El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha informado en las últimas horas a través de una nota de prensa que ha condenado a 3 años de cárcel a un hacker que robó y difundió información confidencial de Nintendo en el año 2016. En 2017, la FBI se puso en contacto con el susodicho y le hizo jurar que no volvería a acceder a los datos de la compañía japonesa, pero en 2019 fue otra vez pillado con las manos en la masa, y peor aún: poseyendo más de 1.000 archivos de pornografía infantil.
Cuando fue captado por la FBI mientras accedía a los archivos más ocultos de Nintendo, relacionados con cuentas financieras y otros datos de vital importancia para cualquier empresa, el FBI le dio un aviso. En 2019, este organismo investigó una vez más su casa, ya que descubrieron que Ryan Hernández, este hombre de 21 años, publicaba muchos de esos datos en redes sociales como Discord y Twitter. Fue entonces cuando encontraron "información confidencial sobre varios videojuegos populares, consolas de videojuegos y herramientas de desarrollador; miles de archivos confidenciales de Nintendo".
El problema se acentúa cuando también se hallaron "más de mil vídeos e imágenes de conductas sexualmente explícitas, guardados y clasificados en un fichero que marcó como 'Bad Stuff' [cosas malas]". Pese a que acordó pagar un cuarto de millón de dólares por todo el daño cometido a Nintendo, no se ha podido librar de la cárcel por el segundo de los delitos.
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