El 13 de marzo de 2017 salía a la venta The Legend of Zelda: Breath of the Wild. Esta es una fecha clave para entender este artículo, pues ese día fue para muchos de nosotros el momento exacto en el que algo cambió en nuestro interior respecto a la propia franquicia y respecto al mundo de los videojuegos.
Ahora se acerca sobre el horizonte The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom y antes de que llegue el 12 de mayo de 2023, queremos explicaros lo que fue para nosotros la entrega anterior para ver si compartís con nosotros esta experiencia pero también para contaros lo que vosotros mismos podéis sentir en unos meses.
Estas son nuestras vivencias con BOTW, ¿nos cuentas también las tuyas?:
Como podéis ver en la imagen (y muchas otras cosas que no tengo aquí expuestas) parece que llevo años y años coleccionando artículos de Zelda. Pues bien, The Legend of Zelda: Breath of the Wild fue mi primer acercamiento a la franquicia. Por raro que parezca nunca antes había tocado un juego de la saga hasta ese momento. Llegó Breath of the Wild y me cambió para siempre. Hubo un Juan Linares antes y después de recibir mi Nintendo Switch y estrenarla con este juego. El universo Zelda me atrapó tanto que después de BOTW eché mi vista atrás, necesitaba jugar y necesitaba coleccionar una franquicia que tiene una magia que yo no había sabido ver y que ahora necesitaba experimentar.
Después de Breath of the Wild volé hacía Ocarina of Time, A Link to the Past, Skyward Sword y The Minish Cap, siendo consciente que pese a mi esfuerzo por jugar a anteriores títulos de la saga, todavía me quedan obras mayúsculas como Majora's Mask o o The Wind Waker. Y todo esto fue posible gracias a Breath of the Wild, el juego que me cambió.
Os voy a ser sincero, no espero nada ni quiero esperarlo. Se que lo que Nintendo nos va a regalar con Tears of the Kingdom va a ser otra experiencia mágica y memorable. Que espere lo que espere Nintendo va a llevar mis expectativas a otro nivel y va a rodearme una vez más de ese aura tan especial que posee esta franquicia. Una magia que os prometo estoy deseando sentir. Entonces no estoy esperando una cosa u otra como juego, estoy esperando ese amor y ese envoltorio del que goza cada uno de los juegos de esta gran franquicia.
Ha pasado ya un buen tiempo desde que jugué por última vez a The Legend of Zelda: Breath of the Wild. Un juego que descubrí en Wii U cuando todavía no tenía Nintendo Switch y que, más adelante, no tuve problemas en volver a jugar en la consola híbrida. Hasta el punto de convertirse en uno de mis juegos favoritos de todos, algo muy meritorio teniendo en cuenta la gran variedad de videojuegos que he jugado en mi vida.
Se podrían destacar muchísimas cosas de Zelda: Breath of the Wild, pero si me quiero quedar con una, es sin duda la gran sensación de descubrimiento que tenía a cada paso que daba. En este juego, iba de camino a hacer una misión, y tardaba 10 horas en llegar porque me distraía con mil cosas que encontraba. Lo bien construido que está su mundo, lo vivo y orgánico que se sentía y lo lleno de detalles en los que perderte que estaba... esas cosas fueron las que más me enamoraron del título. Como digo, hace tiempo que no juego, pero en una sola partida le dediqué más de 100 horas.
Pero a pesar de que la exploración y el mundo era lo que más me flipaba del juego en términos generales, recuerdo que el gran momento, ESE momento que me impactó y me hizo sentir un chorro de emociones fue una de las cinemáticas de los recuerdos de Link. Ya sabéis seguramente de qué recuerdo hablo: está cayendo una tormenta, Link y Zelda están agotados y esta última rompe a llorar desconsolada en brazos de un triste héroe. De las mejores cinemáticas, no solo de Breath of the Wild, sino de cualquier título.
Espero muchas cosas de Tears of the Kingdom, pero sin duda, lo que más espero es que repita en la sensación de descubrimiento que me dio el primero. Que camine para ir de un punto A a un punto B y tarde mil años porque me quedo embobado y me distraigo con el mundo a cada metro que Link anda.
Por supuesto, estoy seguro de que a nivel de gameplay y mecánicas, supondrá una vuelta de tuerca mejorada respecto al que pudimos disfrutar en The Legend of Zelda: Breath of the Wild. Pero creo que la historia tendrá un gran avance, Zelda tendrá todavía más protagonismo y, si la historia del primer juego fue emocionante, creo que la trama de esta secuela será un torrente de emociones que pocos nos vemos venir.
Recuerdo exactamente el día en el que Breath of the Wild fue anunciado y principalmente, al verlo, me quedé impresionada. No tuve la suerte de jugar a anteriores entregas, como mucho, el disfrutar de numerosas imágenes y opiniones de otros jugadores, pero nada más allá. Hasta que llegó mi momento y no me pensé dos veces el hacerme con el juego para mi Nintendo Switch. Me encontré con un mundo grandísimo que ofrecía un sinfín de oportunidades y cosas que hacer en él. Unos escenarios tan coloridos, como llenos de vida, algo que me gustó mucho especialmente. Al principio, me sentía un poco perdida, cosas de ser primeriza, supongo, pero no tardé en armarme de valor e ir abriéndome camino para dar comienzo a todo lo que estaba por descubrir.
Empiezo con la principal misión de alcanzar un objetivo y mientras me acerco a él, me enfrento a los diferentes enemigos que se me cruzan en mi camino y al mismo tiempo, como buena exploradora que me considero, me termino desviando para recoger numerosos objetos o entablar conversación con los NPCs. Lo que más me gustó, fue el descubrir todos los santuarios que hay presentes en Hyrule y, sobre todo, darle vueltas al tarro para ir superando los puzles que se encontraban en el interior de cada uno de ellos. Hyrule cuenta con tantísimas zonas repletas de secretos, objetos para mejorar a Link y NPCs que te pueden facilitar el recorrido hacia tus objetivos o proponerte cosas nuevas, que, para mí, fue un auténtico gustazo el pasarme las horas y las horas dando vueltas.
