Warner Bros. acaba imponiendo su visión, o eso se puede desligar de lo que está ocurriendo con el Universo Extendido de DC, ya que si primero fue Zack Snyder el que se quejó de no tener la libertad que él hubiera deseado en sus largometrajes, y luego fue el turno de David Ayer, ahora es Patty Jenkins la directora, si bien no cabreada, sí un poco decepcionada. Esta cineasta está de gira presentando Wonder Woman 1984, y en una de sus últimas conversaciones ha hablado largo y tendido sobre un tema que aún le tiene preocupada.
Jenkins, en concreto, trató el final de Wonder Woman, la película original de 2017. Fue un tanto criticado por una gran parte de los seguidores del largometraje por tener muchos efectos especiales y alejarse un tanto del espíritu del resto de la cinta: "el final original de la primera película también era más pequeño, pero el estudio me hizo cambiarlo en el último minuto", confiesa una frustrada Patty Jenkins.
Pero su disertación va más allá: "y siempre ha sido un poco fastidioso que sea de lo único que la gente hable porque acepté y le dije al estudio que no teníamos tiempo para hacerlo, pero era lo que había. Terminé cogiéndole cariño, pero ese no era el final original de la película". Sus palabras tienen resentimiento por no lograr en 2017 llevar a la gran pantalla el final que ella tenía en mente. ¿Por qué Warner Bros. no deja que sus directores trabajen en libertad? Se ha demostrado en numerosas ocasiones que esa es la mejor forma de conseguir buenos resultados.
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