Llegas a un motel de carretera con tu hija tras huir de tu marido, quien te amenaza con quitarte la custodia e incluso se agrede a sí mismo para inculparte. Dices que no tienes dinero, pero la dueña te hospeda al menos una noche. Y finalmente esta cede y te deja dormir unos cuantos días más a cambio de trabajar en un hotel hundido por la crisis. Decisiones argumentales que distan mucho de lo que es real (dudo mucho que sin dinero pudiera quedarme a dormir en ningún sitio) y que son tan solo la punta del iceberg de todos los problemas que tiene esta serie que acaba de llegar a HBO Max.
Motel Valkirias es el nuevo trabajo de Ghaleb Jaber Martínez, realizador que triunfó en los últimos años en la plataforma de streaming con El sabor de las margaritas. Sin embargo, la producción en esta ocasión pertenece a Televisión de Galicia (TGV) y Radiotelevisao Portuguesa (RTP), lo que podría invitar a pensar que la inyección de dinero nos ha dado una digna sucesora de aquel proyecto que puso a Galicia en el epicentro de la industria audiovisual internacional. Nada más lejos de la realidad: cuando te olvidas de construir un guion en base a una premisa y solo tienes claro el motivo de acción de las tres protagonistas, el castillo de naipes se cae por sí solo.
El guion lo es todo y Motel Valkirias se olvida de ello
Para dar con la clave del éxito en un proyecto cualquiera, sea serie o película, ha de partirse de un guion con una premisa interesante y un desarrollo que lo sea aún más. Es decir, que lo que suceda en el libreto, se traslade con pasión a la pantalla. Y esto es precisamente lo que le falta al guion de Motel Valkiria: pasión y decisión de ir más allá de un culebrón, que al final es lo que termina siendo este thriller que bebe mucho (quizás demasiado) de Vis a Vis: El Oasis. Si eliminamos el nexo de unión de esta última serie con Vis a Vis e introducimos a otras protagonistas, tanto ubicación como desarrollo pueden recordar fácilmente a aquella. Y ojo, porque Vis a Vis: El Oasis tampoco era una serie buena, por lo que no comprendo la inspiración...
Por otro lado, ni las tres protagonistas te acaban interesando (a pesar del intento de que conectemos con ellas al mostrarnos desde el primer momento de qué punto vital parten), ni el conflicto que acaba desarrollándose. ¿Un golpe a una banda dedicada al blanqueo de dinero? Hemos visto esto mil veces y contado de forma muchísimo más entretenida. Y bueno, algunas interpretaciones pueden ser correctas, pero la inmensa mayoría...
Por no decir que si ves la serie en español, estás cometiendo un auténtico crimen: si vas a disfrutarla, que sea en V.O. para escuchar los diferentes matices en gallego y portugués.
Un montaje desastroso y un ritmo lento en exceso
El último apartado que me ha chirriado en exceso de Motel Valkirias ha sido su montaje: escenas que se eternizan y planos que no se muy bien a qué vienen. De esta forma, el ritmo de Motel Valkirias no solo es lento, que sería lo correcto dado el género al que pertenece. También es inadmisible: la serie parece grabada en otra época y es una auténtica pena que lo parezca únicamente por decisiones tomadas en la mesa de postproducción, porque en lo que a fotografía se refiere, hay muy buen trabajo.
Motel Valkirias es interesante únicamente como coproducción galego-portuguesa
Al final, Motel Valkirias es una interesante coproducción galego-portuguesa que demuestra que non hai fronteiras (como diríasn Tanxugueiras) y que se puede trabajar codo con codo las diferencias culturales existentes. Más allá de ser concebida como un experimento, dudo mucho que un thriller tan insípido y aburrido como Motel Valkirias acabe triunfando en HBO Max como sí lo hizo El sabor de las margaritas, serie que sí tenía una premisa y un desarrollo esperanzadores; tanto, que tuvo segunda temporada y quien sabe si ponen en marcha una tercera.
Un thriller que parece una versión descafeinada de Vis a Vis: El Oasis, con todo lo malo que conlleva esta comparativa. Solo se salvan sus paisajes y su apartado técnico, además de la combinación de gallego y portugués
Netflix, HBO Max, Prime Video, Disney Plus y Filmin, mis plataformas de streaming favoritas. Harry Potter, Marvel, DC, James Bond y Fast & Furious, mis películas comerciales preferidas. La vida es bella, mi película favorita. Así soy yo, y así seguiré.