Muchos le atribuían una recuperación más que notable tras un episodio falto de sorpresas y ritmo. Pero lo que tenía entre manos Damon Lindelof era mucho más que un simple despunte. "Watchmen" pasa esta semana por su episodio 1x07 manteniendo un nivel narrativo absurdo por tercera semana consecutiva. De la historia de Wade Tillman a la de Will Reeves, y ahora a un encaje sublime de piezas que vuelve a demostrar el nivel de quien ya firmara las magnificas "Lost" y "The Leftovers".
Las novedades de este último episodio son increíblemente abundantes, sin embargo, todas conectan en un mismo punto que ya se perfila como trama principal tras varios rodeos desconcertantes pero necesarios. Ahora bien, la más interesante, con la que el showrunner cierra la escena final, revierte directamente sobre la alargada sombra azul. Sí, Doctor Manhattan vuelve a ser el centro de las miradas, y estas ya no están puestas en el espacio ni en parafernalias telefónicas.
Durante semanas se especuló con la posibilidad de que estuviera en Júpiter vigilando la prisión de Adrian Veidt situada en una de sus Lunas. Los más conservadores y fieles al relato de Alan Moore, seguían pensando en Marte como ese lugar de retiro indefinido al que se autosometió el personaje tras la masacre de Nueva York. La cabina desde la que Laurie Black hablaba con Jon hacían pensar que efectivamente el héroe estaba en algún lugar fuera de la Tierra. Pero nada más lejos de la realidad.
Lindelof le ha terminado dando la razón a las teorías que situaban a Doctor Manhattan entre los propios humanos. Angela Abar acaba en las instalaciones del Reloj del Milenio, al cuidado y tratamiento de la corporación Trieu. Los efectos de la sobredosis de Nostalgia todavía hacen efecto en su memoria, y allí es capaz de comenzar a reconectar con sus propios recuerdos. Lo que sirve de excusa perfecta para terminar de localizar al mencionado Doctor Manhattan.
Tras descubrir que a quien está conectada realmente no es a su abuelo Will, sino a un elefante, Angela sigue husmeando y termina descubriendo la sala en la que se pone de manifiesto el plan real del Séptimo de Caballería; ese grupo atado a los intereses del Senador Keene, que resulta ser una evolución de los Cíclopes con los que ya luchó el propio Justicia Encapuchada durante los años 40. Un resorte salta en la mente de Sister Night, y de repente sale disparada hacia su casa. Aquí viene la sorpresa.
Angela despierta a Cal en medio de la noche, y le insiste una y otra vez que no hubo accidente alguno, sugiriendo un ¿borrado de memoria? Resulta que su marido no es quien Lindelof nos había hecho creer durante todo este tiempo. La protagonista, ahora en pleno proceso de recuperación de recuerdos, coge un martillo y le abre la cabeza a su esposo. De ahí mismo extrae a Doctor Manhattan, o bueno, más bien un botón dorado con su conciencia.
¿Qué hacía Osterman infiltrado en la memoria de Cal? "Watchmen" se enfrenta ahora a su recta final con un sinfín de preguntas derivadas de ese cruce de caminos recorridos durante 7 episodios. Angela se ha pasado toda su vida protegiendo al perseguido Doctor Manhattan, pero no lo recordaba. Alguien tuvo que ordenarla hacerlo, y alguien también debió eliminar ese instante de sus recuerdos. ¿Quién?
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