Si hay una cosa que el ser humano teme ante todo, esa es la muerte. Tomamos ingenuamente como dato incuestionable el hecho de que cualquier ser vivo, en un momento de su existencia, deja de vivir, y claro, suponemos que a nosotros algún día también nos tocará lo propio. Sin embargo, más allá de lo que sucede tras este fatal acto se abre un abismo desconocido y el puente para cruzarlo se sustenta en teorías de todo tipo rodeadas de un halo de incertidumbre. En resumidas cuentas, poca idea tenemos sobre lo que nos aguarda. Y aun así, ya hay gente que se prepara para lo peor, la hipotética resurrección de los muertos junto con su afán por destruir la vida terrenal, es decir: el apocalipsis zombie.
Así es, la muerte misma invade nuestra tranquila existencia y pretende, a base de cuerpos difuntos con muy mala leche, que nos cambiemos de bando. ¡De ninguna manera! Se supone que no vamos a permitir nuestra autoexterminación por muy difícil que nos lo pongan, algo que reafirmamos ante la posibilidad de respawnear como un maldito cadáver andante. Estos tipos con pintas tan desastrosas deambulan por ahí en busca de personas “normales” siguiendo estímulos básicos, vamos, lo que les proporciona su cerebro (prácticamente seco por la falta de riego sanguíneo). Por otra parte, se da la casualidad de que todos los zombies comparten una insaciable devoción por la carne humana. También suele ser muy normal que vengan acompañados de todos sus antepasados, familiares, amigos y vecinos. Incluso aquellos que antes se llevaban como el perro y el gato ahora unen fuerzas para aniquilar a la humanidad.
Pues bien, el tema ha evolucionado bastante en lo que a la idea de zombie se refiere dentro del cine, la televisión o el cómic y lejos quedan los días de muertos vivientes que emanan de misteriosos cementerios. Ahora los no muertos poseen más resistencia, se mueven con más soltura y son más hábiles a la hora de encontrar la yugular del objetivo. Esto varía mucho dependiendo de la obra analizada y se pueden encontrar desde atletas profesionales con armadura de diamante (encantada) hasta jubilados de la tercera edad listos para atacar cuando menos te lo esperas. Otro aspecto cambiante es la causa de su resurrección, que a día de hoy se debe en gran parte al contagio de algún virus, otorgando un toque realista, y no a cualquier acontecimiento divino de mucha más difícil explicación. No obstante, sí que hay algo en lo que coinciden estos zombies de manera general: su terminación tiene lugar una vez se incapacita su función cerebral, o lo que es lo mismo, mueren definitivamente al zurrarles en la cabeza.
La increíble industria del ocio electrónico es una constante fábrica de experiencias interactivas. Así, cuando el ingenio creativo funciona y la financiación también aporta su granito, existen grandes probabilidades de desarrollar verdaderas joyas. El concepto de muerto viviente no es que sea de lo más original a estas alturas y prueba de ello es su sobreexplotación que llega a rozar límites absurdos, partiendo de la base de que su introducción supone un atractivo comercial para un considerable público. Por tanto, es difícil crear un contenido realmente especial con este elemento sin llegar a caer en ciertos tópicos. Dicho esto, aquí os presentamos una variada lista de sagas y títulos individuales que beben directamente de este asunto. Recordad que el orden no tiene que ver con ningún tipo de clasificación y simplemente, disfrutad de los ejemplos expuestos. ¡Marchando una de cerebros!
La conocida serie de videojuegos no podía faltar en esta lista, aunque sí sus cuestionables adaptaciones cinematográficas. Concebida en un principio bajo el género de survival horror, su creador el genial Shinji Mikami decidió en su última aportación de la saga, Resident Evil 4, adaptar la jugabilidad a un estilo mucho más típico de la acción y los shooters en tercera persona. A partir de este exitoso juego, nada volvería a ser igual en futuras entregas. De este modo, los zombies aparecen como enemigos básicos en todos los títulos a excepción de Resident Evil 4, Resident Evil 5 y Resident Evil: Revelations. En los anteriores juegos citados esta clase de individuos hostiles fueron sustituidos por otros como los temibles aldeanos infectados de RE4 (¡Detrás de ti, imbésil!), mucho más resistentes e inteligentes. De todas formas, no hay duda de que los muertos vivientes recuerdan inequívocamente a la serie, y nos traen a la cabeza lugares como la enigmática mansión de la primera entrega o la célebre y posteriormente diezmada Racoon City del segundo y tercer juego.
