El JRPG es uno de mis géneros favoritos: me encantan las historias sobre esa eterna lucha del bien contra el mal que existe casi en todos estos videojuegos, sus sistemas de combate (ya sean tácticos, por turnos o de acción) perfectamente medidos y su apartado artístico de lo más variado (del cell shading, al chibi pasando por el toque más realista de los últimos Final Fantasy). Pero tengo la sensación que durante la pasada década son muchas las franquicias que han intentado gustar a un jugador occidental que está más habituado al rol de The Elder Scrolls o Diablo. Por suerte, quedan marcas como Bravely Default que apuestan por la nostalgia y nos ofrecen videojuegos repletos de esa magia que echaba de menos.
Nintendo 3DS fue la plataforma en la que apareció la primera entrega de esta nueva franquicia; un videojuego al que se le criticó más por su 'secuela' que por él mismo, ya que Bravely Second fue un paso atrás que aprovechaba y reciclaba parte del contenido de su predecesor. Por fortuna, Nintendo Switch recibe la verdadera 'segunda parte', Bravely Default 2, una obra de arte como pocas en su género, que aunque tiene pequeños defectos que le impiden brillar en lo más alto de la pirámide, enamora a cualquier jugador que le de una oportunidad.
Los cristales, el bien y el mal y un épico viaje
Después de todo lo bueno que hemos dicho de Bravely Default 2puede ser extraño comenzar a hablar sobre su punto más débil, pero creemos que conviene ser francos desde el primer momento para luego explorar el resto de pilares que sostienen este gran JRPG. Y es que la historia de la que somos testigos en esta secuela no es para nada sorprendente; no queremos decir que sea directamente mala, ya que se nota que hay gente detrás con experiencia que ha dado forma a un argumento con tintes clásicos en el que podemos observar muchos de los aspectos que ha dado forma a los JRPG desde hace décadas, pero es cierto que el desarrollo de la trama a lo largo de las 50 horas que dura esta aventura está repleto de altibajos.
Nosotros somos Seth, un joven que perdió la memoria después de naufragar y acabar varado frente a una playa desierta; por fortuna, la princesa Gloria nos rescata y al poco tiempo descubrimos que debemos recuperar cuatro cristales que ayudarán a evitar el fin de los tiempos. Ya tenemos uno, el de viento, pero habrá que buscar el resto para ayudar a que la humanidad tal y como la conocemos no desaparezca. Otros personajes nos van acompañando durante todo el videojuego, pero debemos ser sinceros: todos, o casi todos, son estereotipos que encontramos incluso en el primer Bravely Default, pero también en otros títulos de Final Fantasy o Dragon Quest, sagas de las que este título bebe mucho.
Así, tenemos al típico bravucón que intenta ser el centro de atención; a la tradicional princesa con un objetivo claro en su vida; al anciano que todo lo sabe y tiene una fuerza insólita; o a una joven con tintes feministas que lucha por su independencia. El héroe, por otro lado, al estar amnésico, debe ir recordando quién es, siendo así esta especie de peregrinaje una odisea por la que recobrar su vida. Nada que no hayamos visto antes, aunque por suerte, los textos y diálogos están tan bien escritos, que no estamos forzados a leer sin ánimo para saber qué ocurrirá en esta historia. Eso sí, a menudo habrá tantas tramas secundarias y giros de guion que nos sentiremos abrumados, muchos de ellos previsibles, algo que podemos perdonar si analizamos Bravely Default 2 como un homenaje al género de la misma forma que hace unos años lo fue Project Octopath.
Su sistema Brave/Default hace de cada combate un acertijo
Bravely Default 2, al igual que sus dos anteriores entregas, centra toda su atención (o parte de ella) en el sistema Brave/Default. Se trata de una mecánica muy original en la que mediante Brave liberamos energía (hasta cuatro turnos a la vez), y con Default la acumulamos (en mismo número). El problema es que si utilizamos el primer comando sin haber cargado energía, estaremos hasta cuatro turnos sin poder atacar y seremos pasto del enemigo si no estamos hacia el final del combate; y si cargamos demasiados turnos y el jefe de turno es muy poderoso, pese a que la defensa suba en estos momentos, podremos morir sin haber atacado. Un buen equilibrio es parte de la táctica a seguir en cada enfrentamiento que tengamos (y son numerosos, muchos de ellos duraderos en el tiempo).
