Crítica de Géminis: blockbuster disfrazado de arte
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Crítica de Géminis: blockbuster disfrazado de arte

Will Smith acierta por partida doble en una producción que no sabe exactamente qué quiere ser

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Portada de Géminis
  • Fecha de estreno: 11/10/2019
  • Género: Acción, drama
  • Productora: Skydance Media
  • Director: Ang Lee
  • Guionista: David Benioff, Darren Lemke, Billy Ray

Un guion que ha estado más de dos décadas cocinándose no puede satisfacer las expectativas de nadie. Es físicamente imposible. Ang Lee era consciente de ello cuando decidió aceptar barco y encargarse de sacar adelante el mamotreto que Jerry Bruckheimer ya había intentado vender en los 90 sin mucho éxito. La tecnología actual permitía dar vida a la historia del productor como él siempre la había imaginado, claro, y el director de "La Vida de Pi" se subió al proyecto de Skydance con la idea de revolucionar el cine. Lee siempre tiene esas pretensiones con sus trabajos, pero pocas veces las cumple. ¿Lo hace en "Géminis" ("Gemini Man")? Sí y no.

Su premisa, el 'yo' contra el 'yo' enmarcado en un futuro cercano, ofrecía unas posibilidades inimaginables para destilar mensajes existencialistas, introspecciones éticas, y todo tipo de reflexiones intimistas de corte filosófico. Y en cierto sentido, la película consigue transmitir parte de toda esa densa carga. Eso sí, solo lo hace de manera parcial -y he aquí el principal escollo del metraje- porque Lee también quiere hacer de la producción un viaje entretenido, dando gran peso al apartado técnico visual. Un componente que en último término acabaría sirviendo como bandera promocional de Paramount, y que fragmenta la naturaleza de la cinta en dos pulsiones contrapuestas.

Del todo al nada

"Géminis" quiere ser tanto un blockbuster como una de esas historias personales que tanto gustan a la Academia. Lo primero termina avasallando a lo segundo, y el resultado es desconcertante a la par que decepcionante. Es necesario en este caso hablar del aspecto visual, que funciona de manera sobresaliente; la película ha sido rodada a 120 fotogramas por segundo (una cinta normal se rueda a 24 fps), en 4K, y con un 3D virtuoso volcado siempre a la complejidad de las escenas. Esta presentación visual convierte a cada explosión, cada golpe, y cada persecución, en un verdadero espectáculo sensorial que no da signos de flaqueza en ningún momento.

El segundo as de Lee es Will Smith, quien ya viene a este particular proyecto con un bagaje inabarcable tanto dentro como fuera del género; aquí se convierte en el todo de "Géminis". Tanto su versión actual como su versión joven portan trazas de ese dramatismo e intensidad que ya desprendió en cintas "Soy leyenda" o "Siete almas". Pero la complejidad del papel no se queda únicamente en el trasfondo del protagonista. Lee le empuja hacia su trabajo más complejo a nivel técnico, teniendo que colaborar íntimamente con la tecnología de Weta que pare a su yo de 27 años. Entorpeciendo voluntariamente su interpretación cuando recrea su inexperiencia, y demostrando más peso en acciones y pensamientos cuando regresa al presente.

Géminis

La apuesta no resulta ser el simple paso hacia adelante que pretende el director. Smith se tambalea a lo largo de casi dos horas por el borde del valle inquietante. Desafiando al espectador a entrar en juego bañado de un escepticismo complicado de atravesar. Y sí, aunque parezca curioso, lo consigue. Lee logra maquillar todo ese armatoste artificial para quedarse en pantalla solo con los réditos y el espectáculo de su propuesta. La burbuja se comienza a desinflar, sin embargo, cuando llega el momento de dejar actuar a ese pretencioso guion de Bruckheimer; una historia con potencial intrínseco y un lenguaje torticero que desdibuja por completo el pastel.

La belleza no está en el interior

"Géminis" narra la historia de Henry Brogan, un asesino a sueldo atormentado por su pasado. Algo a lo que tendrá que enfrentarse no solo simbólicamente, sino también materialmente. Clay Varris (Clive Owen) el jefe de la antigua organización para la que trabajaba, escondió ADN suyo cuando tenía 27 años, y ahora que su unidad más valiosa pretende vivir con cientos de secretos a sus espaldas, decide recrear una réplica para atar cabos. Desde ahí se dibuja una trama de persecuciones constantes con sabor a fritos y refritos de los últimos 30 años. El desarrollo previsible de los acontecimientos, la falsa sensación de peligro que sobrevuela al protagonista, y los clichés que construyen al reparto secundario, encasillan pronto a la historia arrebatándole todo el interés posible.

¿Y qué hay de esa dualidad enfrentada del pasado y el futuro? Lee sabe jugar bien con ese elemento durante los primeros tres cuartos de película. Va intercalando grandes set pieces de acción con momentos de verdadera introspección, con extensas conversaciones en las que un Henry le abre la mente a otro exponiendo experiencias y vivencias para aplacar el fervor de la juventud. El cineasta en este sentido no se amilana, y logra perfilar una problemática creíble, y más importante, cautivadora. No se le puede negar el mérito de saber manejar una patata tan hábilmente, pero tampoco es posible ignorar el autosabotaje al que se somete durante la recta final del metraje.

Géminis

"Géminis" de pronto deja de ser un viaje vital para convertirse en "Terminator". No es necesario entrar en terreno de spoilers para exponer el desaliñado que tanta explosión y ciencia ficción de mercadillo, causa a la construcción de la tensión. Todo por lo que trabaja Lee durante más de hora media se ve evaporado en favor de un clímax propio de los blocbusters más ochenteros. Esta, que debía ser una cinta única y sorprendente, termina construida sobre los mismos pilares que las tres cuartas partes de las propuestas salidas de Hollywood. Compartiendo mismos recursos e intentando sorprender con el manual base ya bien conocido.

Conclusión

No se puede decir que ni el director ni el productor fracasen en su objetivo. Para Lee, la cinta es un portento visual que hace cosas nunca antes vistas en la gran pantalla. En la perspectiva de Buckheimer, el resultado es notablemente entretenido. Ahora bien, ninguno de esos dos logros consigue hacer de esta producción algo que recordar para los próximos años. Ni siquiera para destacar en la carrera de premios. "Géminis" es simplemente correcta, y podría haber sido mucho más.


Géminis

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Ang Lee plantea un pastiche filosófico y existencialista que pretende sorprender copiando fórmulas y lenguaje. Will Smith consigue cocinar por partida doble uno de sus trabajos más destacados en los últimos años, pero pronto se ve atrapado en un mar de clichés, explosiones, y secuencias meramente circenses.

  • Una utilización del CGI no vista hasta la fecha
  • Will Smith actual
  • Will Smith joven
  • Gran ritmo y secuencias de acción
  • Clichés y tropos que desdibujan la autenticidad pretendida
  • Final previsible y sin fuerza
  • David Benioff participa en el guion
Duración: 117 min

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Redactado por:

Criado y educado en la escuela de Ghibli. Emborrachado de anime, poco a poco abriéndome a otros sabores y colores.