Tras la gran acogida conseguida con la serie de videojuegos Momodora, Bombservice da un paso más con la llegada de su último trabajo: Minoria. El estudio independiente vuelve con lo que mejor se les da, un interesante título de plataformas que hoy analizamos en este texto. La experiencia de desarrollo adquirida en anteriores juegos se ha hecho notar en esta última entrega, la cual ya se encuentra disponible para todos los usuarios de PC.
Un mundo rodeado de fanatismo religioso
A modo de descripción general, Minoria es un metroidvania ambientado en un mundo de fantasía medieval. El juego se encuentra situado bajo el llamado periodo de la “Cuarta Guerra de Brujas”, una época de tensión social y fanatismo religioso donde el Santo Oficio, ejército en manos de la Inquisición, tiene el deber de eliminar a las llamadas “brujas” y purificar el territorio de herejes y de aquellos que se sitúan en contra de sus enseñanzas. La aventura la protagonizan Fran y Semilla, misioneros a cargo de la Iglesia que tienen como tarea investigar una supuesta ceremonia secreta que las brujas han dado comienzo. Esta historia rodeada de misterio nos llevará a averiguar los planes de esta organización y descubrir la verdad que hay tras dicha confrontación. Por el camino, duros enemigos nos obstaculizan nuestra misión, pudiendo disfrutar de un combate fluido y gratificante.
Minoria se encuentra en unas circunstancias especiales, y es que, siguiendo la trayectoria de su estudio, este viene tras la saga Momodora, la cual dispone de cuatro entregas. Después de varios años en la industria, Bombservice pone toda la carne en el asador y, sin abandonar el género de plataformas, en este proyecto se demuestra la madurez del estudio y el cómo han ido avanzando hasta encontrar una fórmula que haga satisfacer al público mientras juega y, más en concreto, mientras combate. Y es que, si hay algo en lo que destaca esta entrega es en este apartado y en el cómo lo han implementado en un título de tales características.
Un sistema de combate gratificante
El estudio define a Minoria como el sucesor espiritual de Momodora. Ahondando en esta descripción, esto significa un avance y evolución en lo ya conocido, pero sin perder las bases que hicieron grande a su obra magna. En este caso, la evolución sería el sistema de combate que atesora dicho título, en el que el punto en donde se apoya esta vertiente del juego es en hacer parrys y contraatacar, siéndonos de gran ayuda. Para lograr esto con facilidad, han añadido una mecánica simple de seguir, aunque difícil de dominar a la perfección: una especie de círculos que se van cerrando para darnos una pista de cuándo rechazar el ataque del enemigo, desplegando después una serie de ataques continuos como recompensa por nuestro buen timing. La respuesta en el combate es muy gratificante, y es una de las características que hacen brillar al juego. Quizás una de las pegas que hemos podido encontrar en este apartado es el tema del daño al tocar a cualquier enemigo, ya que la vida del jugador descenderá si el cuerpo del mismo se encuentra con el de las criaturas que nos encontraremos por todo el mapa. Esto no pasa cuando utilizamos la maniobra de rodar, no obstante, al acabar su correspondiente animación, nos podemos llevar una mala sorpresa.
El combate viene apoyado con un gran abanico de armas y hechizos, o, como son denominados en el juego, inciensos. Cada arma dispone de un estilo de combate y movimientos distintos, las cuales podremos encontrar por todo el mapa y que nos darán una gran ventaja respecto a nuestros enemigos, pudiendo realizar distintos combos, incluso aéreos. Además, cada una de estas armas dispone de un poder especial que nos brindará un plus de acción y sensación de poderío. En cuanto a los inciensos, disponemos de habilidades activas y pasivas, de las que los hechizos se recargan al pasar por un punto de guardado, un aspecto positivo puesto que no tendremos que preocuparnos por gastarlos. Entre inciensos y ataques físicos, se hace del combate en Minoria un gran espectáculo de movimiento.
Laberintos por los que perderse
Al tratarse de un título basado en las características de lo que conocemos por metroidvania, en Minoria también encontraremos un mapa laberíntico que se irá expandiendo conforme vayamos explorando sus zonas. Evidentemente, también haremos uso del backtracking y más nos vale tener buena memoria y acordarnos de por dónde vayamos pasando, pues nos hará falta para localizar salidas y pasadizos para continuar con la historia. No obstante, siempre tendremos la ayuda de la hermana Semilla, quien nos recordará lo que tengamos que hacer para avanzar en la trama. Volviendo al mapa, el visualizado del mismo es bastante claro, utilizando bloques y contornos para facilitarnos el saber si hemos pasado o no por algún punto, aunque nos hubiera gustado poder mover el minimapa a nuestras anchas, ya que se trata de un diseño estático.
Los puntos de guardado se encuentran por todo el mapa y, en algunos de ellos, tendremos la opción de teletransportarnos hacia la biblioteca, la cual sería el equivalente al “Santuario de Enlace de Fuego” de Dark Souls -una HUB- de Minoria. Allí, podremos comprar objetos que necesitemos y hablar con los personajes que se encuentran en dicha localización, pero no está de más recomendar guardar siempre en todo momento; un consejo que parece bastante obvio pero lo cierto es que el título no cuenta con autoguardado y, si no tenemos esto en cuenta, podemos encontrarnos en la situación de haber derrotado a un jefe final, morir después por alguna otra razón y tener que enfrentarnos de nuevo al boss en caso de que no hayamos guardado con anterioridad.
Un juego con identidad propia
Otro de los puntos fuertes que hacen interesante este producto es su apartado artístico. En él, encontramos una mezcla entre elementos en 2D, 3D y técnicas como el cel-shading e, incluso, piezas realizadas a mano; el estudio abandona el pixel-art y consigue con Minoria un acabado con identidad propia. Asimismo, durante el trascurso de su historia, acabaremos deslumbrados con algunas de las localizaciones y entornos, consiguiendo que el título no solo logre encandilar por algunas de sus mecánicas sino, también, por lo que nos entra a los ojos. Es inevitable comentar la fuerte inspiración que el estudio parece tener por los títulos de Miyazaki porque, fuera del combate, elementos como el diseño de la interfaz, el lore de cada objeto explicado en las descripciones y similares, hacen que esta obra nos acabe recordando a juegos como Dark Souls y demás entregas de FromSoftware. Una pena que la banda sonora no alcance el nivel logrado en este apartado ya que, si bien funciona correctamente como acompañamiento en nuestra aventura, no logra destacar en ninguno de sus temas.
Conclusión
Bombservice ha logrado con Minoria un título con identidad propia, interesantes mecánicas y un sistema de combate gratificante. A pesar de las carencias encontradas en el título, esta entrega logrará encandilar a todos los amantes de los metroidvania.
Minoria es el primer título que se sale de la línea seguida por Bombservice durante estos años. Puntos como un sistema de combate gratificante y un apartado artístico con identidad propia harán que los fans de Momodora y metroidvania en general disfruten de este título. A pesar de sus carencias, podemos decir que Minoria es un juego que merece estar en nuestra colección.
Cargando... 