Lo que en muchos casos hubiera sido identificado como un vil acto de fanservice, en manos de Damon Lindelof se ha interpretado como un gesto de respeto hacia la obra original. La serie de "Watchmen" daba inicio con personajes nuevos, tramas confusas, y una relación con el pasado notablemente ambigua. Poco tiempo tardaba, claro, en hacer referencia a Ozymandias, Espectro de Seda, y otros tantos héroes del cómic de Alan Moore. Pero el regreso que más ha llamado la atención es el de Doctor Manhattan, y no es para menos.
Su llegada a la ficción se pronosticó ya en el primer episodio, y la trama no ha hecho más que avanzar hacia ese deseo desde entonces. En el capítulo de esta semana por fin se revelaba la ubicación real de Jonathan Osterman, y se abría las puertas a una aparición física en lo que aparecerán en pantalla la próxima semana. No resulta extraño que justo ahora el propio showrunner haya querido justificar la introducción de este personaje no ya en la serie, sino en la propia trama principal.
"Comencé todo este viaje desde la perspectiva de un fan y me pregunté: ¿qué tendría que ver en una serie de televisión que se atreve a llamarse Watchmen? El Dr. Manhattan estaba entre las primeras cosas de esa lista", explica Lindelof a THR sobre la concepción del proyecto. "Lo más importante era que necesitábamos contar una nueva historia con un nuevo personaje como protagonista. Una vez llegamos a Angela Abar, la nueva prioridad se convirtió en echar mano de cualquier personaje heredado (Veidt, Laurie y Justicia Encapuchada) sólo al servicio de la historia de Angela… ella era el sol, todos los demás tenían que estar orbitando a su alrededor".
Este requisito en apariencia inofensiva, chocaba de frente con el deseo mismo del cineasta de incluir a Jonathan en la producción. La solución solo podía ser una. "Entonces, ¿cómo podría el Dr. Manhattan, un hombre con el poder de Dios, estar al servicio de la historia de Angela y no al revés? Basado en su pasado (y en todos los tropos de la mitología greco-romana), la respuesta fue intuitiva… amor", confiesa. "Sabíamos que esta relación sólo podría funcionar si Manhattan tomaba la forma de un ser humano, y así nació la idea de Cal. Y sí, llegó temprano. Casi desde el inicio."
Ya en pasadas entrevistas Lindelof explicó que al meter los pies en el universo de Moore, tenía claro que debía aportar algo al lore. Su negativa ante la idea de sumarse a una segunda temporada viene de esta misma condición, y la elegancia con la que se ha llegado hasta la aparición del Doctor Manhattan también. ¿Estará a la altura de lo esperado? El episodio 1x08 pondrá las últimas respuestas encima de la mesa antes del desenlace final.
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