Fire Force
Analizado en Capítulo 1x11
- Una introspección en la historia del octavo escuadrón
- La primera muestra del poder de Shinmon
Política de puntuación
"Fire Force" se encuentran narrando, indudablemente, una historia que va para largo. No solo por todos los escuadrones de la organización de los bomberos que todavía quedan por descubrir, sino también por el hecho de contar con alargadas sombras como las de los Evangelistas, donde encontraremos a Sho, hermano de Shinra, así como otras figuras misteriosas tales que las de Joker. No obstante, para poder mirar al futuro es necesario conocer el pasado, y eso precisamente lo que se nos ofrece en este último episodio.
De este modo, observamos cómo en plena planificación, los distintos miembros del octavo escuadrón plantean una duda: ¿cómo llegó a formarse esta división? La respuesta, pues, llega de Takehisa Hinawa, el hombre que junto a Akitaru Obi se encargó de formar a la brigada en cuestión. Así pues, la historia narrada por Hinawa nos ofrece distintos puntos de apreciación, siendo el primero los valores que desde el primer instante Obi intentó que tanto Shinra como Arthur aprendieran -lo cual parece claramente haber ocurrido-.
A raíz de la historia narrada por Hinawa, pues, conocemos que la 'deformación' de los valores de los bomberos llega de bastante tiempo atrás, desde antes incluso que 'la octava' llegara a existir. En cierto punto, parece ser que los miembros de la organización dejaron de ver a los Infernales como gente que había sufrido un trágico destino, y en su lugar esta concepción se sustituyó por una que se los deshumanizaba de distintas formas, ya fuera haciéndolos ver como meros objetos de investigación o, en este caso, cual objetivos de una competición.
Al observar esto de primera mano, el carácter de Obi le lleva a tomar una decisión: si no existe ningún escuadrón que vele por el descanso de los Infernales -los cuales no han escogido convertirse en tales seres- ni tampoco por el bienestar de los familiares afectados, se encargará de crearlo él mismo. Es así también como Hinawa, tras experimenta un fatídico episodio personal, reconoce que alguien de la condición de Obi es la figura necesaria para poder atacar directamente a un problema que se ha convertido en un hobby para muchos.
Vista la historia de los cimientos de la octava división, los cuales ciertamente responden a todo cuanto habíamos visto hasta la fecha, se decide que el mejor punto para seguir la investigación se halla en aquel dirigido por el séptimo escuadrón. Como podemos comprobar, pues, la anarquía de Benimaru Shinmon, líder de tal división y considerado como el bombero más poderoso de todos, se plasma incluso en la representación de su distrito, el cual luce un aspecto reminiscente a la Japón antigua en la que no puede tener peso alguno ni el gobierno ni ningún otro organismo.
El motivo de ello, claramente, reside en las capacidades del mencionado Shinmon, el cual sorprendentemente se muestra como alguien que puede utilizar tanto las habilidades de un piroquinético de segunda generación como otro de tercera generación. Esto, por ende, implica que puede generar llamas de la misma forma en la que lo hacen Shinra y Arthur, y al mismo tiempo tener un control absoluto de las mismas como luciera Maki, la cual recordamos dejó sin posibilidad alguna a Arthur y Shinra durante su enfrentamiento de práctica.
Por otro lado, observamos también cómo en su territorio Shinmon no es solo un guerrero más, sino que es venerado como un salvador, una especie de dios en la tierra con la capacidad de dar descanso a los afectados por las llamas. Es así como se observa al transformase uno de los miembros del pueblo en Infernal, pues antes de acabar con este, Shinmon realiza un pequeño ritual por el cual destroza diversas casas de los alrededores. Una anciana del pueblo explica claramente el porqué de ello, y es que todo daño material puede acabar viéndose reconstruido, pero la vida que Shinmon deberá purificar quedará perdida para siempre.
A pesar de tener que realizar acciones como la expuesta de vez en cuando, Shinmon, en su carácter anárquico, se niega a colaborar inicialmente con el octavo escuadrón bajo el pretexto de que sirven como 'perros del gobierno'. Pese a ello, parece obvio que no habrá bonito sakuga que pueda detener la alianza de ambos escuadrones, sobre todo ahora que la octava división ya se ha plantado con todas y cada una de sus fuerzas en su territorio.
En última instancia, destacaremos que todo apunta a que la acción volverá a ser la principal protagonista de "Fire Force" durante su siguiente episodio, el cual se mantendrá dentro de los límites de Asakusa -el distrito de Shinmon-. Mientras tanto, si queréis rememorar lo tratado durante el anterior episodio, os dejaremos en este enlace con nuestra crítica del episodio 10 de "Fire Force".