A mí me apasionan los juegos de mundo abierto, pero el número de sensaciones que me generó también el encontrarme con numerosos secretos y las escenas que aparecen a lo largo del juego, no recuerdo actualmente otro juego que lo haya conseguido. No me puedo quedar con escenas concretas, porque para mí, Breath of the Wild ha sido un mundo repleto de sorpresas constantes y grandes descubrimientos.
Yo después de ver las imágenes de la nueva entrega, solo pienso en que esta sea tan épica y tan buena como la anterior o incluso más. Tengo clarísimo el que volveré a recorrerme Hyrule de un lado a otro con Link, incluso sobrevolarlo mientras voy avistando a las amenazas que lo rodean.
Hay algo que quiero que se mantenga en esta segunda entrega y es, las mismas sensaciones que tuve con Breath of the Wild, la de descubrir cosas nuevas, la de vivir escenas llenas de recuerdos y la de tener que ideármelas como pueda para enfrentarme a todas y a cada una de las amenazas con las que me encuentre. Por otro lado, tengo muchas ganas de descubrir quién es ese misterioso personaje que se dejó en el primer tráiler a través de un mural antiguo.
En definitiva, quiero que Nintendo vuelva a sorprenderme nuevamente con The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom.
Mi relación con la saga The Legend of Zelda es muy especial. Ocarina of Time fue uno de esos videojuegos que me marcó por completo cuando era niño y a día de hoy sigo pensando que es la mejor obra que se ha hecho jamás. Desde entonces creo que ninguna otra entrega me había llamado tanto la atención como lo hizo Breath of the Wild. Su tráiler de presentación en el E3 2017 me enamoró por completo y no podía esperar a hacerme con una Nintendo Switch.
Por cuestiones de la vida la consola no llegó a mis manos hasta 2022, pero al fin pude meterme de lleno en la nueva aventura de Link. ¿El resultado? Me quedé absolutamente maravillado con el mundo que Nintendo había creado. Coincido con mi compañero Claudio en que la sensación de exploración es uno de los puntos fuertes de Breath of the Wild, sin embargo en mi caso voy a resaltar la belleza sin igual que desprenden los escenarios.
Si tuviese que hablar de ESE momento que nunca olvidaré me quedo con el prólogo. Cuando Link sale de la cueva en la que estaba hibernando y se topa con las vastas praderas de Hyrule sentí lo mismo que cuando abandoné el Bosque Kokiri en Ocarina of Time. Una vez más percibí que estaba dentro de un impresionante mundo de fantasía que pedía a gritos ser explorado.
Recorrer el mapa a pie o a caballo escuchando melodías preciosas, resguardarte de la lluvia y los rayos, escalar montañas para atajar, descubrir nuevas culturas y poblados... Jugar a The Legend of Zelda: Breath of the Wild fue una de esas experiencias inolvidables en las que, durante más de 50 horas, realmente disfrutas de un viaje sobrecogedor.
Superar a Breath of the Wild me parece un reto titánico para los desarrolladores de Nintendo. A priori parece que Tears of the Kingdom será "más de lo mismo", un mapa que se amplía con nuevas zonas y que ofrecerá una nueva historia en la que Link debe salvar el mundo. Y eso no tiene por qué ser algo malo, aunque yo quiero un golpe sobre la mesa.
Lo que espero de Tears of the Kingdom es que la compañía nos haya hecho creer todo esto a propósito. Me encantaría que Tears of the Kingdom en realidad sea una apuesta arriesgada que proponga algo nuevo en la saga (igual que lo fue Majora's Mask), un juego que presente una historia menos convencional y que por fin divida el protagonismo a partes iguales. También os digo, no se cómo, pero se que lo van a conseguir.
Puedes encontrar toda la información acerca de la preventa de The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom en la web oficial de Nintendo, y si lo reservas, puedes llevarte las siguientes recompensas:
Uno de los bonus de reserva es esta moneda tan chulísima inspirada en Zelda: Tears of the Kingdom. Este bonus está limitado a 10.000 unidades totales disponibles hasta fin de existenciasSi lo quieres, tendrás que reservar el juego en las siguientes tiendas:
Los jugadores también pueden hacerse con esta pedazo de etiqueta maleta tan genial. Este bonus está limitado a unidades 15.000 unidades totales disponibles hasta fin de existencias. Si lo quieres, tendrás que reservar el juego en las siguientes tiendas:
También podrás hacerte con no una sino varias pegatinas con este set que van a quedar muy bien en cualquier sitio donde quieras ponerlas. Este bonus está limitado a unidades 7.490 unidades totales disponibles hasta fin de existencias. Si lo quieres, tendrás que reservar el juego en las siguientes tiendas:
¡Esto es todo lo que debes saber sobre los bonus de reserva! ¡Cualquier duda, no dudes en dejarla en comentarios!
CONTENIDO RELACIONADO
La última entrega principal de la saga cuenta con más de 10€ de descuento en su formato físico
Su nombre iba a ser ligeramente diferente y un poco más sencillo de recordar
Os juro que es de lo más satisfactorio que he visto en mi vida
Los fondos pueden descargarse gratis y ponerse tanto en dispositivos móviles como en el escritorio de un ordenador
El merchandising incluye la banda sonora completa del juego, un libro de arte y una réplica de la espada maestra
El 12 de mayo de 2024, el aclamado juego de Nintendo Switch habrá cumplido su primer año en el mercado