Monolith Soft es una de las second party (empresas asociadas a compañías como Nintendo, en este caso) más interesantes de los últimos años. Suya es la culpa de tener una saga tan sobresaliente como Xenoblade Chronicles, que lanzó su segunda entrega principal (y tercera, en general) hace menos de un año en Nintendo Switch recibiendo alabanzas por parte de los usuarios. Aunque podríamos esperar que los ingresos obtenidos del videojuego (el más vendido de la saga hasta el momento) eran suficientes para obtener más beneficios este pasado año fiscal, lo cierto es que estos han descendido un 60%. Los motivos, pueden ser varios.
Uno de esos motivos sería la apertura de un tercer estudio en la ciudad de Iidabashi (Tokio), que habría supuesto un desembolso importante para la empresa; otro motivo habría sido el gasto que se ha invertido en mejorar el motor gráfico para Xenoblade Chronicles 2 y, por último, no hay que olvidar que actualmente están trabajando en otro proyecto importante que habría recibido ya alguna inyección económica.
La diferencia de ingresos, por cierto, es la siguiente: mientras que en el año fiscal que terminaba el 31 de marzo de 2018 había unos beneficios de 138 millones de yenes, el año anterior, en el mismo periodo, los beneficios eran de 346 millones.
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