Este spin-off de la famosa saga sobre mafiosos japoneses, le sirvió de excusa a SEGA para desarrollar una obra basada en la seducción que produce machacar innumerables zombies, aun cuando este entretenimiento se fundamenta en algo tan repetitivo. El caso es que este juego de acción-aventura nos traslada nuevamente al distrito de Kamurocho, pero esta vez no para realizar actividades ilícitas propias de la Yakuza, sino para acabar con el brote zombie que está asolando la localidad. Es posible jugar con diferentes protagonistas, contando con la participación del personaje principal de la serie Yakuza.
Una de las mejores aventuras gráficas de los últimos tiempos. Esa es la descripción del título creado por Telltale Games basado en la obra homónima de Robert Kirkman. Y es que una historia cuando está bien narrada, es maravillosa, pero si encima eres tú el que la vive, no hay palabras, sólo una lágrima de emoción. Aquí las decisiones que tomes no son buenas o malas, sino confusas como la vida misma, aunque llenas de significado. Calificado como el mejor juego del año 2012, la primera entrega en la que tomábamos el papel del criminal convicto Lee Everett dio luz verde a una segunda temporada protagonizada por la entrañable Clementine, que resultó estar a la altura de la anterior y permitió la posibilidad de usar los datos guardados de la primera temporada y su DLC 400 days afectando a los futuros eventos del juego. Ahora sólo queda esperar a una tercera temporada igual de espléndida que el resto de la historia. Voto de confianza a favor de la empresa.
Este hack and slash nos instiga a seccionar multitud de zombies usando una colorida motosierra. Siendo una animadora conocida como Juliet, gozaremos de una acción simple y directa basada en movimientos, combinaciones y ejecuciones de entrada, salvajemente divertidas. No obstante, el problema reside en su repetitiva jugabilidad, que aunque no carente de personalidad, deja bastante que desear teniendo otras tantas comparaciones que le dan mil vueltas en su género. Si las mecánicas de juego se hubieran pulido un poco mejor es posible que hasta hubiera quedado un juego resultón. A pesar de todo, no podemos obviar que sus aires cómicos embellecen íntegramente la obra, haciéndola un poco más agradable.
Lo que en su día fue un mod para el simulador militar ARMA 2, acabó convirtiéndose en una idea propia debido al éxito que suscitaba una fórmula tan desafiante como atractiva. DayZ (normalmente seguido de Standalone para diferenciarlo del mod) se presenta como un MMO de mundo abierto encasillado dentro del survival horror. Actualmente se encuentra en estado de alfa abierta, ocultándose entre bastidores la desarrolladora checa Bohemia Interactive acompañada del creador del concepto original, Dean Hall. Se ofrece algo sumamente interesante: Sobrevivir como puedas dentro de un ambiente típico de estado postsoviético plagado de zombies y jugadores que como tú, no se dejarán morir tan fácilmente. Esto es supervivencia pura y dura. Si no bebes, te deshidratas y mueres. Si no cocinas adecuadamente la carne de caza, enfermas y mueres. Y se te pasas de listo con algún jugador armado y no le caes bien, tienes la elección de correr o liarte a tiros con el paisano, porque la otra ya la conoces, mueres. De ti depende unir fuerzas para combatir a los infectados y los forajidos o campar a tus anchas acabando con todo lo que se mueva. Por cierto, estirar la pata significa perderlo todo, amigo.
