"Ted Lasso" es una de mis series favoritas en los últimos años. La primera temporada me parece brillante, gracias a unos personajes muy divertidos con los que es muy fácil empatizar. Esta segunda temporada no arrancó mal, algunos capítulos sosos, pero parecía que se iba cocinando algo y merecía la pena. Sin embargo, la paciencia se está comenzando a agotar, vamos camino al octavo episodio y no ha habido más que algún que otro momento reseñable, y la sensación de que "Ted Lasso" lleva dando palos de ciego desde que comenzó la temporada.
Es que para empezar en esta segunda temporada no hay una trama real. Sí, se puede decir que la ansiedad y cómo se lidia con ella podría ser el tema de esta temporada, pero no hay ni un hilo conductor, ninguno (la relación anónima tiene menos interés que mi vida privada), y eso hace que se pierda el interés de un capítulo a otro. La fórmula de dedicar casi un capítulo entero a cada uno de los personajes no funciona en una serie que se estrena semanalmente, porque al capítulo le falta chicha por todos los lados y cuando se acaba se te queda una bonita cara de tonto pensando, ¿para esto he estado esperando desde el pasado viernes?
Y este bajonazo espectacular se evidencia en todo el peso que ha perdido Ted Lasso. Si es que ya no me cae tan bien como en la primera temporada. El personaje interpretado por Jason Sudeikis ha sido relegado para potenciar a otros con un resultado que se resume en varios momentos chulos como el gol de Jamie Tartt o el regreso de Roy Kent pero que no son suficientes para igualar lo que le daba el prota a la serie en la primera temporada. Un desastre.
Hablando de desastres, el personaje de Rebecca es el mayor de la serie. Si bien parecía que en la primera temporada la dueña del equipo había comprendido que la mejor manera de ser feliz es seguir adelante y triunfar por ella misma, en esta entrega la vemos desesperada por encontrar novio. No digo que esté mal, cada cual que haga lo que quiera, pero no es muy coherente con un personaje que parecía haber aprendido a volar sola.
Demasiado Nate. Mucho Nate. No es un mal personaje, pero parece que se ha convertido en el nuevo protagonista de la serie y ni por asomo está a la altura. Sus subtramas tendrían que ser alivios cómicos, pero se ha convertido en un pilar de la serie bastante aburrido. Roy Kent también, pero al menos su personaje y ese tema que plantea, el cómo alguien que lleva toda la vida jugando al futbol tiene que encontrar un nuevo objetivo en la vida es muchísimo más interesante.
En definitiva, el bajonazo de "Ted Lasso" es importante, de los que hacía tiempo que no veía. Quedan tres capítulos, la paciencia se acaba y el nivel es bastante bajo, ¿Podrá Jason Sudeikis remontar el partido? Cada día tengo menos esperanzas...
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