"Dr. Stone" tardó bien poco en enseñarnos que en la reconstrucción de la humanidad no puede salir todo como en un esquema perfectamente diseñado, y la primera piedra en el camino de Senku y Taiju, que a su vez sirvió de salvador, fue ni más ni menos que Tsukasa Shishio, el adolescente más poderoso de todos. Ahora, tras introducir lo que parecía iba a ser un conflicto de ideas, todo acaba convirtiéndose en algo mucho más complejo.
Desde que despertó, Senku afronta la distopía de su mundo como un reto, un desafío inaudito en el cual tendría a su alcance la posibilidad de salvar a la humanidad a la par que reconstruirla. Desafortunadamente, con Tsukasa en su camino las cosas no iban a progresar tal y como funcionaban en su cabeza, pues este último solo cree en la pureza de los jóvenes, una especie de superioridad de raza que pocas buenas marcas ha dejado en la historia del ser humano. De este modo, la diferencia de opiniones entre ambos acaba escalando a tal ritmo que nos encontramos con la peor de las posibilidades: una carrera a vida o muerte.
Senku maquina rápidamente -no gracias a Taiju, eso está claro- lo que puede suponer un primer acercamiento para batir a Tsukasa. Así pues, tras finalmente conseguir despertar a Yuzuriha -veremos ahora cuánto tarda Taiju en confesar sus sentimientos- Senku pone a prueba las capacidades de Tsukasa para dejarnos con una conclusión: no puede ser humano. Habiendo visto ahora que el nivel tecnológico actual que posee es insuficiente para acabar con Tsukasa, el joven científico nos prepara para lo que está siendo uno de los mejores puntos del anime: un nuevo salto en la historia de la humanidad y su tecnología.
Teniendo claro ya que actualmente les resultará imposible dejar fuera de combate a Tsukasa, Senku, Taiju y Yuzuriha empiezan una búsqueda por tal de obtener el componente necesario para crear pólvora, lo que a su vez les permitirá utilizar armas de fuego que, ciertamente, les ayudarán a controlar a Tsukasa. No obstante, el ya consolidado como villano se alza como una figura no únicamente de fuerza física, sino también de suma inteligencia. Lógicamente, este no se halla al nivel de Senku, pero muestra una habilidad para atar cabos que, pese a ir un paso por detrás, le permite seguir el rastro del grupo.
Abriendo un pequeño plano mediante el que tratar la presencia de Yuzuriha, la realidad es que en este punto el personaje no parece tener demasiado a aportar por sí mismo más que como figura motivadora de Taiju. En una primera impresión, esta se presenta como un personaje plano que, por lo menos, muestra la lógica capacidad emocional de recordar a la familia que estuviera de su lado antes de que se diera la petrificación mundial, un proceso que curiosamente no se ha dado hasta el momento ni con Taiju ni tampoco Senku.
Por otro lado, en este episodio conocemos una interesante curiosidad para con los diseños de "Dr. Stone", y es que las marcas que los personajes presentan por todo el cuerpo son en realidad grietas sufridas en el proceso de petrificación. No obstante, gracias al 'líquido mágico' de Senku se produce una acción regenerativa lo suficientemente efectiva y potente como para conseguir que algo tan salvaje como tener una estructura física resquebrajada no suponga problema alguno a la hora de 'volver a la vida' y tener que desempeñar esfuerzos físicos. Y es que, precisamente, si en algo sigue brillando "Dr. Stone" es en su representación de lo científico.
Contar con un villano como Tsukasa, así como personajes tales que Taiju y Yuzuriha son elecciones que realmente no se desmarcan demasiado del marco habitual del anime, motivo por el que seguir dando la debida relevancia a Senku y su progreso histórico será lo que acabe determinando el éxito a largo plazo de la producción. Lógicamente, aún es mucho lo que queda por delante, pero será necesario que lo que con seguridad se convertirá en un cada vez mayor número de personajes no desvíe la atención de lo que hace de "Dr. Stone" un producto único: su genio científico en el proceso de reconstrucción del planeta.