Probablemente el mejor juego de zombies que puedes encontrar para Wii U. Desde el principio, su oscura y perturbadora atmósfera te atrapa, al igual que lo hacen las estrechas calles de Londres, ciudad donde se ha propagado la temible infección. Se hace un uso intensivo del GamePad de la consola para realizar determinadas acciones como escanear zonas o para recolectar lo que sea que quieras meter en tu mochila (también para sacarlos de la misma). Tu protagonista puede palmarla fácilmente y de un solo bocado pasará a ser uno más de ellos, trocando la persona que controlas en un nuevo y aleatorio humano que comenzará desde cero, aunque siempre puedes rematar al anterior reconvertido en muerto viviente para arrebatarle el inventario que tanto te había costado obtener previamente. El multijugador local también requiere unas palabras, y es que resulta alocadamente divertido acompañado de un colega: mientras uno se dedica a capturar puntos de control, el otro se ayuda del GamePad para emboscarle desplegando zombies que pueden evolucionar y hacerse más fuertes, un modo que genera piques sanos que curan hasta el virus más letal.
La mayoría de juegos en materia de zombies plantean la situación como una batalla entre el bien y el mal donde, por supuesto, el jugador debe machacar avalanchas de incómodos despojos vivientes para salvar lo que queda de la humanidad. Por suerte, Stubbs no lo cree así, en parte porque vio la muerte en uno de los momentos más felices de su antigua vida humana. Ahora, levantado de su tumba, quiere venganza, y nosotros le ayudaremos a proporcionársela. Un título algo regular pero de lo más chistoso en el que debemos expandir la infección zombie comiéndonos los cerebros de los habitantes que ocupan la retro-futurista ciudad ficticia de Punchbowl. Claramente, una hilarante andanza sin sentido que no terminó cuajando entre el público global aunque sí deja ocurrentes momentos de comedia.
No suena raro decir que Valve se supera a sí misma con cada nueva creación que lanza al mercado, y esto no son palabras de un humilde redactor, sino de una gigantesca legión de jugadores agradecidos y satisfechos a más no poder. Aquí volvió a suceder algo similar. Un día como otro cualquiera Gabe Newell se compró una buena licuadora (tenía motor Source) y les dijo a sus chicos que pusieran en ella los ingredientes necesarios. Así lo hicieron y tras mezclar todo hasta que quedase homogéneo consiguieron algo fascinante, un brebaje de alta calidad, adictivo y que te dejaba con buen sabor de boca, sobre todo al tomártelo en compañía. Left 4 Dead obtuvo la fama que se merecía, y aunque no vamos a desvelar la fórmula secreta del producto sí que podemos indicar que entre sus constituyentes destacan tres en especial: shooter en primera persona, frenética acción cooperativa, y zombies a raudales. En resumen es un magnífico juego que pone a prueba la valía de un equipo formado por hasta 4 jugadores. La dificultad se puede ajustar hasta cotas insalvables y los enemigos formados por abundantes oleadas de muertos babosos abarcan también una variedad de peligrosos infectados especiales, por lo que el desafío está asegurado. La segunda parte, Left 4 Dead 2, se proclamó digna secuela de su antecesor y mejoró aspectos de por sí notables como la inteligencia artificial, los escenarios de juego o el arsenal disponible cubriendo la falta de armas cuerpo a cuerpo. Como añadido, existen igualmente modos multijugador en los que luchar contra otros jugadores y en los que podemos encarnar a cualquiera de los infectados especiales del juego, por si tenemos el gusanillo de saber cómo se siente el bando contrario.
Este apetecible shoot 'em up sugiere combatir contra innumerables cantidades de zombies desde una vista aérea. Apto para uno o dos jugadores, es en compañía como más se goza. Descargando nuestra munición contra la aglomeración obtenemos los ansiados multiplicadores que rápidamente espabilan los puntos y dinero almacenados. Con ese dinero podremos adquirir mejores armas y armaduras. Estéticamente se hace notable el genial juego de luces conseguido, que imprime al constante frenetismo del juego la tenebrosidad de una sociedad derrumbada.
Nacido como un mod de Unreal Tournament 2004 se planteó un FPS asentado en la supervivencia de hordas enemigas, preferiblemente un gigantesco número de no muertos acompañados de criaturas de otra índole pero con la misma cara de pocos amigos. En 2009 la modificación se transformaría en un juego a parte conservando el aroma del original. Un exquisito multijugador cooperativo de hasta 6 jugadores realmente desafiante y satisfactorio que ya ha anunciado su continuación. Ameniza la espera llegando a la ronda definitiva y derrotando al Patriarca, si es que puedes.
