Como una bola de nieve, el próximo gran proyecto de Quentin Tarantino ha ido creciendo durante las últimas semanas. Anunciada en un principio como una descarnada historia más centrada en el famoso asesino Charlie Manson, la novena película del director ha terminado convirtiéndose en algo mucho más interesante. Poco tardaron grandes estrellas de Hollywood en interesarse en esta cinta que se bañará con la estética y sentir de los años 60 californianos, y que llegará a los cines el próximo 9 de agosto de 2019. El fichaje de Leonardo Di Caprio para el papel protagonista parecía indicar que todo marchaba sobre ruedas, sin embargo ahora la producción podría estar en peligro.
Tarantino lleva balanceándose al borde del precipicio desde el comienzo del movimiento #MeToo. La revelación de toda los casos de acoso cometidos por Harvey Weinstein hicieron girar rápido los focos hacia uno de sus mejores amigos, y dejaba a su película sin productora. Sony Pictures por aquel entonces perfirió mirar hacia otro lado y hacerse con los derechos del esperado proyecto en un concurso al que se presentaron grandes postores. Sin embargo hace varias semanas la situación terminó de quebrarse con lo sucedido en el rodaje de "Kill Bill", y el trato que profirió el director a Uma Thurman.
Aunque la actriz reveló el accidente que sufrió durante las grabaciones, y las presiones de Tarantino, su intención no era la de iniciar una persecución mediática contra él. De eso se ha encargado el movimiento de reivindicación de los derechos de las mujeres trabajadoras de Hollywood, y ha terminado colocando no solo al cineasta, sino también a su película en una situación muy complicada. Tanto que Sony Pictures podría reconsiderar seguir produciéndola, poniendo en peligro la viabilidad del proyecto y su financiación.
Según explica Showbitz 411, la confirmación de Roman Polanski en la película podría haber terminado de romper la cuerda y la paciencia del estudio. Se desconoce quién será el encargado de interpretar al director, pero su participación en la historia se prevé clave en tanto que era marido de Sharon Tate cuando esta fue asesinada a manos de la familia Manson. Sin embargo, lo que preocupa a Sony no es la presencia de Polanski, sino su negro pasado en relación a las acusaciones de violación a una menor que arrastra. Tarantino no ha tardado en salir a disculparse tanto por este suceso como por lo acontecido con Thurman, pero sería ya demasiado tarde para los directivos de la productora.
A todo ello el medio además aporta el alto presupuesto que costará llevar a cabo la cinta, situado en el rango de los 200 millones de dólares. Siguiendo esa cifra, la taquilla debería corresponder con unos 400 millones para que Sony la considerara rentable, algo que se aproximaría a los 425 millones que recaudó "Django desencadenado" en su momento. Todo parecen complicaciones para Tarantino, y aunque todavía no hay ningún anuncio oficial de cancelación, la situación podría venirse abajo de un momento a otro. Solo son rumores, claro, pero la sombra de Netflix acecha.
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