Las películas no son meros productos de entretenimiento. También son proyectos que deben ser utilizados para transmitir mensajes y moralejas. Vivimos en una sociedad que avanza a pasos agigantados, pero no al mismo ritmo: determinados sectores sociales siguen anclados en el pasado y es gracias al cine que descubre una forma de evolucionar.
Carmen y Lola está triunfando en Netflix y es de esas películas tan necesarias como imprescindibles en lo cinematográfico. Una obra que revela la cara más desconocida de la cultura gitana, estando protagonizada por dos jóvenes que superan todos los obstáculos posible para llevar a cabo un romance precioso, pero prohibido. Entonces... ¿merece la pena ver Carmen y Lola en Netflix?
Carmen es una adolescente gitana que vive en el extrarradio de Madrid. Como cualquier gitana, está obligada a vivir una vida que se repite generación tras generación: casarse y criar a tantos niños como sea posible. Pero un día conoce a Lola, una gitana poco común que sueña con ir a la universidad, dibuja graffitis de pájaros y se considera una persona diferente. Carmen desarrolla de forma rápida complicidad con Lola, y ambas intentarán de llevar hacia delante un romance repleto de inconvenientes y discriminaciones sociales a los que se ven sometidas por su familia.
Zaira Romero, Rosy Rodríguez, Moreno Borja y Carolina Yuste son tan solo algunos de los protagonistas de Carmen y Lola, una película escrita y dirigida por Arantxa Echevarría, quien ahora triunfa en cines gracias a Chinas.
"Carmen y Lola", dirigida por Arantxa Echevarría, se presenta como una joya cinematográfica que desafía los prejuicios y ofrece una mirada auténtica y sincera a las realidades de dos jóvenes gitanas en la periferia madrileña. Echevarría no solo cuenta una historia, sino que se sumerge en las vidas de sus personajes, demostrando una empatía palpable y un profundo entendimiento de las complejidades humanas.
La película se deshace de estereotipos y ofrece una narrativa que se siente genuina, sin la mirada distante de un observador externo. La directora ha dedicado mucho tiempo a sumergirse en la cultura gitana, a conocerla en primera persona. Esta autenticidad se traduce en la pantalla de forma visual, donde cada gesto, cada palabra, y cada expresión son veraces y llenos de vida.
La trama se centra en la conexión entre Carmen y Lola, dos jóvenes que se enfrentan a desafíos significativos en su entorno conservador. La cultura gitana, mostrada de forma totalmente diferente a cómo la conocemos, despojada de prejuicios y estereotipos: Arantxa Echevarría consigue transmitir verdad, siendo una película tan realista como emotiva.
Si las interpretaciones son portentosas, en lo técnico, Arantxa Echevarría consigue crear escenas de lo más poderosas, soluciones tanto en fotografía como en montaje, que demuestran que estamos ante una cineasta muy interesante tanto en lo social como en lo visual. En resumen, "Carmen y Lola" es más que una película, es un testimonio cinematográfico que desafía, emociona y deja una huella duradera en la audiencia. Tienes que verla ahora que está en Netflix, y probablemente quieras ir al cine a ver "Chinas", aún en cartelera.
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