímulos con los que se nos acabe derritiendo el cerebro? Pues en parte sí... y en parte no.

En el año 2030 se practica el sk8 or die... de forma literal

Rollerdrome es algo así como un ''¿Qué pasaría si los fanáticos de las armas también lo fueran de los deportes sobre patines?'' Es más; ''¿Qué pasaría si esta fusión se intentase capitalizar a toda costa en un sistema social competitivo donde atrae más ser un voyeur de algo horripilante que tener el valor para hacerlo tu mismo?'' Podría parecer que estoy describiendo el mundo actual, pero estoy hablando de un ficticio 2030.

Rollerdrome nos pone en la piel de una chica que intenta llegar a lo más alto en una competición cuyo mensaje es el de: patina o muere... de forma literal. Si no patinamos con la suficiente soltura como para esquivar lluvias de balas y cohetes, la palmamos. Si no manejamos las armas con la precisión suficiente como para que los que emiten esas lluvias de balas y cohetes paren en algún momento, la palmamos. Si no hacemos los suficientes puntos en una prueba... la palmamos. Pero en este último caso nosotros, porque el juego te restriega en la cara constantemente que podrías hacerlo mejor de lo que lo has hecho con medidores de combos y desafíos a completar.

• La ambientación de Rollerdrome es uno de sus puntos fuertes no tanto por lo estético, sino por el mensaje oculto que intenta transmitir ✅
• Hay secciones en las que el juego es un walking simulator en las que podemos descubrir pistas sobre lo que está ocurriendo fuera del estadio donde ocurren las pruebas ✅

Madre mía, pero mira la sangre... Y ES GAMEPLAY

Colar el famoso meme de Angelysaras como título de esta sección me viene al pelo para que os hagáis una idea de cuál fue mi reacción al ver el primer gameplay de Rollerdrome. El juego era todo lo que necesitaba en ese momento y, al menos en cuanto a lo jugable, me ha ofrecido justo lo que hacía falta para llenar el vacío que sentí con aquel vídeo.

Lo bonito de Rollerdrome es que se trata de uno de esos juegos en los que el ''jogar bonito'' no es algo que sirva solo a nivel estético; no es algo que solo sea útil para que podamos sentir en el pecho esa sensación de chulería al haber encadenado varios combos con grinds, grabs y flips mientras vamos pegando tiros por todos lados. Rollerdrome te incita a jugar bien porque, además, es necesario para sobrevivir:

• Hacer trucos en el juego no solo nos sirve para hacer puntos, sino también para recargar las armas ✅
• En Rollerdrome recuperamos vida al acabar con un enemigo
• El juego tiene un sistema de esquivas con un tiempo bala que se activa si la hacemos en el momento correcto
• Cada misión tendrá 10 desafíos y tendremos que completar un número determinado para poder acceder a la siguiente

En este sentido Rollerdrome es un baile en el que solo eres consciente de todos los pasos que has dado cuando se termina la música. Cuando encadenas movimientos, cámaras lentas, disparos, esquivas en el último momento, wallrides y volteretas de ensueño en una secuencia casi perfecta y aparece el logo de ''has ganado'', Rollerdrome es una experiencia de disfrute máximo, pero con retardo; de destensar todos los músculos tras un tramo de segundos increíblemente veloz de cosas que están ocurriendo bajo un caos sublime.

Conclusión

Rollerdrome es, en definitiva, un juego cuyo tráiler inicial es una promesa sincera de lo que ofrece. El juego es como la bajada de una montaña rusa que veías mucho más larga cuando estabas a punto de empezarla: la adrenalina se te dispara en el sistema hormonal y, justo cuando tu cuerpo está a mitad del proceso que supone acostumbrarse a ese chute natural, llegas abajo del todo con la sensación de que podrías haber aguantado un poco más.

Rollerdrome ha sido para mi un recordatorio de que las expectativas pueden ser un arma de doble filo en todos los sentidos de la vida, pero también de lo bonito que es vivir la vida esperando cosas de ella. Es cierto que ahora tengo una opinión incluso menos clara de si el juego me parece increíble o solo bueno, pero el ansia con la que esperé a poder jugarlo fue un proceso hermoso a su manera. Que me quiten lo bailao... o lo patinao, en este caso.