Libre de las ataduras que rigen la televisión, Netflix ha ido construyendo con el paso de los años un catálogo increíblemente variado. Las series de corte familiar se iban entremezclando con propuestas más arriesgadas, y con experimentos que no llegaban a terminar de cuajar. Y sí, gracias a ello se ha granjeado la etiqueta de "basurero", pero también ha podido cuajar una librería casi infinita de ofertas. Un repertorio en el que se ha ido infiltrando cada vez más la animación, y no cualquier tipo de animación; la escuela adulta dispuesta a desafiar constructos. Y ahí "Love, Death & Robots" es el paradigma de lo irreverente.
Presentada como un experimento artístico y narrativo, esta antología de cortos animados llamó la atención con facilidad gracias a los dos nombres al frente del proyecto. Tim Miller, conocido por "Deadpool", y David Fincher, conocido por "Seven" o "El club de la lucha", forman equipo para plasmar su particular visión del storytelling con toda la libertad que les ofrece una plataforma como Netflix. El lenguaje, las formas, y los mensajes cobran especial importancia en un producto creado para llamar la atención desde la irreverencia edgy de corte más teen.
"Love, Death & Robots" se compone de 18 historias cortas que van desde los 5 hasta los 20 minutos, que tratan la ciencia ficción desde distintos puntos de vista. Los cortos, creados por un equipo infinito de personas casi imposible de discernir, presentan a personajes diferentes, situaciones diferentes, e intenciones únicas. Sin embargo, hay un elemento común que las cohesiona permitiendo dar intención al producto bajo el que se presentan; el amor, la muerte y los robots. Obvio ¿no? Miller y Fincher sin embargo no se quedan en la simple transgresión que ya supone la exposición cruda de esos elementos.
Dada la limitación temporal que tienen para desarrollar cada una de las tramas, la antología no se esconde a la hora de abusar del gimmick. En ciertas ocasiones se trata de simples giros narrativos justificados, y en otras ocasiones de una intencionada ambigüedad para invitar a la reflexión en torno a conceptos metafísicos-existencialistas. Su objetivo es romper moldes, y en este caso el fin justifica los medios con buen resultado. Los relatos se van solapando con la fluidez que permite la app de Netflix, y van generando una sensación de adicción ineludible. ¿Cómo lo consigue? Apoyándose en una disonancia palpable entre la forma y el contenido.
Mientras en el apartado artístico y animado nos encontramos con un estilo agresivo y visceral que afronta las situaciones siempre de la manera más sádica, en el trasfondo de las historias no vemos más que bruma. Miller y Fincher presentan personajes y universos increíblemente interesantes, pero no les da un propósito claro. Los temas se van sucediendo sin terminar de perfilarse dejando un sentimiento de insatisfacción en ese espectador que busca algún tipo de respuesta. Y es precisamente ese aire soberbio el que le proporciona una personalidad atractiva y única a la producción.
A pesar de ambientarse todas las historias en escenarios similares -siempre tendiendo hacia la galaxia y lo desconocido-, la fuerza narrativa de cada uno de los relatos permite ir tejiendo una experiencia variada y sorprendente. Los planetas desconocidos, alienígenas, y astronautas, se repiten a lo largo de todo el metraje, pero el alto nivel artístico proporciona unas señas de identidad fácilmente distinguibles. Ahora bien, lo que por un lado implica emoción e interés, por el otro arrastra condiciona cierta irregularidad. "Love, Death & Robots" no logra escapar del mal habitual en toda antología, sufriendo altibajos evidentes de calidad entre cada uno de los episodios.
De piezas cinematográficas de altísimo nivel como "Más allá de Aquila" o "La Testigo", la antología pasa por propuestas menos creativas como "El Vertedero" o "Trajes". En ciertos momentos alcanza niveles de complejidad narrativa nunca antes vistos en la animación -todavía seguimos intentando entender "Zima Blue"-, justificando esa imagen kitsch y pretenciosa. Sin embargo, en otros momentos "Love, Death & Robots" vuelve a mostrar su perfil experimental contradiciendo su propia imagen con relatos soeces y vulgares como "Historias alternativas" o "Yogur al poder". Miller y Fincher lo quieren todo; el lado más sofisticado y complejo de la ciencia ficción, y la vulgaridad de la comedia absurda.
Puede que todo no guste a todo el mundo, y es lo más lógico. Esta antología ofrece una gran variedad de estilos e historias dirigidas a distintos públicos. Lo consigue transmitiendo con cada tipo de animación la idiosincrasia de cada relato. Así nos encontramos con historias existencialistas animadas con un realismo asombroso, pero también con parodias moldeadas bajo animaciones en 2D de estilo cartoon. La serie consigue que la animación para adultos forme parte de una conversación creativa mucho más amplia de lo que venía haciendo hasta ahora. Proponiendo ideas extremas que podrán ser recicladas en el futuro bajo entornos más controlados.
"Love, Death & Robots" es un banquete de sueños tórridos hechos realidad. Un cóctel ácido, amargo, dulce, picante y salado de ideas acertadas y fallidas que tejen un inolvidable orgasmo de sensaciones. Su naturaleza caótica y caprichosa enfadará y enamorará a partes iguales, pero siempre invitando a al espectador a salir de su zona de confort. Si esto es un experimento, que no lleguen nunca las conclusiones.
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