Amélie es una de las mejores películas francesas de la historia, y quien no lo sepa ver, tiene un problema. Jean-Pierre Jeunet, su director, demostró que la creatividad no tiene límites, ni la suya, ni la de la protagonista, una joven que tendría síndrome de Asperger y que se imagina cómo vive el resto de parisinos. Pero el cineasta no es hombre de un proyecto; a lo largo de su carrera ha creado una larga filmografía, y tras 9 años alejado de la gran pantalla, ha regresado a Netflix con BigBug.
En este caso, las críticas no parecen estar acompañando a este largometraje original de Netflix, pero quizás llega el momento de pasar lo que decimos los periodistas y disfrutar de una comedia que guarda muchas similitudes con Amélie aunque no lo parezca. Y sí, si te gustó aquella historia de amor de principios de los 2000, te gustará BigBug.
"Un grupo de habitantes de las afueras de una ciudad se quedan atrapados cuando una rebelión de robots provoca que su robot les encierre en su propia casa por su propio bien".
El resto de críticas son más bien negativas, con algunas de ellas mixtas. Pero creo que todo ocurre por el estilo tan personal de su director. BigBug, esta película original de Netflix, es muy diferente a cualquier creación que veas en la plataforma de streaming, y quien no arriesga, no gana.
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