Existe un género dentro de los videojuegos de estrategia destinado a un público muy concreto, se trata de los títulos de gestión de transportes y mercancías. Este tipo de juegos pueden resultar abrumadores en el primer contacto que se tiene con ellos, y más si no se parte de sentir un interés especial por el funcionamiento de los métodos de transporte y sus infraestructuras, sus vehículos e historia, o el recorrido de las líneas de producción dentro de la economía de una región. Transport Fever 2 es el tercer videojuego de Urban Games, una desarrolladora ubicada en Suiza que desde su fundación en 2013 ha buscado contentar a los nostálgicos de este particular género de simulación a través de sus diferentes propuestas.
La primera incursión de la compañía vino con Train Fever en 2014, que como su nombre indica se limitaba a la gestión de trenes y raíles apuntando tanto las maneras como las intenciones de la compañía de una forma más que declarada. Sin embargo, no fue hasta la llegada de la primera entrega de Transport Fever en 2016 cuando la compañía, en un gesto de ambición, demostró tener la fórmula más sólida del mercado; elevando el número de sistemas de transporte disponibles y consiguiendo por el camino seducir a nuevos jugadores ajenos a la franquicia con unas cifras de ventas que superan las 500.000 copias desde su lanzamiento hasta el día de hoy. El equipo de Areajugones ha visitado la ciudad de Berlín en una invitación por parte del estudio Urban Games y su editora Good Shepherd Entertainment para jugar de manera anticipada a Transport Fever 2, así como para charlar con sus creadores sobre las principales novedades y la evolución del título desde que su primera entrega vio la luz en el mercado.
Transport Fever 2 llegará a nuestros ordenadores como una evolución del género, y no como una completa revolución o reinvención de él. Pese a que para algunos pueda sonar desalentador, hay que tener en cuenta que la fórmula de la entrega de 2016 no se ha quedado anticuada ni se veía especialmente limitada, al menos si la comparamos con otros títulos más recientes como Railway Empire -centrado prioritariamente en el funcionamiento de los trenes- o Transport Tycoon, el título que absorbió a tantos fanáticos de los juegos de estrategia en 1994 como lo hizo y logró con la gente de Urban Games -quienes declaran abiertamente que la razón de la fundación del estudio nace de haber jugado a este juego en sus respectivas infancias-. Transport Tycoon conseguía atraer la atención de incluso aquellos jugadores que no sentían ningún interés por los trenes, el mercado de valores o las líneas de producción de bienes y mercancías; un mérito que Transport Fever 2 quiere imitar y que como sabemos por sus creadores ha sido fundamental para el desarrollo de esta segunda parte.
Básicamente, nuestro papel como jugadores será el de conectar diferentes núcleos urbanos, zonas industriales y fábricas de bienes a través de la creación y conexión de diferentes sistemas de transporte. Tendremos a nuestra disposición la creación de flotas de trenes, tranvías, aviones, camiones, autobuses, barcos y cruceros para adaptarnos a las situaciones geográficas de cada mapa, o para simplemente escoger a nuestra elección el método de transporte más satisfactorio a nuestro estilo de juego. Las posibilidades llegados a este punto, comienzan a multiplicar la capacidad del título para atraparnos en su planteamiento, ya que a través del transporte y la hibridación de diferentes sistemas de comunicación haremos crecer de manera progresiva el tamaño y población de las diferentes localidades del juego -así como su economía y actividad comercial-. Además, Transport Fever 2 viene con una revisión en su sistema de economía que promete ser más dinámica, gracias en parte a la existencia de 10 cadenas económicas totalmente diferenciadas con sus propias fábricas y bienes asociados.
Uno de los primeros pasos para expandir su éxito es la accesibilidad a la complejidad de su fórmula. Transport Fever 2 no cuenta con un modo tutorial como tal, pero añade un nuevo asistente a modo de guía en la interfaz del menú de acciones que nos indica por donde nos conviene avanzar o que deberíamos mejorar en nuestra red de transportes. Este asistente se podrá activar o desactivar durante la partida, pero lo que sí resulta crucial -al menos para todos aquellos que entren a través de esta segunda entrega- es comenzar por el modo campaña, el cual da un enorme salto de calidad en comparación a lo visto en el Transport Fever original.
Si en la primera entrega contábamos con dos campañas centradas en la historia del transporte en Estados Unidos y Europa, ahora tendremos que sumar la campaña en Asia. Cada uno de estos continentes cubrirá una época distinta a lo largo de 150 años, constituyendo un total de 18 misiones de unas 20 horas estimadas de duración. Además; este modo de juego llegará con novedosas escenas de vídeo, voces dobladas -de momento al inglés-, mayor variedad en las pistas de música y unas divertidas líneas de diálogo que hacen más amena la concentración en nuestras tareas y aprendizaje del funcionamiento del juego. Es importante señalar esta faceta didáctica ya que gran parte del juego reside en su modo libre, donde realmente se explotan todas las mecánicas y posibilidades que ofrece Transport Fever 2 y que quizás requiera de un poco de práctica previa a la primera partida.
Una de las mayores virtudes que encontraremos respecto a la primera entrega viene en el nuevo editor de mapas y terrenos para nuestras partidas en el juego. Esta entrega ha dado un tremendo salto de calidad técnica y gráfica en comparación a su predecesora, gracias a una mejora en los efectos de luz y en los efectos atmosféricos como el humo, en la definición de los modelos de la fauna o los vehículos, y en general en la gama cromática y la variedad de entornos. Si en la primera entrega contábamos con los climas templado y árido, en Transport Fever 2 llega el clima tropical con una revisión de las playas, mares y creación de islas que no contaban con el mismo nivel de precisión que en el juego original. Este nuevo editor de terrenos será una herramienta fundamental para disfrutar de la otra gran parte del juego ajena a la gestión; el placer de disfrutar de lo que se ve en pantalla, y en como los elementos de cada mapa interactuan con nuestra actividad en ellos.
