Pocas veces un videojuego ha dado tanta responsabilidad creativa al jugador. Esta es la frase que quizás sea más adecuada para describir lo nuevo de Media Molecule, que se encuentra actualmente en su fase de early access, a pesar de que no exista aún la frase capaz de definir todo lo que es y significa Dreams en unas pocas palabras. Ya pudimos probar el título de los creadores de Little Big Planet hace unos meses gracias a su Creator Beta, pero ha sido ahora cuando Dreams se ha puesto a disposición de todo aquel dispuesto a probar esta curiosa e innovadora propuesta. Dreams se ha abierto al mundo.
Y, precisamente por abrirse al mundo, Dreams se ha expuesto a que los jugadores experimenten y busquen nuevas formas de sacar el máximo partido a la propuesta de Media Molecule. Las posibilidades del título ya no están puestas a disposición de tan sólo unos pocos, sino que ahora todo el que quiera entrar en el mundo de Dreams podrá hacerlo por la puerta que quiera. El momento es crucial, ya que los primeros compases de Dreams los marcará la comunidad, y esto será posible gracias a la libertad de la que Media Molecule ha dotado a su obra.
A pesar de que pueda sonar como una exageración, no existe prácticamente nada que no se pueda hacer o recrear en Dreams. Media Molecule ha prestado especial atención y cuidado a su creación para que los jugadores hagan las suyas propias. Gracias a una combinación de todos los apartados que intervienen en la creación de un videojuego, Dreams da a los jugadores la posibilidad de llevar sus ideas al título para convertirlas en algo tangible y, sobre todo, jugable. Dreams no es un juego más, con un principio y un final, sino que está pensado y trabajado como una herramienta que se extienda a lo largo de los años.
Las diferencias de este early access de Dreams con la Dreams Creator Beta son casi inexistentes, salvo alguna mejora técnica o nuevos tutoriales que ayuden a entender el funcionamiento del título, pero eso no es algo negativo, ya que, entonces, con la Creator Beta, la obra de Media Molecule demostró que estaba bastante completa y que las posibilidades eran prácticamente infinitas. Dreams es una hoja en blanco que podemos rellenar tal y como queramos, siempre y cuando aprendamos a manejar las herramientas necesarias para ello.
Todo esto se traduce en que el límite lo pone el propio jugador, ya que de él o ella depende el aprender a manejar las herramientas que Dreams le ofrece y ser capaz de plasmar lo que tiene en la cabeza a través del título. Todo un universo de posibilidades queda puesto a nuestra disposición para que hagamos con él lo que queramos. Esa es la verdadera esencia de Dreams, la de que quien lo juegue sienta la libertad y la gratificación de crear algo de cero y con su propio esfuerzo. Quizá no sea algo que todo el mundo pueda hacer, pero sí que es algo que todos deberíamos probar.
A pesar de todo lo que podamos ver, crear y descubrir en Dreams, no hay que olvidar que no se trata de más que un bebé. Al ser uno de los proyectos más ambiciosos que se recuerdan en la industria del videojuego, Media Molecule ha tenido que andar con pies de plomo y cuidar cada detalle para hacer de Dreams una experiencia novedosa y rompedora con todo lo que solemos ver en materia de videojuegos. Ya lo hemos mencionado antes, pero hay que ver el título como una potente herramienta de creación escondida tras la apariencia de un videojuego. Sí, podemos limitarnos a explorar y jugar lo que otros usuarios compartan, pero estaríamos perdiéndonos la mitad de la experiencia que Dreams propone.
Y es que Dreams crecerá tanto como lo quieran sus jugadores. Muy probablemente, Media Molecule habrá exprimido al máximo el potencial de su obra y habrá explorado miles de posibilidades, pero es ahora, cuando la gente de fuera del estudio tiene acceso al título, cuando Dreams tiene que crecer y demostrar por qué la desarrolladora ha trabajado tanto en su última obra y qué es lo que la hace especial. Todo el potencial que Dreams demostró en su Creator Beta ha sido puesto a disposición de todo aquel que decida probarlo en su versión de acceso anticipado. Y, en el caso de Dreams, este acceso anticipado es perfectamente entendible, ya que es un título que ha de evolucionar de acuerdo a las necesidades de sus jugadores.
