Antes de empezar a leer estas líneas como el que come palomitas, os recomiendo a todos los que no os hayáis pasado la saga que salgáis de este post lo antes posible, ya que soltaré unos spoilers bastante grandes. Ahora sí, paso al tema. Los que conocéis los juegos originales de God of War sabréis que Kratos ha estado en constante tensión con los dioses griegos, y no solo hablo de su lucha contra ellos, sino también de la parte en la que era su recadero.
Kratos siempre estaba ahí dispuesto a darle todo a los dioses y lo único que pidió a cambio fue la liberación de su sufrimiento, un sufrimiento causado por un pasado tormentoso y por unos actos que hizo sin tener el control completo de la situación. En más de una ocasión les ha implorado a los del Olimpo que le liberaran de esas pesadillas, pero los caprichosos dioses nunca daban su brazo a torcer. Así que el protagonista, sintiéndose cansado y abandonado, decide tomar una decisión: suicidarse.
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