Este editor permite crear mapas tanto a nivel macro -seleccionando parámetros como cantidad de bosque, montañas, clima de la región o número de localidades entre otros- como a nivel micro -con herramientas similares a las de programas de edición que colorean y distribuyen elementos por el mapa-. Esta habilidad propia de las divinidades estará disponible durante el transcurso de todas las partidas, reforzando el sentimiento de concepto 'sandbox' que tan bien se le aplica a este género y que encuentra su razón de ser fuera del mundo del videojuego; en hobbies como las maquetas de trenes o los famosos Scalextric. El mundo rural, así como las ciudades, costas o formaciones rocosas se ven mejor que nunca y es que ahora también tendrán que habitar la llegada de diferentes tipos de animales que enriquecerán el dinamismo del mundo del juego.
Además, y como seña de identidad de la que ya gozaba el primer Transport Fever, vuelve la compatibilidad total con el contenido creado por la comunidad a base de mods para el juego. Esta decisión fue una de las más aplaudidas en la primera entrega, y es que los propios desarrolladores de Urban Games colaboran y ayudan directamente a los creadores de mods a través de la Steam Workshop. Esta libertad en su código -que prometen que ahora es incluso más fácil de modificarlo- ofrece unas posibilidades ilimitadas al título, como la llegada de nuevos modelos de vehículos o edificios provenientes de los propios jugadores y que se espera que naturalmente suceda lo mismo con esta segunda parte.
La repercusión de nuestras decisiones como constructores y empresarios del transporte tiene un efecto directo en el crecimiento de las ciudades, las cuales se expanden de una manera más realista y viva que nunca gracias a la revisión de los modelos de los vehículos y edificios de cada tipo de región. A los edificios y vehículos de origen europeo y americano presentes en el Transport Fever original se le suma la llegada de los modelos asiáticos, aumentando a 200 el número de vehículos -basados en modelos reales- como la llegada de los emblemáticos trenes bala "Shinkansen" de origen japonés. Las infraestructuras pertinentes a cada método de transporte, en cambio, reciben también una nueva mecánica basada en la construcción modular. Ahora podremos combinar de una manera más intuitiva estaciones de tren con estaciones de bus o aeropuertos, diferentes líneas de transporte de pasajeros en una misma estación dedicada a las líneas de mercancías o simplemente una mayor personalización de cada una de ellas.
Otra de las grandes novedades se encuentra en el tráfico de las ciudades, en las cuales el transporte privado cobra una mayor importancia. Llegan las rotondas y el control de los semáforos de cada localidad para regular su tráfico, algo muy importante si hay una carencia de transporte público y se concentran los vehículos en la vía pública. La falta de ritmo en el tráfico afectará al crecimiento de las ciudades, así como también afectará a una nueva capa de dificultad presente en Transport Fever 2; la emisión de contaminación acústica. Ahora será más importante que nunca valorar por donde pasan las vías de transporte o la propia ubicación de nuestros aeropuertos, especialmente por su cercanía con las zonas residenciales ya que se trata de un nuevo factor determinante en el crecimiento de las distintas urbes. Para combatir esta inevitable característica, podremos cambiar la dirección de las carreteras de una forma muy intuitiva y ágil, para que los vehículos -que se mueven más veloces e inteligentes que nunca- puedan realizar sus rutas de una manera más eficaz.
Transport Fever 2 es la entrega más sólida de estrategia, construcción y gestión de sistemas de transporte. Urban Games se ha preocupado en escuchar a la comunidad para mejorar la accesibilidad y la intuición en la interacción con sus numerosos y múltiples menús. El juego es más bonito y práctico que nunca, con una revisión en su sistema de economía que resulta más fácil de leer y entender sin llegar a simplificarse, y con un nuevo sistema de construcción así como un editor de mapas que nos da plena libertad para dibujar nuestros propios escenarios a nuestro antojo. Sin embargo, existen algunas características que también se pedían en el primer Transport Fever y que tampoco han llegado a esta segunda entrega; el ciclo de noche o especialmente el modo multijugador siguen en el tintero de la compañía, la cual quizás estén reservando alguna de estas cartas para un futuro contenido de pago que parece ser que llegará por primera ocasión a la saga. Sin embargo, tampoco resulta un problema para todos aquellos que disfrutasen del primer Transport Fever, donde pese a no existir compañías con las que rivalizar, nuestro único y peor enemigo somos nosotros mismos y nuestras decisiones a la hora de vertebrar el mundo; una fórmula que se expande en cuotas jugables y de una manera muy convincente gracias a las novedades de esta segunda parte. Tendremos que esperar hasta finales de este 2019 para ver si también convence a los seguidores más acérrimos de este particular género de videojuegos.
CONTENIDO RELACIONADO
El juego supuso una de las sorpresas más grandes en la última gala de los The Game Awards 2024
El battle royale sorprende con una de las colaboraciones más importantes del año
La nueva IP de Naughty Dog fue anunciada esta pasada madrugada y sorprendió a todos los jugadores
Auronplay vuelve a hablar sobre su expareja tras un comentario que no le sentó del todo bien
El juego contó con un espacio privilegiado dentro de la última conferencia de los The Game aWards 2024
La nueva entrega de la saga contó con un espacio privilegiado dentro de los The Game Awards