Pese a que han pasado cinco años, es difícil olvidarnos de P.T. Silent Hills, la obra que se proyectaba a revolucionar el género del terror. Aunque Norman Reedus, actor que se prestó para la materialización del protagonista de Death Stranding y pretendía hacer lo mismo para el título en cuestión, agradece que así haya sido, no es menos cierto que a la comunidad le sentó fatal el anuncio y, a día de hoy, el seguir descubriendo secretos sobre la obra no hace más que causar un dolor mayor, pero también es una forma de imaginarnos qué pudo haber sido el proyecto.
En tal sentido, recientemente hemos conocido aún más del producto ya que Alanah Pearce, quien se ha convertido en una de las personalidades más prominentes del periodismo del medio en la lengua anglosajona gracias a su paso por IGN, compartió una breve anécdota sobre una de las posibles mecánicas del título. Específicamente, comentó: "Escuché que Silent Hills requeriría de que firmases un permiso antes de jugar porque, de alguna forma, interactuaría con tu yo del mundo real, en plan enviándote correos electrónicos o mensajes de texto en el papel de personajes del juego incluso cuando no estuvieses activamente jugando".
Esto, sin lugar a dudas, podría haber dado origen a una inédita forma de conexión entre jugador y juego que, quizá, hubiese sido el germen de una innovación sin precedentes en el medio interactivo. Por ello, es una lástima que P.T. no haya podido trascender del papel a la realidad, pero resulta llamativo continuar descubriendo su propuesta incluso a años de su cese.
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