"Dragon Ball Z" y "Dragon Ball GT" fueron dos sagas marcadas por un claro componente: la sangre y el poder de la raza Saiyan. Estos guerreros del espacio, con la capacidad de convertirse en monos gigantes, aumentan su poder de gran forma cada vez que superan una situación de vida o muerte. Es una raza diseñada para la lucha, por lo que a priori no hay mejor contexto para un anime como "Dragon Ball". Sin embargo, desde su comienzo "Dragon Ball Super" ha 'coqueteado' con otro tipo de energía, y esta claramente amenaza al futuro Saiyan.
Con la introducción de Beerus, el dios de la destrucción del universo 7 - así como también de su ángel Whis -, "Dragon Ball Super" daba pie al Ki divino como nunca antes, una energía que solo aquellos que la poseían podían detectar. Ante tal anomalía, no importaba el nivel de Super Saiyan que Goku empleara - aunque nunca sabremos qué habría ocurrido si el Super Saiyan 4 estuviera más aceptado -, lo que acabó provocando que tanto este como Vegeta desarrollaran la capacidad para usar la energía divina.
Es así como, en primer lugar, se dio paso al Super Saiyan God, el cual posteriormente fue seguido por el Super Saiyan God Super Saiyan. Este último, a su vez, fue combinado por Son Goku junto al Kaioken. Poco a poco, veíamos cómo los principales rostros de la franquicia se valían de nuevas transformaciones que dejaban en nada al que una vez fuera el impresionante Super Saiyan - hecho que en realidad puede remontarse incluso al final de "Dragon Ball Z" -. Por si todo esto no fuera suficiente, justo al final del Torneo del Poder pudimos contemplar el Ultra Instinto, la transformación más poderosa jamás visitada por Son Goku y que apunta a seguir cobrando protagonismo.
Vistos todos estos nombres y 'evoluciones', solo queda una pregunta por responder: ¿siguen teniendo cabida alguna en el futuro del anime las transformaciones de los Super Saiyan - más allá de como mero complemento a la energía divina - ?
"Dragon Ball Super: Broly" fue otra clara muestra del cambio en el anime; el enfrentamiento entre Broly y los Saiyans protagonistas se saldaba con una tímida transformación en Super Saiyan, la cual se veía rápidamente seguida de los mencionados niveles divinos. Incluso estos últimos acababan siendo insuficientes ante el Super Saiyan Legendario, lo que obligaba a valerse de la fusión de Gogeta para concluir el peligro.
En este punto, es pertinente preguntarse para qué sirve el Super Saiyan y la sangre de los guerreros. Ciertamente, "Dragon Ball GT" fue la última saga que hizo un esfuerzo por alargar el poder de esta raza, mientras que en "Dragon Ball Super" no se ha dudado en tildarla de insuficiente. Asimismo, vale la pena recordar que 'Gohan Definitivo' fue el primer personaje que optó en dejar de lado el Super Saiyan, de ahí que se le conozca también como 'Gohan Místico'. Lo que poco a poco ha dejado claro Akira Toriyama es lo siguiente: la sangra Saiyan no es necesaria para que los protagonistas sigan superando los peligros a los que se enfrentan.
En tal sentido, y volviendo al mismo Gohan, en estas últimas semanas se ha especulado con que "Dragon Ball Super" pudiera ofrecerle una nueva transformación. De ser así, parece bastante obvio que se optaría por una línea alternativa a la del Super Saiyan, pues por lógica el siguiente nivel explorable para Son Gohan sería el Super Saiyan 3, el cual protagonizó una rápida aparición durante el Torneo del Poder para confirmar que se trata de una realidad del pasado. Y es que no, el poder que una vez sirvió para hacer frente a Kid Buu ya no es suficiente, ni mucho menos.
Veremos, pues, cuál es el camino seguido por "Dragon Ball Super" en volver el anime, hecho para el que todavía parece faltar mucho tiempo. Tal es así, que los seguidores de la franquicia volvieron a mostrarse inciertos ante un anuncio para incluso este mismo año.
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