Microsoft cesó hace unos meses la producción de Kinect, dada la poca utilidad que ha tenido el periférico en las dos generaciones de consolas en las que ha tenido presencia, naciendo en 2010 con Xbox 360 y muriendo oficialmente en 2017 con Xbox One.
Ahora la compañía americana ha dejado de fabricar también el adaptador USB para poder enchufar la cámara a las nuevas versiones de Xbox One, el modelo Slim y la nueva Xbox One X, la consola más potente que podemos encontrar hasta la fecha. De hecho, Microsoft daba la posibilidad a los usuarios de Xbox One S de adquirir gratuitamente el adaptador comentado a los usuarios, pero ya no hubo lugar en Xbox One X, cuyos propietarios ya no podían disponer del adaptador USB gratuitamente.
Así pues, y ya definitivamente, Microsoft da por muerto Kinect, que a partir de ahora será difícil de encontrar y cuyo adaptador para las nuevas consolas aún lo es más.
Lo curioso del caso es que la compañía aseguró que Xbox One tendría una nueva experiencia definitiva con el periférico, pero tan solo han tenido que pasar 4 años para que todos los representantes de Microsoft que defendían el periférico a capa y espada vean como la compañía les ha dejado en evidencia, como es el caso de Lidia Pitzalis, que el año pasado dejó de estar en Xbox España, pero que llevaba mucho tiempo en la división de videojuegos de Microsoft.
@OVideojuegos NO NO y NO. #Kinect aportará mucho a la experiencia del juego. No habrá versión de #XboxOne sin #Kinect. NO tendría sentido!!!
— Lidia Pitzalis (@LidiaPitzalis) August 13, 2013
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