Primeras impresiones de Rise of the Ronin: Unas primeras horas que hacen de gran carta de presentación

Ya sabía que 2024 se presentaba como otro gran año en cuanto a lanzamientos de videojuegos y que incluso iba a ser capaz de hacerle frente al excelentísimo 2023. Tan solo hay que ver cómo hemos empezado el presente año con lanzamientos como Prince of Persia: The Last Crown, Persona 3 Reload, Like a Dragon: Infinite Wealth o Final Fantasy VII Rebirth. Todavía quedan Dragon's Dogma 2 o Metaphor: ReFantazio, entre otros. Pero hay otro juego que muchos jugadores tienen en la mira, y tras haberlo estado jugando, ya os digo que merece estarlo: Rise of the Ronin.

En estas primeras impresiones os voy a hablar de la parte más introductoria del juego, lo que os vais a encontrar nada más empezarlo y hasta pasadas unas muy pocas horas. Ya sabéis, todo buen videojuego tiene una pequeña parte inicial que puede servir de tutorial, introducción a la historia y personajes principales, para ver las mecánicas más básicas del juego... En fin, estas introducciones de los juegos tienen alguno o todos estos objetivos, pero no siempre consiguen ser una buena carta de presentación. Ya os digo que Rise of the Ronin te deja con ganas de saber todo lo que ofrecerá el resto de la aventura.

Rise of the Ronin sabe muy bien de qué puede presumir

Tranquilos, aunque la parte introductoria de Rise of the Ronin ocupa tempranas horas del juego (bueno, dependiendo de cuánto os distraigáis, porque yo soy de darme mil vueltas por el mundo), no os diré mucho de la historia ya que es mejor que la viváis vosotros. Además, debo decir que de esta introducción es la historia lo que posiblemente menos destaca. ¿Destaca poco por ser un inicio de trama pobre o por presentar personajes mediocres? Nada más lejos de realidad: es lo que menos destaca porque tiene que competir con lo que más destaca: su brillante jugabilidad.

Creación del perso... perdón, ¡los personajes!

Nada más empezar a jugar, tienes que hacer lo que numerosos juegos acostumbran a hacer: crearte tu personaje. Pero como podéis ver en las imágenes que os comparto, no creas uno, sino dos personajes. Efectivamente, la historia está protagonizada por el Filo Velado, que son dos hermanos huérfanos que fueron adoptados por una maestra samurái que los entrena de pequeños. Algo que me gustó, por cierto, del juego (y que se ve en la primera misión ya) es que los diálogos entienden cuando has creado a dos chicos, un chico y una chica (que es por defecto) o dos chicas, cambiando así el género de los artículos y adjetivos en función de qué personajes hayas decidido crear.

En la creación del personaje podemos ajustarle prácticamente todo el rostro y gran parte del cuerpo, haciendo que sea más alto o bajo, más musculoso o menos, etc. Pero como digo, la personalización de la cara es lo que se lleva el premio gordo; desde la posibilidad de modificar muchos rasgos muy específicos y de maneras muy detallistas, hasta poder crear patrones de maquillaje, cicatrices o marcas en la cara. La verdad es que estos creadores son un gustazo.

Pero vamos a lo interesante: ¡a combatir!

El resto de la introducción de Rise of the Ronin es, como dije antes, una pequeña carta de presentación que presume de lo que sabe que puede presumir especialmente. Eso es un combate brutal a nivel mecánico, visual y de animaciones, y unos escenarios que te dejan boquiabierto (y eso, como digo, sólo en las primerísimas horas).

Tienes un pequeño tutorial sobre cómo se combate y donde ya puedes ver que tienes diferentes tipos de armas a tu disposición. Cada una te ofrece una jugabilidad completamente distinta, donde cambian los combos, habilidades y demás. Por si fuese poco, no solo tienes armas cuerpo a cuerpo, sino que también hay armas a distancia como shuriken o hasta fusiles. Por supuesto, no falta el equipamiento en términos de ropa que, además de cambiar el estilo de tu personaje, también sirve para modificar el nivel de defensa del mismo. Pero lo interesante llega en el combate, donde no sólo podemos restar salud al enemigo, sino también restar su ki, que es como su "resistencia". Una vez agotada, puedes hacerles ataques críticos a tus enemigos. Ahora solo tienes que hacer uso de todo tu arsenal y, especialmente, de tu abanico de habilidades para hacer frente a cada situación y cada combate de la forma que prefieras.

Puedes atacar en sigilo, puedes ir a saco a por todos, puedes jugar a contraataques, puedes disparar desde la distancia... puedes jugar a tu manera, y todas son espectaculares a nivel visual, y es lo que creo que va a hacer a Rise of the Ronin un juego brillante y, más importante aún, muy divertido.

¿Y el mundo y la exploración?

A partir de cierto punto, el mundo es abierto. Y si bien creo que no es un antes y un después en el género, los escenarios son una barbaridad y no paras de quedarte boquiabierto a cada rato. Aunque gráficamente no es el título más espectacular de todos, es muy, pero que muy bonito, y la ambientación es toda una pasada que ayuda a que tengas ganas de explorar. Además, la jugabilidad explorando ayuda, ya que el gancho que te permite subirte a distintos edificios y la gran movilidad del personaje principal para saltar y moverse por ahí es alucinante. Además, es un mundo abierto donde no paras de encontrar cosas que hacer. Desde coleccionables hasta campamentos que tienes que despejar, mercaderes, lugares para visitar, o hasta potenciar vínculos que creas al conocer personajes durante la historia.

¿Sabéis qué? Me sabe mal no decir nada más porque siento que me estoy quedando a medias y que no he contado casi nada de todo lo que ofrece el juego, pero al final estas son unas primeras impresiones ya que todavía no me he pasado el juego. Aun así, ya os aviso de que las primeras horas de Rise of the Ronin dejan un muy buen sabor de boca y sólo han servido para tener ganas de seguir jugando y completarlo al 100%.