El anuncio de Xenoblade Chronicles: Definitive Edition fue una especie de 'jarra de agua fría' para los seguidores de la franquicia: ¿por qué regresar al título de Wii habiendo tenido ya una adaptación en New Nintendo 3DS? En ese momento, no pensamos en la opción más probable que habría llevado a Monolith Soft a tomar esta decisión: esta primera entrega no ha contado con una remasterización a la altura (la versión portátil, como mucho, era un 'port' con mejoras), y Nintendo Switch, donde la franquicia ha encontrado el éxito con Xenoblade Chronicles 2, era la plataforma idónea.
En nuestras primeras 20 horas de juego, en las que también hemos probado el epílogo añadido como novedad (aunque hablaremos de él en el análisis), hemos descubierto de nuevo uno de los mejores JRPG que se recuerdan: sí, para un servidor, Xenoblade Chronicles es mejor que su secuela, aunque esta mejorase algunos aspectos como las misiones secundarias (que, sin ser un alarde, eran algo más complejas que su predecesor) o el sistema de combate. Xenoblade Chronicles tenía, y sigue teniendo, la mejor historia que recuerdo en la última década (o incluso más), y sus personajes desbordan vida. Por lo tanto, regresar a Bionis y descubrir sus parajes con el motor gráfico utilizado en Xenoblade Chronicles 2 ha sido una gratificación que no podría pagar ni 'con todo el oro del mundo'.
Para aquellos que jugasteis al título original en Wii, decir que no encontraréis novedades más allá del epílogo que se incluye realizado desde cero. El videojuego es el mismo que se lanzó en dicha plataforma, y lo que más observamos en un espectacular lavado de cara tanto a nivel gráfico como en cuanto a interfaz. Pero eso no quiere decir que sea motivo para no adquirir Xenoblade Chronicles: Definitive Edition. En las horas que hemos jugado para este avance, hemos vuelto a descubrir que son muchas las compañías que intentan hacer JRPG épicos, y se quedan a medio camino. Hablamos de una epicidad clásica, alejada de la acción que se observa en las últimas entregas de Final Fantasy: es como volver a la época dorada del género, con un aspecto totalmente contemporáneo.
Así, nos perderemos por las inmensas praderas que pueblan cada uno de los dos titanes; sentiremos lo que es el miedo de encontrarnos a enemigos 50 niveles por encima nuestro en estrechas cuevas; descubriremos personajes muy bien caracterizados con sus propias motivaciones... Todo ello aderezado con el mismo sistema de combate de siempre, aunque con una interfaz algo más clara. Si venís de jugar a Xenoblade Chronicles 2 y esta es vuestra primera vez con el título que inició la saga, quizás sentís que estáis ante una entrega menor en cuanto a la jugabilidad se refiere, pero en algunos aspectos prefiero la simplicidad que se observa en este primer videojuego que en su secuela.
Como ocurre con una remasterización que no profundiza en nuevas mecánicas (sí que habrá un nuevo sistema de combate en el epílogo), las misiones secundarias siguen siendo las mismas que vimos hace más de una década. ¿Es eso algo negativo? No os vamos a engañar: en este contenido que alarga decenas de horas la duración del título, encontramos su mayor talón de aquiles. De lo épico que nos resulta cada momento de la aventura principal, a lo anodino de la mayoría de encargos, con frases de los personajes que nos sacan de contexto y que si bien seguimos haciéndolos para ganar experiencia o algo de dinero, rápidamente nos centraremos en las secundarias más esenciales.
Por lo tanto, Xenoblade Chronicles: Definitive Edition tiene su mayor punto a favor en el apartado gráfico: basándonos en el motor que utilizó la segunda entrega, pero mejorándolo bastante si jugamos en televisión, esta aventura luce más viva que nunca. Hierbajos que se mueven al compás del viento; enemigos que dejan de verse borrosos como en Wii o New Nintendo 3DS para estar totalmente definidos; personajes más expresivos que nunca con un correcto tratamiento visual (se acerca en ocasiones, sobre todo en las escenas, a la técnica cell-shading).
Si preferís jugar en portátil, de momento decir que ocurre como en Xenoblade Chronicles 2: la definición baja bastante, sobre todo en los tramos nocturnos, y se pierde parte de la espectacularidad de muchas escenas y combates. Pese a todo, sí que apreciamos cierto paso adelante en este apartado, algo en lo que profundizaremos una vez se publique el análisis.
CONTENIDO RELACIONADO
Si la segunda entrega vendió 1,06 millones de copias, el remake de la primera 1,32 millones en el mismo lapso
Monolith Soft sigue puliendo algunos detalles de uno de los mejores JRPG del catálogo de Nintendo Switch
La mejora gráfica no fue demasiado difícil pero encontraron algún que otro problema con el código del Xenoblade Chronicles original
El considerado uno de los mejores JRPG de los últimos tiempos ya está disponible para Nintendo Switch
La obra de Monolith Soft nos ha dejado hoy con ajustes que ya estuvieron presentes en Xenoblade Chronicles 2
El juego cuenta con resolución dinámica en ambos modos, llegando a alcanzar los 720p en modo sobremesa y los 540p en modo portátil