Para muchos la llegada de Rian Johnson significó un soplo de aire fresco. No por su propio nombre, sino por la ruptura que este implicaba en un estilo al que muchos fans no han querido apegarse. Un tono nostálgico y cargado de referencias que J.J. Abrams ya hizo funcionar en 2015, y que Lucasfilm ha querido recuperar para ganar en seguridad de cara a la importante "Star Wars: El ascenso de Skywalker". Se terminaron la deconstrucción salvaje que a tantos enfadó, y reaparece una condescendencia que necesita justificación.
En su primera jugada, el cineasta ya argumentó la necesidad de conectar a las generaciones clásicas con las nuevas; la explicación se entendía por el contexto del Episodio VII. Pero ¿qué respalda ahora el regreso de Palpatine? ¿Y la lucha final en las ruinas de la Estrella de la Muerte? ¿Y el renacer forzado de la princesa Leia? La despedida de la saga estará marcada por un constante recordatorio del pasado, que para Abrams desprende una gran fuerza narrativa.
"Me sentía entrando en la casa encantada, el lugar al que tienes que ir", explica el director a Entertainment Weekly sobre el regreso de la famosa estación espacial. "Esta es una historia de personas que tienen que lidiar con la carga que la generación anterior cede sobre las que las siguen. Así que, literalmente, volver a este naufragio del pasado y tener que luchar contra él se sentía como una metáfora obvia, pero también como algo increíblemente cinematográfico".
La Estrella de la Muerte, eso sí, no será el único elemento de pasadas trilogías que volverá. La otra pata de nostalgia sobre la que se apoyará Abrams tiene nombre y apellidos. "Decir que Leia había fallecido, o que estaba en otra parte, hubiera sido algo tramposo", explica en relación al callejón sin salida en el que se encontraron tras la muerte de la actriz. "Entonces recordé que teníamos estas escenas que no habíamos usado del Episodio VII. Fue como encontrar una respuesta imposible a una pregunta imposible. De repente teníamos a la Carrie de verdad en estos increíbles momentos. Así que cuando ves en la película, es ella, está ahí. No es un truco digital. Es real".
A Abrams ya le funcionó increíblemente bien la óptica nostálgica hace cuatro años, y no hay señales de que no le vuelva a dar los mismos resultados. Ahora bien, hasta el próximo 20 de diciembre, los dados estarán en el aire.
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