La industria del videojuego es una de las más complicadas: lo mismo estás en la cúspide, con proyectos de encargo de todo tipo, que terminas con el cierre de tu estudio tras años de reconocimiento. Es algo que le ha ocurrido a David Jaffe, creador de God of War (la saga principal, antes del reboot) y diseñador de Twisted Metal: dos sagas importantes y con relevancia en el sector que ya no están bajo su control. Jaffe cerró su estudio, The Bartlet Jones Supernatural Detective Agency, a principios de año, y de momento, no tiene otro proyecto entre manos.
El creador ha hablado en un programa sobre su carrera y ha aceptado que "no se si haré otro juego o no; no tengo planes actualmente y realmente no tengo ambición actualmente. Pienso que si hiciese otro juego sería difícil de imaginar hacerlo con las posibilidades del pasado. Si ves lo que se está haciendo ahora, es sorprendente: estoy obsesionado ahora con Spider-Man". En efecto, Jaffe es consciente de que sus posibilidades son inferiores a las del pasado por no tener los recursos necesarios para competir en el mercado pero mira con orgullo el estado actual de la industria.
Esta historia supone una diferencia con el futuro de la saga, que está en su mejor momento con el lanzamiento del reboot que cede el protagonismo al hijo de Kratos en una aventura paternofilial que es favorita para ganar numerosos premios este año.
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