Por otro lado, Media Molecule no ha escatimado en gastos y ha sido capaz de poner una gran cantidad de recursos a disposición del público. Artistas, diseñadores, programadores, músicos… Todos pueden disfrutar de Dreams tal y como quieran. Es más, es más que probable que cada cual disfrute de Dreams de una u otra forma dependiendo de la aproximación que decidan tomar, y eso, unido a la libertad de creación que ya hemos mencionado antes, es lo que compone la esencia del título. Más que un juego, Dreams es el patio del recreo donde cada jugador puede hacer lo que más desee. En la obra hay sitio tanto para aquellos que busquen jugar como para los que busquen crear y, por supuesto, para todo aquel o aquella que busque experimentar y practicar.
Es difícil explicar exactamente la experiencia que es Dreams si no se prueba de primera mano. Al principio, puede costar hacerse con lo que propone, pero la práctica y la iteración pueden hacer que lleguemos a dominar la herramienta de Media Molecule con la paciencia suficiente. No es un juego que tenga un número limitado de horas o un multijugador inacabable, sino uno que nos ofrece la posibilidad de poner nuestros propios límites y retarnos a nosotros mismos, a nuestra creatividad y a nuestras capacidades.
Son muchas las cosas buenas que tiene Dreams, y llevamos ya varios párrafos enumerándolas y hablando de ellas. La libertad creativa, el gran número de recursos a disposición de los jugadores, las miles de posibilidades, el potencial que tiene como herramienta de creación de contenido… Podríamos hacer una lista casi interminable con todo lo que ofrece Dreams y con cómo lo ofrece. Es un título llamado a crecer y a mutar en los próximos años para adaptarse a las necesidades de los jugadores. No obstante, donde hay luces siempre hay sombras y, aunque en este caso sean muy pocas, también las hay.
Y una de las principales sombras de Dreams es la limitación de sus controles al haber tenido que adaptarse al DualShock 4. A pesar de que Media Molecule no ha descartado la posibilidad de permitir el uso de teclado y ratón en un futuro, no podemos dejar de pensar que movernos con la limitación de un mando puede llegar a resultar algo tosco e impreciso, y esto se nota más, por ejemplo, a la hora de esculpir y modelar, así como cuando necesitamos componer un nivel y notamos que la precisión nos falla. La introducción de un grid en Dreams ayuda, no lo vamos a negar, pero aun así las limitaciones son más numerosas que las que podríamos tener con teclado y ratón.
El otro punto negativo o, mejor dicho, menos positivo de Dreams es su difícil accesibilidad. Y no hablamos de una accesibilidad física como tal, sino que para aprender a jugar a Dreams tendremos que estudiar y practicar. Los tutoriales son prácticamente obligatorios como introducción y la práctica es indispensable para aprender a dominar las herramientas que Media Molecule pone a nuestra disposición. Vista la naturaleza de Dreams, es totalmente comprensible que se requiera de un proceso previo de aprendizaje, pero también es comprensible que mucha gente no esté dispuesta a pasar por ello. Es por esto que Dreams no es un título para todo el mundo, y mucho menos para los jugadores más impacientes o que busquen una experiencia y una aproximación más directas.
Como ya hemos dejado caer en estas líneas, Dreams es un juego llamado a romper todos los moldes. Una herramienta de creación potentísima con mucho potencial vestida de videojuego y puesta a disposición de los jugadores. Sin llegar a ser un motor gráfico empleado para la creación de videojuegos, bebe mucho de ellos, y todo aquel que conozca Unreal Engine 4 o Unity será capaz de encontrar muchas similitudes con el título de Media Molecule. El esfuerzo y el cariño puesto por la compañía en su obra son casi palpables cuando estamos creando o jugando en Dreams y experimentando lo que nosotros creemos o lo que otros hayan creado para nosotros.
La comunidad será el punto más importante de Dreams de aquí en adelante, la piedra angular sobre la que se erija todo el universo del videojuego. Las bases están ahí, las herramientas también, ahora es el turno de los jugadores para hacer crecer a Dreams y explorar todos los caminos aún desconocidos en el título. El trabajo de Media Molecule está comenzando a dar sus frutos y, aunque aún se encuentre en una fase temprana, como un recién nacido, seguirá creciendo y evolucionando, y los límites los pondrán los propios jugadores.
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