Análisis Scourge of War: Waterloo – Quatre Bass
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Análisis Scourge of War: Waterloo – Quatre Bass

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En la situación bastante tensa en la que está Europa actualmente cabe recordar que el pasado 18 de junio de 2015 se cumplieron 200 años de una de las batallas más decisivas de aquel entonces: La batalla de Waterloo, que decidiría la configuración de fronteras de dicha época, las monarquías absolutas en casi toda Europa, y puso fin a las Guerras Napoleónicas, en las que se enfrentaban Francia contra Prusia y Gran Bretaña (junto con Rusia y Austria, aunque no tuvieron presencia en esta batalla).

Justo un año después de dicha fecha, Norb Development Software Inc., y los editores Slitherine Ltd. y Matrix Games lanzaron en Steam el DLC Quatre Bass para Scourge of War: Waterloo, disponible en la misma plataforma desde noviembre de 2015. Puesto que este último no lo analizamos en su momento os explicamos claramente las novedades de este DLC y lo que ofrece el juego base, sin duda un gran título para los amantes de la estrategia táctica histórica.

Grandes batallas con cientos de miles de combatientes

Para empezar cabe mencionar que Scourge of War: Waterloo es uno de los juegos de estrategia y simulación más fieles que hay en el mercado pero, por ello mismo, no recomendado para todos los públicos a pesar de su gran fidelidad histórica. Los títulos predecesores del mismo estudio, que se centran en la Guerra Civil Americana (Bull Run y Manassas) ya dejaban entrever que lo importante de esta apuesta no es la acción sencilla y masiva que ofrecen otros grandes sagas del género, como Total War, sino la fidelidad histórica y poder ver que habría ocurrido en ciertas batallas si determinados hechos no hubieran ocurrido como los contaban.

Así, dependiendo de las acciones el jugador puede dar un vuelco a los acontecimientos históricos que se dieron durante los cuatro días de batalla (desde el 15 al 18 de junio de 1815) e intentar ganar desde cualquiera de los tres bandos disponibles (el francés, prusiano y británico, estos dos últimos aliados entre si) en los 20 escenarios disponibles en el juego base y los cinco nuevos escenarios de la expansión Quatre Bas, basados en los combates que se libraron en esa pequeña ciudad.

Estos nuevos escenarios no son excesivamente variados respecto a los ya disponibles en el juego principal ya que se basan en el Bosque de Bossu, las granjas Petit y Grand-Pierrepoint, la granja de Gemioncourt, y algunos alrededores del pueblo pero, al igual que los del juego principal, son muy fieles a cómo eran aquellos lugares en dicha época. También, al igual que el juego principal son de un gran tamaño, ya que cuentan con un mapa de 5x5 millas, con gran cantidad de detalles.

De igual manera contamos con todos los Comandantes que lideraron las tropas de los tres ejércitos, con sus respectivos objetivos en la batalla, que podemos cambiar para intentar modificar los acontecimientos. Por ejemplo, está disponible el Mariscal Michel Ney, el Duque de Wellington, o el Príncipe Guillermo de Orange, con todas las formaciones y tácticas de cada tipo de escuadra militar.

Importantes mejoras pero algo insuficientes

Además en esta expansión se ha mejorado meticulosamente la interfaz de usuario, mucho más intuitiva; junto con la inteligencia artificial, sobre todo de la caballería (ahora cuenta con nuevos objetivos según las circunstancias y ya no pueden manejar los cañones enemigos, algo que pasaba en el juego principal). También los tiradores cuentan con ciertas mejoras, y hay ciertas optimizaciones en las estadísticas que se muestran al final del combate, así como en el menú de carga, con una llamativa pantalla realizada por el artista Mitchell Nolte.

Respecto al DLC no se ha ampliado muchos otros aspectos del juego principal más que la propia duración de la Campaña Principal y ciertos aspectos jugables aunque por el momento no se sabe si sus creadores están trabajando en nuevos DLC basados en las campañas de Wavre y el Monte Saint-Jean, sucesivos al mencionado Quatre Bas, o bien en actualizaciones del modo multijugador (que sigue permitiendo hasta 32 jugadores pero tiene pocos mapas disponibles), el modo sandbox, y las campañas sandbox. Este último cabe recordar que permite enfrentamientos totalmente aleatorios y nada históricos, pero con solo los tres bandos disponibles.

Estos tres modos de juego no dan tanta fidelidad histórica o jugable respecto a la Campaña Principal pero son un gran beneplácito para la cierta frustración que pueden tener algunos jugadores por la posición de cadena de mando en la que nos sitúa el juego en determinados combates. Esto es debido a que, dependiendo de nuestra posición militar, solo podemos dar órdenes a determinadas unidades e interpretar las que nos den nuestros superiores. También dependiendo del nivel de dificultad, escogido de los siete disponibles, el número de unidades y escuadras varía considerablemente, así como la gran dificultad de las batallas.

De todas maneras, a pesar que el juego principal haya salido el pasado mes de noviembre en Steam, sigue teniendo ciertos fallos de optimización con los sistemas operativos Windows 8.1 y Windows 10, ya que el juego ha sido optimizado para Windows 7. Tampoco es un juego accesible para aquellos que no sepan inglés, francés o italiano, ya que solo está disponible en dichos idiomas, y además cuenta con muchas opciones, textos e indicaciones de qué debemos hacer.

Su alto precio es otro de sus importantes puntos negativos, teniendo muchos otros grandes juegos de estrategia histórica a precios mucho más accesibles. Afortunadamente cumple bastante bien en su aspecto sonoro, con grandes melodías y efectos sonoros a un alto nivel, y sus requisitos no son muy altos, necesitando solo 2 GB de RAM, tarjeta gráfica de 256 MB y 512 MB de espacio en disco.

Pero, a pesar de la gran cantidad de acciones disponibles, la gran fidelidad de las unidades, el gran espectáculo visual de poder ver a miles de unidades 2D en un campo 3D con todos los estandartes, unidades de caballería, artillería, etcétera de la época (en la batalla se enfrentaron 850.000 unidades en sus cuatro frentes y el juego puede poner hasta 150.000 unidades a la vez), el juego solo resultará divertido a los amantes de la estrategia histórica y, sobre todo, los apasionados de aquella época.

No es un juego para todos los públicos, ni pretende serlo, ya que se apoya más en la fidelidad histórica que en la propia diversión que puedan dar otros juegos más masivos y con más posibilidades jugables. Con el gran número de juegos de estrategia disponible, muchos de ellos de sus propios editores, Scourge of War: Waterloo se queda solo apto para un determinado público, a espera de saber si habrá más DLCs en camino o que otra batalla histórica recrearán sus creadores en un futuro.

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