Por lo demás, quitando este innovador concepto, el resto de de elementos del sistema de combate sí son bastante clásicos: un sistema de trabajos (uno principal y otro secundario), comandos de ataques, magia, habilidades, objetos y combos especiales y progresión por niveles en la que tenemos que tener en cuenta el equipo que llevamos en cada momento. Lo interesante es que en cuanto todo esto entra en juego en las luchas con el Brave/Default, la estrategia es elemental y podemos decir sin miedo a equivocarnos que se trata de uno de los JRPG más desafiantes de los últimos años (sin entrar en los Souls), al menos en el primer tercio de la aventura.
Exploración como antaño, misiones como siempre
La exploración por el mundo de Éxcilan es tradicional: tenemos un mapamundi en el que nuestros personajes tienen un tamaño enorme comparado con las tierras por las que caminamos y los enemigos nos asaltarán siempre que seamos de su nivel o estemos por debajo del recomendado (si los superamos por mucho, huirán despavoridos). En cada región tendremos una o varias ciudades o pueblos a visitar, con sus posadas, misiones secundarias, tiendas y otros secretos, y también mazmorras de lo más variadas que no brillan por su diseño (aunque se pueden complicar porque no son precisamente cortas; por suerte tienen muchos puntos de guardado).
Ahora bien, a este clasicismo que se mantiene se le suma un cuantioso número de misiones secundarias que nos obligan a ser recaderos en muchos casos; lo que nos ha gustado es que casi todos estos recados tienen un contexto, el cual está bien escrito y puede tener relación con la historia principal que vamos viviendo en nuestra aventura. Es una mejora evidente respecto a Bravely Default y Bravely Second, aunque no llega al nivel de las mejores secundarias que existen en otros títulos de rol. Eso sí, algunas de las recompensas serán elementales para poder mejorar a nuestro personaje, por lo que vigilad bien cada punto azul del mapa para saber qué ganaréis en caso de cumplir la tarea que se os exige.
Tus ojos agradecerán jugar a Bravely Default 2
No vamos a engañaros: hemos perdonado los dientes de sierra visibles en Bravely Default 2 porque el resto de apartado artístico me ha enamorado. Esa mezcla de estilo chibi, un poco de anime y dibujo a mano funciona, y de qué manera. Las dos entregas anteriores se vieron perjudicadas por correr en Nintendo 3DS a pesar de no ser títulos punteros técnicamente, pero en Switch la combinación de artes funciona a la perfección. Además, me ha sorprendido lo detalladas que están algunas texturas como el metal en los trajes de los personajes.
El sonido no defrauda tampoco y nos deja con una bella banda sonora en la que hay temas muy variados, la mayoría de ellos épicos. La música, como era de esperar en Bravely Default 2, es uno de los puntos fuertes de este videojuego, y es probable que recurráis a YouTube para escucharla de vez en cuando. Las voces, eso sí, son correctas sin más.
Una aventura maravillosa que no se ve lastrada por sus puntos débiles
Una odisea para lograr reestablecer el equilibrio del mundo a la vez que descubrimos quiénes somos; pese a que su argumento no es nada del otro mundo, el resto de elementos de Bravely Default 2 funcionan como un reloj, y solo por ser testigos de la técnica que requiere el sistema Brave/Default merece la pena darle una oportunidad a uno de los mejores JRPG que existen en Nintendo Switch.
Bravely Default 2 es casi perfecto; solo adolece de problemas en una historia con altibajos que contiene demasiado diálogo superfluo. El resto de elementos, incluidos un texto perfectamente traducido, sobresalientes: una jugabilidad cuidada al milímetro y un apartado gráfico preciosista. El JRPG es un género que le sienta genial a Nintendo Switch
Gráficos
Historia
Jugabilidad
Sonido
Diálogos magistralmente escritos
Apartado artístico precioso, con varios estilos en uno
Jugabilidad a prueba de fuego
Sistema Brave/Default
La mezcla entre la nostalgia y la novedad
Dientes de sierra por doquier, que no empañan el resto del apartado artístico
Netflix, HBO Max, Prime Video, Disney Plus y Filmin, mis plataformas de streaming favoritas. Harry Potter, Marvel, DC, James Bond y Fast & Furious, mis películas comerciales preferidas. La vida es bella, mi película favorita. Así soy yo, y así seguiré.