Hace aproximadamente dos décadas que esta obra de LucasArts aterrizó para rendir tributo al fenómeno zombie, y lo hizo con un sencillo juego de disparos. En él, nos metemos en la piel de un protagonista cuya misión consiste en rescatar a sus vecinos y destruir diferentes monstruos como vampiros, hombres lobo, gusanos gigantes y por supuesto, una gran cantidad de zombies. La diversidad de mapeados, potenciadores y armas (como pistolas agua, helados o crucifijos) que podemos encontrar redundan positivamente en el entretenimiento. El título de 16 bits para Super Nintendo y Mega Drive no estuvo exento de polémica y fue censurado en Norteamérica, Australia y la mayor parte de Europa por su alto contenido de violencia, cambiando la tonalidad de la sangre a un color morado y hasta relanzando el juego como Zombies en el caso de Europa y Australia.
Los estudios independientes o ampliamente conocidos como indies son verdaderos maestros a la hora de exprimir al máximo la creatividad de sus integrantes y fomentar la innovación. La originalidad es un riesgo que asumen sin el respaldo financiero de una editora (aunque cada vez existen más alternativas para paliar esta desventaja) y su especialidad los distingue de un mercado menos apasionado donde reinan las secuelas y las remasterizaciones de conceptos recurrentes. Project Zomboid es eso, un juego todavía en desarrollo y que gracias al apoyo de su comunidad se mantiene vivo, a pesar de la ironía de su temática. En este título nos topamos con una prueba de supervivencia RPG y mundo abierto muy bien integrada en el género de survival horror, con un aspecto visual estilo retro y vista isométrica. No os dejéis engañar por su apariencia exterior, pues estaríais perdiendo su verdadera esencia. Lo que hace grande a este título es la manera con que su sencillez es elevada a tal grado de complejidad que nos pondrá en situaciones de estrés e inseguridad. ¿Que cómo logra esto? Pues haciendo uso de un protagonista con necesidades, habilidades y sentimientos cambiantes, un entorno por descubrir al que acabaremos encontrándole su encanto y un sistema de construcción muy chulo y adaptable. Asimismo, el juego final tiene pretende historias individuales y únicas con NPCs aleatorios, una diversidad de vehículos a nuestra disposición y gran asistencia para hacerlo completamente moddeable, característica realmente importante para incrementar la vida útil de un juego.
Hacer frente a una invasión zombie con armas improvisadas parecía un planteamiento gracioso que supo aprovechar Zombies Ate My Neighbors en 1994. Influenciada bajo esa mecánica de juego, Capcom se atrevió con un título exclusivo de Xbox 360 y sorprendió gratamente a los fanáticos del beat ‘em up. Dead Rising nos metía en la piel de un reportero atrapado en un enorme centro comercial (siguiendo el estereotipo estadounidense) que inevitablemente estaba infestado de muertos vivientes. La exagerada jugabilidad brinda una diversión sin parangón, sustentada en una variedad de armas que van desde lo inútil a lo más brutal y que incita a ensañarnos como si no hubiera un mañana contra hordas de enemigos putrefactos. Las secuelas de esta entrega evolucionan en la misma línea, y mientras que Dead Rising 2 nos obsequia con un sugerente sistema de armas combinadas, el tercer y último juego hasta ahora de la serie disfruta de gráficos actualizados (más bien transgeneracionales) y un mayor entorno por explorar en la Xbox One de Microsoft.
Siendo sinceros y puestos a decir verdades, ¿sobrevivirías si ahora mismo te dejaran en medio de una isla repleta de zombies? ¿Sabrías cómo apañártelas para tan siquiera pasar una noche? Posiblemente no, pues lo máximo en supervivencia que has visto ha sido contemplar como Bear Grylls asaba una cobra. Entonces permíteme decirte que How to Survive es tu juego, y te dará consejos para no perecer antes de lo esperado. Un apartado visual decente, vista por encima del protagonista, una jugabilidad sin demasiadas complicaciones, elementos de progreso característicos de un ARPG y opciones básicas de crafteo. El manual perfecto para combatir la mortalidad zombie. O puede que no, pero hombre, al menos habrás pasado un buen rato.
