Hace ya casi 4 años desde que se estrenara en el mercado Little Nightmares, el videojuego de Tarsier Studios publicado por Bandai Namco que recogía el espíritu de plataformas y puzles y la estética oscura de las obras de Playdead (Limbo e Inside). El juego, sin hacer demasiado ruido, consiguió encandilar a miles de personas y yo mismo fui uno de los que en su día se adentró en la obra sin saber muy bien qué esperaba para encontrarme con una muy grata sorpresa.
Y ahora, en 2021, hemos tenido acceso a los dos primeros niveles de Little Nightmares 2, la secuela de la obra de Tarsier Studios que, en etsa ocasión, sí llega con ciertas esperanzas por parte de los que disfrutamos la primera entrega. ¿Está a la altura de lo que se espera? Acompañadnos en nuestras primeras impresiones de Little Nightmares 2 para comenzar a comprobarlo.
Después de jugar los dos primeros niveles de Little Nightmares 2 lo que nos queda claro es que se trata de una secuela en toda regla. Tarsier Studios no ha querido reinventar la rueda ni proponer cambios demasiado dramáticos en el esquema jugable de su obra. Little Nightmares 2 es, ante todo, una apuesta muy continuista que nos da más de lo que ya nos conquistaba en el juego original.
La principal novedad de Little Nightmares 2 puede parecer a priori que es la introducción de dos protagonistas. En esta nueva aventura no estamos solos sino que vamos acompañados en casi todo momento. Si bien puede parecer un cambio relativamente importante, lo cierto es que las implicaciones de este segundo personaje no van mucho más allá de lo narrativo.
El segundo personaje que nos acompaña sirve, en la mayoría de lo que hemos jugado, únicamente para hacer algo más complejas las situaciones frente a las que nos pone el videojuego. Porque Little Nightmares 2 va precisamente de esto, de hacer algo más complejo el juego original. Tarsier ha introducido entornos algo más amplios y pequeñas nuevas mecánicas que sirven, en última instancia, para que tanto los puzles como el plataformeo o las fases de sigilo sean un poco más complejas y tengan más chicha en lo jugable.
Si bien en los dos primeros niveles tan solo hemos empezado a ver estas novedades, hay un punto muy concreto en el que merece la pena pararse para hablar más: el combate. Little Nightmares 2 introduce una mecánica que nos permite atacar con ciertos objetos. El combate está integrado a la perfección con el tema y el discruso del videojuego; se siente pesado, tosco, desagradable. Es exactamente como nos imaginaríamos que el niño que protagoniza la aventura usaría un martillo. Pero el problema viene cuando, en el segundo nivel, se explota esta mecánica.
Si bien la construcción de una mecánica con la que atacar funciona bien narrativamente dentro de Little Nightmares 2, la forma en la que el segundo nivel construye retos en torno a ella no es para nada buena. En este segundo nivel nos encontramos con fases en las que atacar y combatir son el centro de la jugabilidad. Y el sistema de combate tosco y poco preciso hace que estas fases sean un suplicio.
Más allá de esto, resulta difícil por el momento confirmar si Little Nightmares 2 es mejor que el juego original. Desde luego, es un juego más complejo con muchas más capas y con el potencial para crear retos mucho más interesantes. ¿Pero es mejor? La verdad es que esta es una pregunta que, por ahora, no me atrevo a responder.
En cuanto al apartado narrativo, sí que me atrevo a afirmar que Little Nightmares 2 es un importante paso adelante. Lo es porque se vuelve un juego mucho más humano. Little Nightmares 2 abandona las Fauces, ese extraño lugar en el que tenía lugar la obra original, para irse a un mundo mucho más real. Tarsier Studios ha abandonado las pesadillas de Little Nightmares para adentrarse a un mundo que sí admite muchos más discursos, un mundo que es el mismo que habitamos nosotros,
Dar este salto al mundo real permite que Little Nightmares 2 sea un juego mucho más comprometido con el apartado narrativo, no tanto en cuanto a contar una historia explícita, sino en cuanto a tener un discurso sobre nuestro mundo, sobre la realidad que habitamos nosotros. Los dos primeros niveles tienen lugar en un bosque y en una escuela respectivamente, y en ellos vislumbramos una crítica mucho más clara y concreta que en la obra original.
No quiero entrar a desgranar demasiado los discursos de estos niveles pues sería incurrir en temas que pueden ser considerados spoilers. Pero sí voy a decir que estos dos niveles tratan dos temas muy concretos: el primero, el bosque, critica la degradación del medioambiente por parte del hombre; el segundo, la escuela, nos habla del acoso escolar, sus consecuencias y, lo que es más interesante, de sus causas. Y lo hace estupendamente bien, siguiendo la estela de Little Nightmares y sin incluir ni un solo diálogo.
En esta metanarrativa de Little Nightmares 2, Tarsier Studios demuestra una capacidad increíble de expresión simbólica a través de entornos claustrofóbicos, juegos de luz y diseños de personajes muy logrados. Todo ello nos deja con una historia que, como en el caso de la obra original, parece sacada de una pesadilla pero que en esta ocasión no habla de pesadillas sino de la problemática del mundo actual. Sus dos primeros niveles son, en este sentido, un importante salto adelante y un derroche de calidad.
Little Nightmares 2 es una obra muy conservadora. Cogiendo la base jugable del juego original, ha sabido crecer en mecánicas y complejidad para poner sobre la mesa una apuesta que tiene más 'chicha'. Queda por ver cómo funciona a largo plazo esta 'chicha' extra, pues las novedades que hemos visto tienen un lado bueno y otro no tanto, y está claro que no siempre más equivale a mejor.
Pero es en el apartado narrativo en donde Little Nightmares más ha evolucionado. Abandonando el relato de pesadilla de la entrega original, esta secuela se adentra en un mundo muy diferente que utiliza para hablar, precisamente, del mundo real. Una obra cargada de simbolismo y con discursos muy interesantes sobre el medioambiente o el acoso escolar que promete resultar de lo más interesante.
Little Nightmares 2 es, en definitiva, una apuesta segura para todos aquellos a los que la obra original ya encandilaba. Veremos si, cuando podamos disfrutar de la obra al completo, es capaz de superar a su predecesor.
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