Generalizar es siempre un acto de solidaridad hacia aquellos interesados en conocer alguna materia. Ni refleja ni pretende reflejar la realidad en su conjunto; sus infinitas particularidades y detalles. Desde este medio queremos seguir esa senda de la simplificación con el cine que ha llegado a las salas este 2019. Terror, drama, comedia, superhéroes... Hollywood ha vuelto un año más a entregar todo tipo de propuestas más y menos grandes, a intentar comprender el sentimiento cultural contemporáneo. No importa si las producciones de medio tamaño están desapareciendo en favor de los grandes monopolios, o si los estudios independientes cada vez encuentren más salidas hacia el circuito comercial. Lo mejor del año solo lo pueden copar unas pocas cintas, y esas mismas son las que intentamos reflejar en este artículo.
Cabe mencionar que la selección se hace en base a un consenso del equipo, y que hay muchas otras propuestas de gran calidad que no aparecen reflejadas. Merece la pena detenerse de forma especial en deconstrucciones del terror, reivindicaciones de estrellas olvidadas, trampolines de nuevas promesas. La industria multiplica el número de proyectos cada ejercicio, y eso solo revierte positivamente en el espectador. Claro que, si el presupuesto es limitado, recomendamos aproximarse solo a aquellas cintas de obligado visionado. Tanto por su calidad, como por su relevancia dentro del medio; por popularidad, capacidad de subversión hacia determinados géneros, o cualquier otro motivo de carácter subjetivo.
Recuperamos "Puñales por la espalda" y su genialidad a la hora de actualizar el whodunit con caras conocidas; "Historia de un matrimonio" y la capacidad de Noah Baumbach para retratar el lado más doloroso del amor; "Midsommar" y su habilidad para recuperar el folk terror; "The Farewell" por poner en el plano internacional a Awkwafina, Retrato de una mujer en llamas por desmontar a la cosificación masculina de la mujer del XVIII; "Estafadoras de Wall Street" por recuperar a una Jennifer López olvidada.
La lista sigue y sigue. "John Wick 3: Parabellum" y el techo técnico y escabroso que toca es digno de recordar. "El Faro" ("The Lighthouse") ha enamorado a festivales de todo el mundo pero también al público internacional gracias a su particular interpretación del terror. "Nosotros" ("Us") perdió fuerza con el paso de los meses pero volvió a probar el talento descomunal de Lupita Nyong'o. "Super Empollonas" ("Booksmart") actualizaba de forma enternecedora la teen movie de John Hughes, y ponía en el mapa a Kaitlyn Dever.
Un director en el ocaso profesional, que traduce sus sentimientos en fotogramas. El Quentin Tarantino más nostálgico se sumerge en el Hollywood de los años 60 para explotar las filias que le han influenciado durante toda su carrera. Es el choque entre la Edad Dorada y una industria más moderna, capitaneada por caras jóvenes. Brad Pitt y Leonardo DiCaprio se embarcan en ese cóctel de recuerdos idealizados para retratar, de forma algo irónica, las vicisitudes del mundo interpretativo en la meca del cine. Por ahí también se deja ver Charles Manson los terribles crímenes que cometió cambiando para siempre la cultura estadounidense. Si tanto simbolismo ulterior no convence, lo debe hacer el cariño y la honestidad con la que el cineasta habla de sí mismo.
Pedro Almodóvar se abre en carnes para mostrar todo lo que lleva dentro. El viaje hacia su juventud, hacia los lugares que compartió antes de partir hacia la gran ciudad, los amores y desamores, todo ello le ha devuelto el esplendor internacional. La prestigiosa revista TIME colocaba esta historia liderada por un magnífico Antonio Banderas, en lo más alto de su ranking anual, y reforzaba las papeletas de la cinta de cara a los Oscar. "Dolor y Gloria" es un regalo para todos los seguidores del cineasta, pero también una oportunidad para que, todos aquellos que siempre renegaron de él y de su estilo, se reencuentren en un relato cargado de humanidad.
Tan alabada como denostada. Todd Phillips acudió a los brazos de Warner Bros. con la intención de crear una nueva marca oscura de DC, pero ponía, sin percatarse, la semilla de un verdadero fenómeno. La reinterpretación de los orígenes del famoso villano de Gotham sembraba el pánico social entre las autoridades de medio mundo, y alentaba a unos fans que durante años esperaron para recuperar las sensaciones que dejó el emblemático Heath Ledger. La respuesta a los anhelos llegaba de la mano de una historia increíblemente dramática, narrada desde los márgenes del género, y capitaneada por un Joaquin Phoenix en la cúspide interpretativa de su carrera. Lejos de interpretaciones políticas o interesadas, esta es una película que hay que experimentar, como lectura cultural contemporánea.
Si Tarantino retrataba con cierta melancolía el Hollywood de los 60, Martin Scorsese hacía lo propio con su carrera. Netflix, postrada ante sus deseos de convertirse en una de las grandes majors de la industria, pone el presupuesto más elevado de su historia para permitir al cineasta consagrar su oda hacia la vida y la muerte. Robert De Niro, y una colección de iconos en el cine de Scorsese, surfean cinco décadas de historia, desde el turbulento mundo de la mafia y la corrupción. 3 horas y media de puro cine, bañadas de diálogos memorables, y situaciones asonantes con "Taxi Driver", "Toro Salvaje", y otras grandes producciones del padre del gángster. No es apta para todos, pero si obligada para unos pocos.
Tras el tropiezo de "Okja", Bong Joon-ho regresa a sus orígenes con un crudo retrato de las injusticias sociales. El 'qué' y el 'cómo' de este pastiche cultural que ha enamorado a la crítica internacional, y a audiencias de todo el mundo, se mantiene en un equilibrio perfecto que baila, sin trastabillarse, a través de la comedia, el thriller, el terror y el drama. Que deja un poso imborrable en la memoria del que el cine coreano no se desprenderá durante muchos años. "Parasite" es la mejor película de este 2019 por su perfección técnica, por su capacidad para aglutinar significados y significantes, y por el consenso que ha instaurado a nivel social en torno a su director. No ha contado con la mayor distribución, ni la mejor promoción, pero nada de ello ha impedido que su perfecto equilibrio entre género, interpretaciones y técnica, le hayan valido el calificativo de obra maestra.
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