Una de las peores noticias que nos podía dar la industria cinematográfica ha llegado para acabar un año negro en el sector: Metro Goldwyn Meyer (MGM), estudio detrás de la marca James Bond o Rocky, se ha puesto a la venta tras sufrir las consecuencias de la pandemia, y es que la productora no ha podido estrenar en 2020 su éxito más esperado, Sin tiempo para morir, algo que podría haber provocado que las pérdidas fuesen inasumibles.
Wall Street Journal, reputado periódico norteamericano, anuncia que la empresa tiene un valor actual de mercado de 5,5 mil millones de dólares, incluyendo la cuantía de la deuda que posee. Uno de los sectores que estarían más interesados en comprar MGM sería el streaming, aunque esto supondría que franquicias cinematográficas como las mencionadas acabasen en Netflix, Amazon, HBO o similares, algo que los directores y actores de dichos proyectos no querrían.
La productora tiene actualmente una biblioteca formada por más de 4.000 películas (James Bond, Rocky o El Hobbit) y 17.000 horas de contenido televisivo (El cuento de la criada o Vikingos, entre otras series). El problema es que si bien las ficciones para la pequeña pantalla si podrían encajar en plataformas de streaming, los largometrajes no tanto, sino recordad la que se ha formado con Warner Bros. Pictures y HBO Max. ¿Es hora de ver lo nuevo de James Bond tras Sin tiempo para morir en Netflix o Amazon?
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