Cuando hablo con alguien sobre fantasmas y sucesos paranormales puedo parecer la persona más escéptica del mundo, pero los que me conocen de verdad saben que mi cinismo es cosa de la propia supervivencia. No es que no me crea que una vez se te cerró misteriosamente la puerta de tu habitación cuando volvías de casa con más copas encima que una baraja española... es que, si me pasa a mi y caigo en el pensamiento de que ha sido un fantasma quien la ha cerrado, me quedo allí en el sitio del infarto que me da.
Esta actitud, lo creáis o no, es la que paradójicamente me permite disfrutar del género de terror tanto en cine, ya sea viendo una película a través de la rejilla que hay entre mis dedos cuando me tapo la cara con la mano, como en videojuegos con ese bendito botón de pausado para recuperar el aliento cuando sientes que el alma se te quiere separar del cuerpo.
Así comencé a enfrentarme a Ghostwire: Tokyo por la confusión que generaban sus primeros tráilers, con la idea de que las niñas sin cabeza y los hombres trajeados con una sábana que les tapa la cara vendrían a por ti para asustarte. Luego se nos hizo especial hincapié en que no era un Survival Horror y ahí me surgieron aún más dudas: yo quería asustarme porque ya me había preparado para ello. Ahora, habiéndome pasado Ghostwire: Tokyo, me he dado cuenta de que Tango Gameworks no podía haber tomado una decisión más acertada.
La parte de 'Tokyo' de Ghostwire: Tokyo
Creo que solo puedo hacer justicia a una de las cosas que más me han flipado del juego si os cuento qué experiencia ha generado en mí, en lugar de haceros una descripción sobria y aburrida sobre ello. Así que, ahí va:
¿Qué se puede hacer en Tokio? La guía turística definitiva
Disfruta de la buena gastronomía de Tokyo comprándole una ración de Takoyaki para recuperar salud a un gato fantasma que levita y se ha adueñado de un supermecado ✅
Pasea por las azoteas de la ciudad mientras atrapas en un amuleto de papel las almas de miles de ciudadanos atrapados en el limbo ✅
Deshaz la corrupción que un demonio ha creado dentro de un hospital para someter el espíritu de sus pacientes ✅
Acaba con decenas de hombres de negocios trajeados sin cara mientras aúllan a un cielo de Tokyo envuelto en un velo paranormal ✅
Purifica Santuarios para deshacerte de la letal niebla que te impide acceder a otras zonas de la ciudad ✅
Practica la oración para conseguir efectos pasivos que te ayuden a la hora de acabar con un poderoso fantasma ✅
Dale de comer a los perros que deambulan por la ciudad y que están solos por culpa de unos dueños han abandonado el mundo terrenal ✅
Utiliza las redes de metro de Tokyo para cambiar de barrio o, quién sabe... quizás hasta de dimensión ✅
La parte de 'Ghostwire' de Ghostwire: Tokyo
De nuevo, creo que lo mejor que puedo hacer para reflejar por qué me ha sorprendido tanto Ghostwire: Tokyo en cuanto a lo que es su jugabilidad en sí, es volver a remitirme a las sensaciones que genera:
En cuanto a cómo funciona el sistema de combate en el juego como tal, he de decir que ahí me encontré con su parte más conservadora: diferentes tipos de magia que actúan con efectos distintos y van mejor para unos enemigos que para otros, árboles de habilidades en los que invertir la experiencia que hemos ido farmeando y una serie de objetos que iremos encontrando por ahí que nos darán algún tipo de ventaja extra. En este sentido, Ghostwire: Tokyo es conformista, pero eso no quita que sea sumamente eficaz en lo que quiere conseguir.
Te gustará Ghostwire: Tokyo sí...
Te flipan las leyendas urbanas japonesas ✅
Quieres un juego de mundo abierto que no llegue a agobiar ✅
Buscas algo que te ofrezca secuencias de acción a raudales ✅
Estás buscando un título cuya historia enganche, pero no se complique demasiado ✅
Conclusión
Qué más os puedo decir... la verdad que estoy un poco en shock. Empecé a jugar a algo que me llamaba la atención y lo he terminado pensando en que será uno de mis candidatos a juego del año. Ahora entiendo perfectamente cuáles son sus intenciones: su forma de relatarte sus virtudes de manera confusa es intencionada. Ghostwire: Tokyo es un juego que no hace esfuerzos por definirse a sí mismo con premisas concretas y, paradójicamente, acaba siendo lo que más te atrapa.
Siempre he pensado que habla muy bien de un juego el hecho de que la única defensa que puedo hacerle es lanzarle la siguiente frase a quien me pregunte por él: ''juégalo''. Estoy tan convencido de lo mucho que me ha gustado que no dudaría ni un segundo en recomendárselo a cualquiera. Incluso si te dan miedo los fantasmas como a mí y eres de los que sería capaz de empezar una review intentando por todos los medios que no se te note mucho.
Ghostwire: Tokyo es uno de los juegos más inmersivos en los que me he adentrado en los últimos años. Es de esos juegos que no te esperas; de los que empiezas con una ceja levantada y los terminas con la boca abierta. Tango Gameworks demuestra con él que alejarse del Survival Horror, al menos en esta ocasión, ha sido la decisión correcta. Me costará mucho olvidar esta dimensión paranormal de Tokio.
Jugabilidad
Ambientación
Trama
Estilo artístico
La ambientación del juego es absolutamente espectacular
La progresión del personaje en cuestión de habilidades está muy bien llevada
Su esoterismo a la hora de tratar algunos temas es cautivador
Su mundo abierto está repleto de contenido, pero no agobia
El uso que hace el juego del DualSense en PS5 es una pasada
El combate puede hacerse en sesiones largas de juego algo repetitivo
Las misiones secundarias pueden ser algo simples en cuanto a lo narrativo
La trama general del juego tiene mucho potencial, pero no se aprovecha del todo
Crecí rodeado de naturaleza y campos de trigo, pero con la cabeza llena de historias sobre dragones y planetas lejanos. Después me hice psicólogo para poder fascinarme con las historias de los demás.