Solo puedo decir que me he quedado impactado al ver a Gonzalo Ramos extremadamente cambiado. Es probable que su nombre no os diga nada, pero si visteis Física o Química, con saber que era Julio ya estaréis más que ubicados. Sí, ese chico tímido del que todas las chicas estaban enamoradas y empapelaban carpetas con su cara. Ahora bien, cuando veáis el cambio físico tan peligroso que ha experimentado, entenderéis mi sorpresa...
El problema que ha tenido Gonzalo Ramos este año es que ha tenido que dar vida a dos personajes totalmente diferentes: primero a Pablo, un abogado que tiene una vida idílica y que es uno de los principales protagonistas de la comedia La familia perfecta; pero al poco tuvo que ponerse en la piel de Toni, un hombre extraño, solitario y ermitaño que no quiere que nadie viva a su alrededor. A éste le veremos en Reflejos.
"Dos personajes en dos películas que son como la noche y el día, pero que ambas, a su manera, me han tocado el corazón", ha revelado Gonzalo Ramos haciendo hincapié en la suerte que ha tenido de volver a la pantalla pese a los tiempos tan raros y complicados que nos han tocado vivir.
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