Hay muchísimas teorías sobre el universo de Star Wars, y algunas son más extravagantes que otras. Una de las hipótesis más impactantes, y que tiene bastante peso dentro del fandom, es que el odiado Jar Jar Binks es en realidad un poderoso Sith que se hacía pasar por un imbécil. En principio, esta afirmación puede parecer una auténtica locura, pero lo cierto es que hay muchos sucesos en las precuelas de Star Wars que respaldan el hecho de que Jar Jar es malvado.
El retorno de Ahmed Best, el actor que interpretó a Jar Jar, en The Mandalorian ha provocado que muchos espectadores recordasen esta vieja hipótesis y tratasen de comprobarla, repasando todas las acciones de Jar Jar en los 3 primeros episodios de Star Wars. Nosotros nos hemos unido al experimento, elaborando una lista con todos los motivos por los que Jar Jar podría pertenecer al lado Oscuro. Ahora es toca a vosotros decidir si esta teoría se sostiene, o si acaba siendo tan absurda como parece.
Jar Jar era tan increíblemente torpe e inepto, que sus payasadas parecían bastante forzadas, como si casi fuesen hechas a propósito. El carácter patoso de Jar Jar sería una buena tapadera para un aprendiz de Sith que estuviese infiltrándose en la República. Tanto Qui-Gon Jinn como Obi-Wan Kenobi estaban seguros de escasa inteligencia, lo que confirma que la torpeza de Jar Jar es una coartada perfecta. Palpatine logró camuflarse haciéndose pasar por alguien bondadoso, así que no es tan extraño que Jar Jar intentase algo parecido.
Los eventos que llevaron a Qui-Gon Jinn a descubrir a Anakin Skywalker en Tatooine, y a que el joven se fuese corrompiendo y pasándose al lado Oscuro, fueron orquestados por Palpatine desde el principio. Él tenía un plan muy meticuloso que implicaba manipular a toda la galaxia, y Jar Jar podría haber sido otra pieza de este plan. Que Jar Jar fuese los ojos y oídos de Palpatine en Naboo, el mundo natal de Sidious, y que luego se acercase al Elegido tiene bastante sentido.
Jar Jar suele generar un montón de desastres por culpa de sus tropiezos, pero lo cierto es que durante sus gags parece hacer algunos giros y piruetas que son propios de usuarios de la Fuerza. Puede que estas acrobacias imperfectas escondan más de lo que parece a simple vista, y además suele hacerlas en momentos de peligro, para ponerse a salvo. Como en la batalla de Naboo, en la que sobrevivió al enfrentarse contra un ejercito de droides. Este sería otro signo de que Jar Jar esconde su verdadera naturaleza tras una torpeza forzada.
Cada vez que Jar Jar intenta convencer a alguien de algo, gesticula con las manos, tal y como lo hacen los Sith y los Jedi cuando quieren manipular la mente de alguien. Este gesto de Jar Jar se ve especialmente cuando él intenta convencer al Senado de ceder el poder a Palpatine. Lo cierto es que se necesitaría un Sith increíblemente poderoso para dominar la voluntad de tantas personas, lo que pondría a Jar Jar al nivel del temible Darth Sidious, un Sith legendario.
Al inicio de El Ataque de los Clones, se revela que Jar Jar ha sido elegido como representante de Naboo en el Senado Galáctico. Esto parece un salto demasiado grande para alguien que era un don nadie en La Amenaza Fantasma. No hay forma de que un ser tan simple como Jar Jar gane una posición de tanta importancia sin tener grandes habilidades de manipulación o amigos influyentes. Es muy posible que Palpatine jugase algún papel en su elección, de lo contrario este suceso es incoherente.
Palpatine consiguió convertir la República en el Imperio porque se le dio el poder absoluto durante un estado de emergencia intergaláctica. El representante del gobierno que logró que el Senado votara a favor de esta medida fue Jar Jar. Aunque en las películas se insinúa que Palpatine manipuló a Jar Jar mencionando esta posibilidad frente a él, muchos creen que el emperador solo se limitó a darle la orden de que le entregase el poder. De esta forma, la supuesta intervención de Palpatine en la ascensión política de Jar Jar cobra mucho sentido.
Después de que el Imperio llegara al poder, muchos residentes de Naboo y otras civilizaciones galácticas se volvieron contra Jar Jar, creyendo que él había permitido que la tiranía se infiltrara en la República. Las sospechas de que Jar Jar era un espía de Palpatine existen hasta entre los personajes de Star Wars. Incluso llegan a pensar que tenía relaciones con los Sith, o que era uno de ellos. Todas estas sospechas se ven plasmadas en el libro canónico Las Leyendas de Luke Skywalker.
Muchos Sith acaban arrepintiéndose de sus actos, como Darth Vader, y Jar Jar no sería una excepción. Durante la era de la Batalla de Jakku, cuando el Imperio finalmente cayó, Jar Jar regresó a Naboo y empezó a ganarse la vida como artista callejero. Tras participar en el ascenso del Imperio, encontró consuelo haciendo reír a los niños de Naboo con sus payasadas. Si Binks era un Sith, esta sería una buena forma de renunciar al lado Oscuro y regresar al camino de la luz.
En el documental sobre la creación de La Amenaza Fantasma, George Lucas afirma que Jar Jar era su personaje favorito, y la clave de toda la saga. Teniendo en cuenta estas palabras, parece que el director tenía grandes planes para él. Quizás Darth Jar Jar fuese una idea preliminar que no llegó a usarse durante la trilogía precuela. Lucas podría haber descartado este giro de guión al ver todo el odio que se ganó el personaje con su aparición en La Amenaza Fantasma. Tras ver las reacciones del público, limitar sus apariciones fue una decisión muy inteligente.
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