'The Acolyte' acaba de transformar una habilidad básica de los Jedi en un poder muy interesante

'Star Wars: The Acolyte' ha logrado transformar una de las habilidades más fundamentales de los Jedi en un poder impresionante y cautivador. Esta serie nos muestra una faceta completamente distinta de la Orden Jedi, ya que transcurre hacia el final de la era de la Alta República, aproximadamente un siglo antes del inicio de la saga Skywalker. En este periodo, los Jedi están al borde de su Edad de Oro, y pronto serán consumidos por el miedo y la oscuridad, adoptando una postura más retraída. Un personaje clave en la serie, el Maestro Jedi Torbin personifica este cambio crucial.

¿Quién es el Maestro Torbin?

El Maestro Jedi Torbin, quien hizo el Voto de Barash años atrás, ha permanecido en una conexión silenciosa con la Fuerza desde entonces. Este voto, que a menudo se toma para buscar redención por actos pasados, parece ser algo mucho más significativo en 'The Acolyte'. El estado meditativo que adoptan los Jedi, ya sea por una búsqueda de conocimiento profundo o por el Voto de Barash, no solo les permite contemplar la voluntad de la Fuerza, sino que también intensifica su conexión física con ella.

La meditación de Torbin es un espectáculo asombroso. Y es que, aunque la meditación es una práctica común entre los Jedi para conectar con la Fuerza, centrarse y relajarse, en la era de la Alta República se muestran diversas formas en que los Jedi experimentan la Fuerza durante la meditación. Algunos la perciben como una melodía, otros como un tapiz de colores vibrantes. Para Torbin, su meditación le permitió manifestar la Fuerza de una manera extraordinariamente poderosa.

La meditación más poderosa

Durante su meditación, Torbin era rodeado por un campo de Fuerza impresionante que lo mantenía levitando, creando una especie de escudo impenetrable contra el mundo exterior. Este estado de meditación parece haber sido una forma de expiación por actos oscuros en su pasado, relacionados con Mae y su hermana. Este escudo no solo protegía a Torbin físicamente, sino que también simbolizaba lo que un Jedi debería aspirar a ser: un protector y defensor inquebrantable.

Dicho esto, es intrigante ver cómo una de las técnicas más comunes y básicas de los Jedi puede generar un poder tan inmenso. Y es que, a lo largo de la franquicia hemos visto meditar a muchos maestros, pero nunca habíamos observado que llevara a semejante despliegue de poder. Si otros Jedi más poderosos llegaran a replicar esta técnica podría convertirse en un recurso muy poderoso, pero aún está por ver si quedará relegada a 'The Acolyte'.

La única debilidad de Torbin

A pesar de su defensa inquebrantable, Mae encontró una manera de penetrar este formidable campo de Fuerza, no a través de la violencia, sino apelando a la culpa y la necesidad de perdón de Torbin. Este acto demuestra que, aunque el mundo físico no podía tocar a Torbin, el dolor emocional sí podía. La aceptación de Torbin del veneno ofrecido por Mae no solo revela la intensidad de su culpa, sino que también señala que las respuestas a los conflictos internos de los Jedi no siempre se encuentran en la Fuerza.

Esto pone de relieve una importante lección: los Jedi no pueden depender únicamente de la Fuerza para alcanzar la paz interior. Torbin, a pesar de su profunda conexión con la Fuerza, no pudo encontrar la redención que buscaba. Su impresionante proeza durante la meditación es innegable, pero también es crucial encontrar un equilibrio emocional fuera de esta meditación profunda, ya que si no, se convertirá en un simple recurso para huir de la realidad.

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