Sony Online Entertainment es de las últimas en subirse al carro de los MMO de supervivencia basados en muertos vivientes. Todavía en desarrollo, pero con una previsible llegada al programa de acceso anticipado de Steam próximamente, pretende hacerse un hueco en el mercado de los free-to-play. Una aventura fresca donde los jugadores, al igual que los zombies, también son un riesgo a tener en cuenta, aunque ya se han dado indicaciones de que aquí lo fundamental será la cooperación para enfrentar la epidemia. Construir tu propia base, cazar animales o conducir vehículos son algunos de los aspectos que ofrecerá. Por otro lado, aún no está confirmada del todo como se realizará la monetización del mismo, que se presume, podría usar micropagos. Ojalá esto no afecte negativamente al conjunto.
El clásico shooter sobre raíles de SEGA es otro de esos grandes y recordados juegos de temática zombie que no olvidaremos. Siendo una serie originada en las míticas arcade, pronto se popularizó resultando en una prolífica franquicia y abandonando progresivamente a la plataforma inicial, decantándose por el mercado de las consolas domésticas y PC. La mecánica de juego se basa en disparar a lo zombies y monstruos que van surgiendo en pantalla. Para ello hacemos uso del periférico en forma de arma y centramos nuestra máxima capacidad de precisión, rapidez y reflejos a lo largo de diferente áreas llenas de enemigos corrientes y jefes finales. Mención especial requiere The Typing of the Dead, una parodia-modificación de The House of the Dead 2 donde nuestra destreza ya no se fundamenta en la puntería sino en teclear lo antes posible las palabras mostradas para eliminar sujetos hostiles. Una gratificante experiencia de mecanografía digital que comenzó como una broma y obtuvo hasta secuelas propias.
Un mundo abierto de considerables magnitudes, tu grupo de supervivientes y una absoluta libertad para desenvolverse en una atmósfera de como el propio juego dice, decadencia. La agresión de los zombies será constante en este increíble examen de supervivencia y exploración. Sin embargo, la característica fundamental del juego radica en la relativa importancia de exterminar muertos vivientes, que pasa a un segundo plano. Si de verdad queremos subsistir tendremos que centrarnos en construir refugios y abastecernos de comida, medicinas y armas. Pero, ante todo, será clave la comunicación con los diferentes NPCs, personajes con habilidades dispares (y cambiantes según el progreso, como nuestro protagonista) que podrán negociar con nosotros, ayudarnos a saquear ciertos lugares en busca de recursos y formar una “amigable” congregación de individuos. Además, en State of Decay la muerte cobra un significado más extenso y para nada significa el fin del juego, ya que una vez fallecido nuestro protagonista pasaremos a controlar a cualquiera de nuestros aliados, aunque eso no impida que recemos en ausencia del difunto personaje. La guinda del pastel la pone el dinamismo de un mundo en continua alteración, y aunque aparentemente no hagamos nada por cambiarlo, eventos aleatorios y acciones inesperadas de la inteligencia artificial nos afectarán a nosotros y al resto en un intento por acercarnos a un mayor realismo. Una aventura en tercera persona altamente recomendable de la que quizás echaremos en falta la interacción multijugador tan solicitada en estos tiempos.
El paraíso no está tan lejos del infierno, hecho que pudimos comprobar con Dead Island. Los muertos vivientes han terminado con el sueño tropical y los únicos cuatro supervivientes inmunes a la infección deberán plantarles cara. Subimos niveles y aplastamos turistas contagiados que parecen no haberse echado suficiente protección solar encima, todo al puro estilo ARPG. Su positivo lanzamiento supuso una secuela que, a diferencia del primer juego, cosechó críticas mediocres debido a su falta de innovación en la jugabilidad y la cantidad de errores no corregidos que se seguían conservando de la entrega inicial.
