Desde el anuncio de Diablo Immortal a finales del año pasado, Blizzard entró en una complicada espiral de noticias. Despidos masivos, supuesta sumisión total a Activision, vetos a la libertad de expresión... La compañía no ha gozado de su mejor año en términos de cómo es vista por la comunidad, recibiendo reproches de sus propios empleados, grandes creadores de contenido de sus videojuegos, el Congreso de Estados Unidos y más, lo que ha causado que hayan estado, sin hiato alguno, en el ojo del huracán durante todo el 2019.
Y, precisamente, es sobre estos aspectos que David Brevik, Erich Schaefer y Max Schaefer, creadores del Diablo original, discutieron en PC Gamer, donde conversaron sobre cómo la compañía ya no es ni remotamente lo que era cuando ellos pertenecían a ella. Así, pues, Brevik comentó que "no ha cambiado 'en parte', ha cambiado completamente", mientras que Max añadió: "La antigua Blizzard se ha ido. Cuando nos fuimos, había como 180 empleados en total. Hay miles ahora. Todo el imperio es diferente, y Activision no tenía influencia alguna. En ese momento, solo era Blizzard y quizá algún propietario corporativo anónimo, Vivendi o quien sea. Eso era todo. Y ahora es un imperio del videojuego que debe satisfacer a accionistas y toda esa clase de cosas".
"Creo que lo más grande de lo que no hablábamos era del valor de las acciones. No hablábamos del gobierno de China y qué podrían querer. De lo único que hablábamos era de qué queríamos hacer y de qué les gustaría a los jugadores. Obviamente, ese ya no es el caso, para bien o para mal. No los culpo. Son una corporación gigante", consideró Erich.
Posteriormente, respecto a la mencionada suspensión que recibió el jugador pro Hong Kong de Hearthstone, Max opinó: "Primero que todo, a veces te despiertas en la mañana y te encuentras en una situación que no puedes ganar. Y creo que, hasta cierto punto, eso es lo que les sucedió. No había forma limpia de zafarse. Y creo que más o menos lo estropearon, obviamente, pero no había forma de zafarse sin una controversia".
"Debido a la estructura de Blizzard, ahora piensan primero con sus billeteras", agregó. Y, por último, Brevik sentenció: "Insisto, Blizzard estaba en una situación de la que no podían salir victoriosos. Si no lo castigaban, ¿entonces qué? ¿Se convertirán en una plataforma de libre expresión para cualquier movimiento político que cualquiera quiera aprovechar? Tenían que hacer algo pero, ¿se manejó a a la perfección? Probablemente no. Digo, por ello se disculparon".
Más allá de las polémicas, Blizzard proyecta unos importantes meses para la marca, contando con lanzamientos importantes como Diablo IV y Overwatch 2. Aun así, hemos de aguardar para descubrir cómo recibirá la comunidad ambas obras ya que, por los momentos, la apreciación de la empresa ha disminuido considerablemente.
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