Juego de Tronos o Breaking Bad. Cualquiera de las dos puede considerarse como la mejor serie de la historia, aunque la balanza se inclina hacia Breaking Bad si analizas las últimas temporadas de Juego de Tronos. Además, el thriller protagonizado por Bryan Cranston y Aaron Paul fue tan bueno, que marcó el comienzo de una nueva etapa en la producción televisiva a nivel internacional, estableciendo un baremo muy difícil de alcanzar.
Lo sorprendente de Breaking Bad es que muchos fans, incluso los que se declaran más acérrimos, desconocen una historia que tuvo lugar detrás de cámaras y que terminó con la despedida de un personaje mucho antes de lo previsto. Esta muerte se produjo ocho capítulos antes de lo que tenía pensado el creador, Vince Gilligan, y dejó un importante hueco en una serie histórica.
Tenemos que remontarnos a los inicios de Breaking Bad para recordar quién era Tuco Salamanca, un capo de la droga que se convierte en el primer y único contacto que los protagonistas, Walter White y Jesse Pinkman, tienen con este complejo mundo. Su comportamiento no puede ser más deleznable, aunque Walter White le consigue hacer frente en un momento dado, detalle que a los fans nos encantó por la evolución que sufrió el personaje interpretado por Bryan Cranston.
Realmente no comprenderíamos al Walter White de futuras temporadas sin Tuco Salamanca, el capo que interpreta Raymond Cruz en esta primera etapa de la serie. El problema es que a Cruz no le gustaba excesivamente este personaje, por esta razón le vimos en pantalla únicamente en cuatro capítulos. ¿Y por qué el intérprete terminó acelerando la muerte de su personaje?
IGN ha publicado un extenso artículo que expone la razón por la que Raymond Cruz obligó al equipo creativo de Breaking Bad a acabar con la vida de Tuco Salamanca ocho capítulos antes de lo que estaba previsto: su esposa no soportaba la idea de que el hombre con el que compartía su vida interpretara a un capo de la droga tan deleznable. Finalmente, Tuco Salamanca murió en el desenlace de la primera temporada y nos quedamos sin verle en la segunda.
Evidentemente, este deseo de Raymond Cruz obligó a los guionistas de Breaking Bad a cambiar por completos sus planes. De contar con Tuco Salamanca, a despedirse de él en el final de la primera temporada, teniendo que rehacer ese episodio y considerando qué era lo más apropiado para el futuro de una serie que tenía por delante un reto imposible: mejorar con cada temporada. ¡Y vaya que sí lo consiguió!
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