En este mundillo del ocio electrónico, todos sabemos que a los japoneses les mola un montón eso de implementar características que “realcen” las facultades de los personajes femeninos, una práctica que tristemente vende el producto e indiscutiblemente difama la imagen de la mujer, que se convierte en un objeto de espectáculo más que otra cosa. Pues bien, la saga OneChanbara hace clara alusión a esto. Con una protagonista en paños menores, cortamos a la muchedumbre cadavérica con el filo de nuestra katana. Un hack and slash que en oriente posee mediana reputación y mezcla las connotaciones sexuales con la violencia inherente a su temática.
Si alguien te dijo que aprender botánica no era útil ya puedes ir diciéndole que no sabe de lo que habla. O por lo menos, que no ha jugado a este divertido juego. La idea base es curiosa como ninguna otra, pues debemos defendernos de los incómodos zombies que amenazan con entrar en nuestra casa haciendo uso del jardín, o mejor dicho, de las plantas que pueblan este. Un tower defense verdaderamente adictivo que mejora sus funcionalidades con una segunda parte igual de buena. Asimismo, el juego más moderno hasta la fecha de la franquicia, Plants vs. Zombies: Garden Warfare, establecería una nueva manera de entender el planteamiento original con un diseño tridimensional y la visión de un shooter multijugador en tercera persona fusionada con la estrategia que caracteriza al conjunto.
“When there's no more room in hell, the dead will walk the earth." Así reza esta cita (extraída de la película Dawn of the dead) con la que se podría abrir este juego, que en síntesis se trata de un tributo a la filmografía de George Romero. Un shooter en primera persona que como buen mod de Half-Life 2, hace alarde del incombustible Source. Cooperativo para hasta 8 jugadores, un enfoque realista de la acción con HUD limitado y montones de zombies a los que disparar en la cabeza si no queremos desperdiciar la escasa munición de la disponemos. ¿Te han mordido? Entonces apura y encuentra la cura o sucumbe a la resurrección post mortem.
Este juego tiene algo peculiar, no sólo por el contenido en sí, sino porque ha sido desarrollado por Tequila Works ¿Os suena de algo la desarrolladora? En efecto, es española, una compañía patria fundada por antiguos empleados del sector con experiencia en muy buenos títulos y una de las referencias en el panorama de la industria nacional del videojuego. Deadlight fue el primer juego con el que se estrenaron hace ya dos años aproximadamente, decantándose cómo no, por una aventura de aspecto cinemático tratando el tema de los zombies y su molesta implicación en la calma terrenal. Tomando el papel de Randall Wayne, nuestra misión consistirá en buscar a nuestra familia durante una catastrófica Seattle en la década de los 80. Un side-scroller que combina efectos tridimensionales y plataformas 2D aderezado con un logrado clima de desesperación y angustia, al que sumándole un argumento de lujo, da lugar a una obra que desborda creatividad y emoción.
El guardacostas estadounidense Tom Hansen es nuestro protagonista durante los sucesos que acontecen en Cold Fear. Todo comienza con una llamada de auxilio por parte de un ballenero ruso. A partir de ahí, nos expondremos a una realidad difícil de creer, todo la tripulación ha sido transformada en zombies por un extraño virus. Un survival horror perfectamente argumentado, con una tercera persona que deja observar como Tom se tambalea durante los insistentes balanceos de la nave. Sus escasas ventas no son razón para decir que, pese a ciertos descuidos en la jugabilidad y una historia a lo mejor demasiado corta, no resulta suficientemente entretenido.
El estudio de desarrollo que abandonó la producción de nuevas entregas para Dead Island, Techland, invirtió sus esfuerzos en un proyecto a priori más innovador. Dying Light, cuyo lanzamiento está a la vuelta de la esquina, procura fusionar las funciones de libertad absoluta que ofrece el parkour con el terror típico de un survival horror. El ciclo día-noche es parte fundamental del juego como su propio nombre indica, y la falta de luz no sólo repercutirá en decorados más oscuros por los que moverse sino también en una mayor actividad de los enemigos, que se vuelven mucho más peligrosos y son capaces hasta de seguirte por los tejados cual mono poseído. La astucia será vital en la colocación de trampas y las armas de fuego escasearán. Además, se jugará por medio de la primera persona, un punto de vista que enfatiza la libre acción de movimientos al más puro estilo Mirror's Edge y confiere una observación más realista y espeluznante del mundo.
