"Blue Box" ha debutado como anime en el día de hoy siendo tremendamente honesto con lo que propone: una rom-com bañada en deporte. ¿O un anime de deportes pintado como una rom-com? Quizá no es tan claro como parece, y quizá ese es uno de los grandes atractivos que presenta esta adaptación. Porque animes de deportes y rom-coms los tenemos a patadas cada año, pero un anime que busque crear una fórmula de equilibrio perfecto entre ambos factores... pues no tanto.
Algo interesante que hace "Blue Box" desde el primer instante es establecer dónde está realmente lo que importa del anime. Y eso se mueve en dos campos: las relaciones de los personajes y su dedicación al deporte. La mayor parte del contenido de la historia transcurre o bien en una cancha o por contrario en escenas más privadas del día a día de cada uno.
Para Chinatsu no hay nada más importante que el baloncesto. En su momento se quedó a las puertas de alcanzar el Campeonato Nacional con su equipo y ahora entrena sin parar por tal de no volver a quedarse con la miel en los labios. Le encanta cargar con la responsabilidad que conlleva sacar adelante un esfuerzo colectivo, una visión que contrasta bastante con la perspectiva de Taiki sobre el deporte.
Por su parte, Taiki es alguien que se dedica al bádminton porque le encantan 'sufrir' por su cuenta. Saber que es el dueño de su destino en la cancha es algo que despierta su pasión. No parece poseer tantos sueños de grandeza como Chinatsu, pero de la misma manera se ve que tiene fuertes sentimientos por el bádminton. Y es esa dedicación por su deporte lo que en cierta medida le permite conectar también con Chinatsu.
Así que sí, en "Blue Box" cada uno de los protagonistas tiene su deporte predilecto, su visión sobre lo que es enfrentarse al desafío que este representa. Pero de la misma manera esto es una rom-com. ¿Cómo se nota exactamente ese efecto del romance y el humor en un show que parece dar tanto peso al concepto del deporte?
A pesar de toda la presentación deportiva que he hecho respecto a "Blue Box", la realidad es que desde el primer instante del anime queda claro que Taiki está enamorado de Chinatsu. No es algo que aparezca de manera secundaria o que se vaya desarollando poco a poco a medida que Taiki observa a Chinatsu jugar a baloncesto. Sus sentimientos son una noción que existen desde el comienzo y que se transmiten así al espectador.
Como una rom-com, lo cierto es que Taiki es un protagonista que carga con el peso de la comedia a las mil maravillas. Chinatsu tiene la cabeza en otras cosas, siendo esas cosas el baloncesto, así que mayormente los momentos embarazosos y de intensidad emocional vienen de un chico adolescente que está desbordado por los sentimientos. Pocas cosas mejores que verle dando vueltas en la cama completamente avergonzado al recordar cuando le dice a Chinatsu lo mucho que le ha inspirado.
Es decir, mientras que el deporte es lo que motiva a Chinatsu, la comedia romántica es lo que da más sentido a Taiki. Lógicamente, ambos factores se entremezclan a la par que lo hacen los personajes, pero sobre el papel cada uno de los dos protagonistas representa más una faceta de lo que da sentido a "Blue Box". Una forma de generar un equilibrio entre géneros como raramente se encuentra en esta clase de animes.
"Blue Box" consigue dar con una presentación de deporte y rom-com en la que ambos géneros son igual de relevantes, un logro que no se ha visto en otra obra de un éxito similar al que ya posee esta. Es así que "Blue Box" tiene la oportunidad de marcar un antes y un después en lo relativo a las rom-com y los animes de deportes, ofreciendo un híbrido perfecto entre ambos que podría dar pie a una nueva forma de idear este tipo de historias adolescentes.
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