Cesc Gay, responsable de películas como Truman y Sentimental, y de Félix, la brillante serie de Movistar Plus, regresa la cine dos años después de su último largometraje con Historias para no contar, una comedia dramática en la que brilla su reparto, su propuesta narrativa y su particular sentido del humor. Si te gustaron anteriores obras del cineasta natural del Barcelona, y quieres dejarte enamorar por su nuevo trabajo, no faltes a tu cita este próximo fin de semana en los cines de toda España.
Antes de nada, lo que más llama la atención de Historias para no contar es su reparto: todavía no salgo de mi asombro al comprobar el elevado número de actores de renombre que ha fichado Cesc Gay para este trabajo. Comenzando por Chino Darín, Antonio de la Torre, Javier Rey, Anna Castillo o María León, y terminando por José Coronado, Alexandra Jiménez, Alejandra Onieva, Maribel Verdú, Quim Gutiérrez, Brays Efe, Javier Cámara, Verónica Echegui o Nora Navas. Todos ellos caras imprescindibles para la industria cinematográfica española que se dan cita en una película de tan solo 100 minutos de duración.
Tener a un director como Cesc Gay en la industria cinematográfica española es todo un acierto: historias muy personales y contadas desde el corazón, con personajes que sufren, viven y evolucionan como la vida misma. Por supuesto, Historias para no contar parte de esta base, y se acerca a lo visto en las mejores obras del cineasta: Truman, Sentimental, Ficción o En la ciudad, por poner tan solo algunos ejemplos.
La fecha de estreno parece positiva dado llega a los cines el próximo 25 de noviembre, y no hay competición directa (es decir, no se ha programado otro drama íntimo como Historias para no contar). Ahora bien, también se enfrenta a Puñales por la espalda: El misterio de Glass Onion, Mundo Extraño y La mujer rey...
Cuando una película parte de una premisa con la que podemos sentirnos representados, existe interés. Ahora bien... Historias para no contar puede que erre en este apartado, tal y cómo apuntaba Screendaily en su crítica. Este proyecto de Cesc Gay narra situaciones en las que nos podemos reconocer y que preferiríamos no explicar, o incluso olvidar. Encuentros inesperados, momentos ridículos o decisiones absurdas, cinco historias con una mirada ácida y compasiva a la incapacidad para gobernar nuestras propias emociones.
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