La inagotable saga bélica de Activision también ha visto el nacimiento de una característica que recibió el visto bueno de sus jugadores. Todo tiene su origen en Call of Duty: World at War, juego en el que a Treyarch se le ocurrió que sería una exquisita idea introducir un modo adicional distinto a lo que los incondicionales de la serie estaban acostumbrados, y mira, funcionó. Desde entonces se propagó semejante pandemia que el resto de entregas de la compañía creadora de esa modalidad, más exactamente Call of Duty: Black Ops y su secuela directa, también se contagiaron del virus. En esencia, se trata de un excitante modo de juego en el que junto a otros compañeros tenemos que lidiar con la interminable muchedumbre de agresivos muertos vivientes, adecuadamente dosificada en rondas para así darnos un respiro entre estas. El arsenal utilizable así como los escenarios no dejan indiferente a nadie, aunque el precio a pagar por su disfrute sea un claro ejemplo de la controvertida monetización por la que es conocida la franquicia en sus últimos años. Es reseñable la sutil incorporación de este enemigo en Call of Duty: Advanced Warfare, que hace aparición de manera discreta por medio de una ronda bonus en el modo Exo Supervivencia y un exoesqueleto zombie para personalizar nuestra apariencia en el multijugador.
El respetado juego de Rockstar Games también tiene el honor de presentarnos a sus queridos zombies, y lo hace en forma de DLC. En Undead Nightmare emprendemos una aventura que huele a cráneo descompuesto bajo el árido polvo del Viejo Oeste. De la mano de John Marston tendremos el cometido de buscar la causa de dicha epidemia. Rescatar supervivientes en serios problemas, cazar animales infectados o hacernos con Los Cuatro Caballos del Apocalipsis serán algunas de las tareas secundarias que podremos completar en un ambiente completamente desconocido. Esto no es un simple adorno estético, una capa de barniz del juego original, no. Es una total renovación del contenido que mantiene intacta la sobresaliente calidad a la que nos tienen acostumbrados sus creadores. Inclusive el multijugador disfruta de un modo dedicado a resistir tremebundas oleadas de no muertos que harán las delicias de cualquier fanático de la supervivencia por rondas. Sí, sé lo que muchos estáis pensando, ¿Llegarán los zombies a GTA V tras su relanzamiento a la nueva generación? A ver con qué nos sorprende la gran R.
El apocalipsis zombie es, como se puede comprobar, motivo de la creación de numerosos juegos. Es un concepto de lo más usado y siempre sirve de comodín para añadir cierta amenaza que cause espanto, porque así lo demuestra el pensamiento actual, ya que al tratarse de un elemento conocido por una gran mayoría, es más fácil atenerse a lo que intuimos, vamos a encontrar: terror y violencia. Una desviación por parte del desarrollador hacia cualquier cosa que no contenga terror o violencia tornará la sensación que produce la idea primordial de muerto viviente en burla. Y hablando de transfigurar la percepción natural del sujeto, ¿hasta qué punto se puede extender la definición de zombie? Muchas de las obras que han quedado en el tintero y no se han incorporado a la lista como es la saga Dead Space o The Last of Us, no podían pasar a formar parte de la lista porque al analizar las propiedades comunes de los zombies que tenían el resto, estas no concordaban. De este modo, y sin dar más la charla, aquí termina este repaso por algunos de los juegos que tocaron (y tocarán) este tema tan de moda en la actualidad, pero aún no está todo dicho, pues todavía falta tu opinión personal. ¿Conoces algún otro juego sobre zombies que no se haya mencionado? ¿Cómo crees que deberían mejorar esta clase de juegos? ¡Cuéntalo y danos tu opinión sobre el asunto!
¡Nos vemos, jugones!
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