Reggie Fils-Aimé es una de las figuras clave que permiten entender cómo ha actuado Nintendo en las dos últimas décadas. El ex presidente de la filial norteamericana de la compañía entró en 2003 a formar parte del equipo, y por aquel entonces, como él mismo ha revelado en una entrevista, no estaba muy familiarizado con la marca: tenía una PlayStation 2 y una Xbox, pero no una GameCube, algo que de haberse sabido en otro momento, podría haber perjudicado seriamente a su imagen.
En la charla que ha ofrecido en el podcast Present Value, el ex directivo explica que cuando entró a Nintendo, la compañía estaba en una situación incómoda: "PlayStation 2 estaba dominando el mercado, mientras que GameCube y Xbox estaban en la misma línea", en referencia a que se situaban a una distancia enorme respecto a la plataforma más vendida. "Yo conocía a Nintendo, conocía a sus franquicias. Yo tuve no solo una Super NES, también una Nintendo 64", revela Reggie antes de soltar la gran bomba.
"Yo poseía una PlayStation 2 y una Xbox (todas ellas estaban en mi casa), pero es interesante que sepáis que cuando me entrevisté con Nintendo, no poseía una GameCube porque como consumidor, yo podía ver los problemas y las ventajas. Yo podía tener una idea de dónde estaban las necesidades no solo desde un punto de vista de ventas y marketing, que era para lo que me contrataban, sino desde una perspectiva general", reveló, asumiendo que por aquel entonces él tan solo era un cliente que adquiría aquella plataforma que más ventajas le ofrecía.
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