Se está liando una muy grande dentro de Activision y fuera de ella. Todo a raíz de un artículo del medio WSJ que destapaba una serie de situaciones que no dejaban en buen lugar al CEO de la compañía, Bobby Kotick. Desde amenazas graves a uno de sus asistentes ante el hecho de no hacer nada en cuanto le llegaron demandas internas de acoso sexual por parte de algunas de sus empleadas.
La controversia es tan grande que las estructuras internas de Activision han comenzado a caer como un dominó. Esta misma mañana sabíamos que Dan Bunting, CEO de Treyarch y el principal receptor de dichas acusaciones de abuso ha dimitido de la compañía. Pero existe un sector de los accionistas de Activision que no estarían contentos solo con esto y exigen una serie de medidas adicionales. A continuación, os dejo por toda la información que los compañeros de Washington Post han sacado a la luz al respecto.
Cada piedra que alguien golpea dentro de Activision con el pie parece destapar un millón de polémicas ocultas hasta el día de hoy y parece que a la junta directiva de la compañía le urge emitir una respuesta oficial o seguirá perdiendo cada vez más aliados en los próximos días. Cada vez es más evidente que la cosa para las altas esferas de la empresa no pinta nada bien.
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